Del 15 al 17 de marzo se celebraron elecciones en Rusia y el resultado fue contundente: hubo una participación del 77.44% de los 114 millones 212 mil 734 habitantes registrados, es decir, 88 millones 446 mil 341 rusos salieron a establecer su punto de vista mediante el voto en esta jornada electoral. Vladimir Putin, candidato independiente, obtuvo 76 millones 277 mil 708 votos, lo cual representa el 87.28% de la votación, un 35.2% más votos que la anterior ocasión; por su parte, el representante del Partido Comunista de la Federación Rusa, PCFR, Nikolái Jaritónov, obtuvo 3 millones 768 mil 470 votos, lo cual representa el 4.31% y una caída del 56.5% respecto a la anterior votación; por la Unión de Fuerzas Políticas Progresistas, Vladislav Davankov, obtuvo 3 millones 362 mil 484 votos, 3.85% de la votación y León Slutski del Partido Liberal, 2 millones 95 mil 629 votos, una caída del 32.7% con lo cual llega a 3.2% del total de votos.
Los resultados hablan por sí mismos, y reflejan, claramente, el mensaje que quiere mandar el pueblo ruso al mundo entero: se trata de un mensaje de UNIDAD. Efectivamente, el pueblo ruso, contundentemente, está UNIDO en torno a una causa: la defensa de su soberanía y la defensa de la construcción de un mundo multipolar.
La historia del pueblo ruso así lo demuestra: primero, en el año 1812, la valentía y la tenacidad del pueblo ruso, de su ejército que, con sus generales, encabezados por el general Mikhail Kutuzov, instrumentaron la política de la tierra arrasada o tierra quemada, que consiste en quemar todas aquellas aldeas y todo aquello que podría servir de suministros para el ejército invasor. Llegaron a incendiar Moscú, con tal de no entregarla al intento imperialista de Napoleón. Ante la no sumisión del pueblo ruso, Napoleón tuvo que huir de Rusia, donde casi sucumbe. 1812 es el inicio de su derrota definitiva que resultó en junio de 1815 en la batalla de Waterloo.
También debemos recordar que gracias a la entrega del gran pueblo ruso que, en la Segunda Guerra Mundial, o la Gran Guerra Patria, como se le conoce en Rusia, derrotaron a los Nazis de Hitler con un costo de 27 millones de vidas; sin embargo, el pueblo ruso no desistió, se mantuvo firme y triunfó. La historia Occidental tergiversa la verdad y pone como “relevante” el desembarco de Normandía, la liberación de Italia, pero no dicen que esto lo hacen porque después del triunfo de la batalla de Stalingrado por parte del ejército ruso, el poderío alemán comenzó a decaer y el Ejército Rojo, poco a poco, comenzó a avanzar hacia Berlín. Los rusos ya habían llegado a Berlín y para el 30 de abril de 1945 las tropas soviéticas habrían logrado colocar la bandera roja socialista en lo alto del Reichtag. Por ello, la presencia de las tropas aliadas en Francia se convirtió, en realidad, en un dique para que el Ejército Rojo no fuera más allá de Berlín, lo que luego concluyó con la división de Berlín y el famoso Muro que posteriormente se convirtió en un símbolo de la Guerra Fría, pero aun así, las bajas de los aliados, comparadas con la de los rusos y la toma de Berlín son una muestra contundente que fue el pueblo ruso quien derrotó al nazismo y salvó a la humanidad, por segunda vez, de que un imperio se hiciera con el mundo.
