MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Soberanía alimentaria, una falacia más

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Con el “objetivo” de alcanzar la soberanía alimentaria en México, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador (AMLO), al inicio de su administración creó dentro de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), la dependencia Seguridad Alimentaria Mexicana (SEGALMEX) y, de acuerdo al Diario Oficial de la Federación (DOF): “El organismo de la SADER deberá vender y distribuir fertilizantes, semillas mejoradas y cualquier otro producto que pudiera contribuir a elevar la productividad del campo mexicano, a fin de garantizar el abasto nacional de alimentos. Otra de sus funciones relevantes es promover la creación de micro, pequeñas y medianas empresas privadas asociadas a la comercialización de productos alimenticios y apoyar las tareas de investigación científica y desarrollo tecnológico que se encuentren vinculadas con su objeto”.

En este gobierno, los alimentos han presentado un incremento de 47.11% y los precios de la canasta básica han aumentado alrededor de 29.33%

Sin embargo, es necesario saber, ¿qué significa soberanía alimentaria?

Al respecto, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), organismo dependiente de la ONU, dice que: “la soberanía alimentaria se alcanza cuando un país produce 75% o más de los alimentos que consumen sus habitantes, es decir, se produce lo que requiere el país para alimentarse”. Pero, en el caso de nuestro país, ¿qué ha ocurrido durante el sexenio morenista? Primero, el presupuesto destinado al campo vía la SADER tuvo un incremento del 3%, pasando de 72,125 mdp en 2018 a 74,109 mdp en 2024, dicho dato es importante porque así se puede dimensionar los posibles alcances que pudo tener el campo mexicano en esta administración federal; segundo, derivado del poco recurso para el campo, en 2018 México producía 27.2 millones de toneladas de maíz, al cierre del sexenio, la cifra se estima en 25 millones de toneladas, es decir, se reduce en 8%. Este déficit trajo consigo el incremento en la importación de maíz, pues al inicio de sexenio se importaban 16 millones de toneladas, la SADER estima que cerraremos con 21.8 millones de toneladas a la salida de AMLO, es decir, aumentaremos 36% la compra de este alimento en el exterior; pero lo mismo ocurre en otros granos y leguminosas, por ejemplo, en 2018 se producían 90% del frijol que se consumía, ahora sólo 58%; alcanzábamos a producir el 20% de arroz en 2018, ahora 12%; en 2018 se producía 93% de caña de azúcar, en la actualidad 79%; respecto al sorgo, se producía 95% de lo que se consumía en 2018, y en este año apenas se alcanza el 80%.

De acuerdo a los datos que muestra la SADER, podemos afirmar que durante el sexenio de la Cuarta Transformación, no fue prioridad el campo mexicano, y con ello, la soberanía alimentaria fue solo prebenda política, pues la producción nacional bajó y crecieron las importaciones de los alimentos básicos en la dieta de los mexicanos; de esto, la “Conferencia de Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD) puso a México como ejemplo de los riesgos que implica la alta dependencia de importaciones de maíz en un solo proveedor” (El Economista, 10 de octubre de 2023).

Y al no lograr la soberanía alimentaria, tampoco existió alimento seguro para los mexicanos porque al importar de otros países, los precios incrementaron, a grado tal que las familias más pobres no pueden adquirir, en muchos casos, ni lo elemental para su familia, puesto que al cierre del mandato morenista los precios de los productos no dejan de subir; así lo afirma, por ejemplo, la “Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), al informar que en este gobierno, los alimentos han presentado un incremento de 47.11% y los precios de la canasta básica han aumentado alrededor de 29.33%”, (www.imparcialoaxaca.mx, 22 de agosto de 2024).

En conclusión, si bien a inicios del sexenio morenista la expectiva por un país distinto fue alta, los resultados concretos demuestran que esto no ha ocurrido. En el caso particular de la producción de los alimentos básicos que requieren los mexicanos para subsistir se dio un retroceso, con ello se confirma, como lo señaló el Movimiento Antorchista en 2018, la alternativa morenista no era la que necesitaba el país, pero, sobre todo, la que millones de mexicanos humildes requieren. No hay de otra, más que la creación de una fuerza política que salga de las entrañas del pueblo, para la toma del poder político y, a través de él, lograr una mejor distribución de la riqueza, a eso llamamos los antorchistas a los mexicanos, a unirnos y crear una fuerza política verdaderamente popular, no como la Cuarta Transformación.

 

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