MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Transporte público en Querétaro en completo caos

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Son ya varios los años que el Gobierno estatal de Querétaro hace intentos por mejorar el transporte público en la capital y la zona metropolitana, pero todo ha quedado en eso, y al parecer la situación es cada vez más grave.

En la administración calzadista, la modernización del transporte comenzó en 2013 con el denominado RedQ, con proyección para los municipios de Querétaro, Corregidora y El Marqués, el objetivo era implantar un Sistema de Recaudo y Ayuda a la Operación, con equipos de alta tecnología para ofrecer a los habitantes un servicio de transporte público colectivo moderno, eficiente, económico y seguro, pero con la modificación de las rutas, el aumento en los tiempos de traslado, los vehículos pintados y no modernizados, fallas en los lectores de las tarjetas, inconformidades laborales de los choferes. Sólo cambio la unificación del color de las rutas.

Luego, con la llegada de Pancho Domínguez y su crítica al servicio de RedQ, vino otra renovación del transporte público en 2017 con QroBus, que consistía en una modernización por medio de carriles confinados, nuevos sistemas de prepago y nuevas unidades de transporte. 

Ya en 2018 comenzaban a darse problemas entre los concesionarios y el gobierno del estado; meses después se anunciaba el interés de seis grandes empresas para invertir en el transporte colectivo, y así fue como ADO y Flecha Amarilla se quedaron con el ochenta por ciento de las acciones de la ya llamada empresa Móvil Qrobus (que representaba a mil 600 concesiones de transporte), los pocos concesionarios que quedan de RedQ no podían con las exigencias del estado y decidieron vender las acciones a estas empresas. 

Según algunos medios, ADO es una empresa dedicada al transporte de pasajeros en todo el país y hasta 2018 contaba con más de seis mil autobuses, ejemplos de su capacidad para responder a las exigencias de los queretanos, eran la eficiencia del Metrobús de la Ciudad de México; el objetivo en Querétaro era contar con unidades de primer nivel, con choferes capacitados, y con un servicio de transporte organizado.

Antes de la modernización de RedQ, la entidad contaba con cerca de 100 rutas y más de mil 400 camiones; con la primera modernización, el número de rutas se redujo a 60 y luego con el sistema QroBus se reportan 72 rutas, y de acuerdo con el actual gobernador, Mauricio Kuri González, ahora son 530 unidades.

Antes del término de su mandato, Pancho Domínguez reconocía que el sistema QroBus no había cuajado lo suficiente y dejaba la tarea de cristalizar el sistema al mandatario actual; y ¿qué es lo que ha pasado?, en marzo continuaba la promesa de la adquisición de más unidades de transporte, reorganización de rutas y frecuencias, pero como nada de esto ha sucedido y al contrario la ciudadanía se encuentra cada vez más molesta por el transporte tan deficiente, la espera por más de una hora de rutas que salen desde zonas como La Negreta, la zona norponiente de la ciudad, o que simplemente no pasan. 

Al gobernador no le quedó de otras más que hacer un fuerte llamado a las empresas concesionarias (ADO y Flecha Amarilla) para exigir el incremento de unidades, mejora en las frecuencias, o “sino que nos digan que no pueden para nosotros también tomar algunas acciones al respecto”.

Por último, de acuerdo con el Observatorio Ciudadano de Movilidad, en su documento “Propuestas para la mejora del servicio de transporte público de Querétaro”, se plantea hacer una revisión a fondo de las condiciones laborales de los operadores y mejorarlas; generar un nuevo diseño de rutas; una mejora sustancial de las estaciones de ascenso y descenso; promover unidades de uso multimodal; hacer ajustes en los esquemas de pago, y aplicar subsidios al transporte público, además mejoras a la flota de transporte colectivo, entre otras; y sobre todo que la empresa Qro Bus mejore su modelo de negocio y lo haga atractivo para atraer a quienes hoy usan un automóvil. Pero el vocero de dicho organismo ciudadano, Sergio Olvera León, expone que hace falta la voluntad política de las autoridades estatales, para implementar esos cambios, y que el actual sistema de transporte público deje de ser negocio de unos cuantos y satisfaga la movilidad de la población.

Hace unos días, David Sánchez Padilla, renunció al puesto de director del IQT, ¿las causas? Se supone que debía presentar a inicios de abril una propuesta de modificación de rutas con base en encuestas hechas a la población, pero nunca llegó. Ahora toma la batuta, Gerardo Cuanalo, y debe dar resultados inmediatos.

Lo que es un hecho es que, con el actual sistema de transporte público, estamos peor que antes, parece que los millones de pesos invertidos en su modernización, simplemente se han tirado a la basura, la población exige resultados inmediatos y el gobernador debe cumplirle a los queretanos.

O de plano volver a las rutas con checadores, cobradores y sus formas estrafalarias de dar servicio, pero eso sí, bien efectivas para llegar a la escuela, la casa o el trabajo, esas si te daban el servicio a tiempo, seguro te trepabas a una en cuatro o siete minutos.

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