Este 12 de junio se conmemora el Día del Trabajo Infantil en el mundo, el cual se explica así: La abolición del trabajo infantil es una piedra angular de la aspiración a la justicia social, mediante la cual todo trabajador pueda reclamar libremente y con las mismas oportunidades y trato, la parte que le corresponde de la riqueza que ha contribuido a generar.
El Día Mundial contra el Trabajo Infantil, tiene como objetivo servir de catalizador para el movimiento mundial contra el trabajo infantil. Haciendo hincapié en el vínculo entre justicia social y trabajo infantil, el lema del Día Mundial en 2023 es "Justicia social para todos. Poner fin al trabajo infantil".
La experiencia de las tres últimas décadas ha demostrado que el trabajo infantil puede eliminarse si se abordan sus principales causas. Las medidas para abordarlas incluyen el establecimiento y la aplicación de un marco jurídico sólido basado en las Normas Internacionales del Trabajo y el diálogo social, la provisión de acceso universal a una educación de buena calidad y a la protección social, así como medidas directas para aliviar la pobreza, la desigualdad y la inseguridad económica, y promover el trabajo decente para los trabajadores adultos.
Es Naciones Unidas, que reseñan esta conmemoración, sin embargo, aunque se diga que hay grandes avances y que se han visto menos niños en el área laboral, esto en la realidad no es así, tan solo en una de las ciudades que pareciera “la esperanza de México”, Tijuana, se ven cada día más niños en las calles, en los cruceros que trabajan pidiendo una moneda, que se pintan la cara y se suben sobre las espaldas del hermano mayor o el padre para poder sacar unas monedas y así comer algo durante el día; esto pareciera una doble moral, pues quien lo ve desde otro ángulo de vista, es necesario que los niños apoyen a los padres y desde el más elitista, es imposible creer que los niños trabajen para ganarse un taco, que están los padres obligados a mantenerlos por el simple hecho de ser sus hijos.
Cuando se habla de explotación infantil, se puede tocar el tema desde varios puntos de vista, pero el hecho es que de manera generalizada, quien ha venido provocando esta explotación, es el sistema económico actual, que no ha generado una política real para que lo menores se dediquen solamente a estudiar, sin que exista la necesidad de que apoyen a sus padres para poder sostener el hogar; ejemplo de lo que es correcto y de lo que debiera aprender un poco nuestro país, es la política de Cuba y China en cuanto a la niñez.
Donde la educación y la salud son prioridad para ellos, donde los padres tienen asegurado el pan de cada día, con el empleo y con condiciones sociales muy por arriba de la media nacional con la que vivimos los mexicanos; de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), dos millones de niñas y niños no asisten a la escuela. De la población que no asiste a la escuela, el 26.1 por ciento de los niños trabajan en ocupación no permitida.
Por otro lado, en lo que se refiere al empleador o persona para la que trabaja el niño, la niña o el adolescente, el 56.2 por ciento de la ocupación no permitida durante el cuarto trimestre de 2019 es un familiar, aunque cabe destacar, que el 38 por ciento, el empleador es un no familiar (Inegi, 2019).
Para Antorcha está clara la situación, el trabajo infantil no se acabará hasta que se termine la pobreza, hasta que se pongan en marcha los 4 ejes que se han planteado, que todos tengan un buen trabajo, que tengan un salario remunerador, que quien gane más pague más y que ése dinero que se recaude, se invierta en el pueblo, en obras y servicios, en educación, salud, etc; solo hasta entonces, podremos hablar de un verdadero avance.
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