En esta ocasión, nuevamente el pueblo ruso triunfará sobre el intento del occidente colectivo de hacerse con el mundo y los resultados electorales así lo demuestran. ¿Por qué? Porque, contra todos los pronósticos, el pueblo ha leído en sentido opuesto todos los intentos de Estados Unidos y de la OTAN por desacreditar al presidente Putin. Veamos
En la video columna, altamente recomendable, de ¡Ahí les va!, Mirko Casale, Las sanciones impuestas contra Rusia pasaron de 2 mil 695 a 16 mil 587, por la operación militar especial para detener el nazismo ucraniano y los intentos de usar esta guerra para debilitar a Rusia, cosa que no lograron; sin embargo, todas las acciones militares de Estados Unidos, no han recibido ninguna sanción
Tampoco pasó desapercibido, dice Mirko, la salida de marcas occidentales de Rusia de manera súbita y no solo se refiere a empresas de hamburguesas, o ropa, sino a empresas para el intercambio de valores con el exterior, que dejaron, de pronto, a miles de familias rusas sin poder recibir dinero desde el exterior de sus familiares.
Menos pasó de puntitas, como si no se hubieran enterado que los atletas y equipos rusos fueron sancionados y no pueden participar en las competencias internacionales; sin embargo, he aquí la doble vara, los deportistas y equipos israelíes, pueden acudir a los encuentros deportivos, no obstante que sus clases dirigentes estén desarrollando una carnicería y un genocidio con el pueblo palestino, cuando parece habérseles olvidado que el pueblo judío fue víctima de una situación similar.
Tampoco pasó desapercibido que los turistas rusos, sólo por el hecho de ser rusos, fueran discriminados en las fronteras poniéndole toda clase de trabas, como no poder pasar al territorio europeo a una persona que llevara productos de procedencia rusa con una lista interminable que incluye, ridículamente, hasta un desodorante.
Menos olvida el pueblo ruso que los apoyos que han enviado a Ucrania, no tiene el propósito de defender a esta, sino de perjudicar a Rusia. Es más, antes de las elecciones, con tal de inhibir la participación de la gente, en la región de Belgorod se han intensificado los ataques a civiles por parte de las fuerzas armadas rusas; la amenaza para que con misiles de largo alcance se destruya el puente de Crimea (que en una conversación de soldados alemanes, quedó de relieve) o las recientes e irresponsables declaraciones del presidente de Francia, que amenaza con enviar 2 mil soldados a Ucrania, violentando tratados internacionales y poniendo en riesgo la seguridad del mundo.
El resultado de esto fue la UNIDAD del pueblo ruso, porque Vladimir Putin, con su política, no está defendiendo los intereses de unas élites minúsculas que han acumulado la riqueza y no quieren perder sus privilegios, no; Vladimir Putin está defendiendo al pueblo ruso y, al propio tiempo, a la humanidad, pues Rusia NO quiere ni necesita más territorio, en cambio, el imperialismo occidental ve las riquezas de rusia: gas natural, petróleo, uranio, diamantes, etc., como un buen botín para impulsar el neocolonialismo, por eso se lanza contra Rusia, pero sólo serán los pueblos unidos y organizados, quienes estén en condiciones de construir un mundo multipolar y mejor para toda la humanidad, y la votación contundente del pueblo ruso, es una muestra en esa dirección.
El ingeniero Aquiles Córdova Morán nos recordó lo que Marx señaló: una vez que el capitalismo entra en su fase terminal, haga lo que haga, será derrotado. Ello se revela en los candidatos a la presidencia de los dos partidos políticos hegemónicos de Estados Unidos: el actual presidente Joe Biden, que confunde al presidente de Egipto con el de México y un Trump, que ha sido acusado de abusar sexualmente a la periodista E. Jean Carroll y que ha dicho que los migrantes mexicanos son los “Bad Guys”, los hombres malos, son las opciones que tiene el pueblo norteamericano para elegir en noviembre. A cualquiera que elija, estará defendiendo los intereses de las clases poderosas de Estados Unidos y no los intereses del pueblo y del mundo.
Por ello, la contundente elección del presidente de Rusia, Vladimir Putin, es un triunfo del pueblo ruso, pero, al mismo tiempo, un avance para la liberación de la humanidad.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario