Rosendo Morales Sánchez, presidente municipal de Ocoyucan, muestra cómo los gobiernos emanados de Antorcha construyen desde el primer día obras públicas en beneficio de los ciudadanos. No hay tiempo que perder y el gobierno antorchista de Ocoyucan entró dando muy buenos resultados.
Esto no sucede con todos los partidos ni con todos los alcaldes. En Puebla, en el trienio de 2018 a 2021, varios presidentes acabaron tras las rejas, otros huyeron de la justicia y otros más enfrentan procesos judiciales en libertad. No hicieron obras y se robaron el dinero o cometieron otros crímenes.
Los detenidos son: el morenista Felipe Patjane, edil de Tehuacán, que fue detenido el 16 de noviembre de 2019. El segundo fue el presidente de Quecholac, Alejandro Martínez Fuentes, detenido el 27 de septiembre de este año. Los prófugos son el presidente de Venustiano Carranza, el panista Vicente Valencia Ávila; y el presidente de Ajalpan, el barbosista Ignacio Salvador Hernández, a quien lo persigue la justicia por sus vínculos con el crimen organizado. Pero no son los únicos. Los presidentes que enfrentan procesos por posibles delitos son tres: el de Tzicatlacoyan, Servando Arizpe Campos; el presidente de Honey, Ángel López Cabrera, y el de Tepatlaxco, Calixto González Montero. Además, la Auditoría Superior del Estado presentó denuncias penales contra más de 20 presidentes porque se detectaron “operaciones simuladas con facturas falsas” en sus presidencias. Y de esos 20 solo hay un detenido: el panista Leoncio Paisano Arias, expresidente de San Andrés Cholula. Todos los demás están prófugos. Entre ellos el famosísimo “lopezobradorista” José Juan Espinosa Torres, y Carlos Alberto Morales Martínez, expresidente de Huejotzingo.
Dado su mal trabajo, muchos no solo no pueden dar la cara ante la ciudadanía. Y mi pregunta es: ¿Cuántos presidentes pueden, como Rosendo Morales, volver a entrar a elecciones y que la gente los reelija dándoles una ventaja muy considerable? Creo que muy pocos. De una cosa estoy seguro: los antorchistas sí pueden y ejemplo de esto son las reelecciones en Atexcal, Cañada Morelos y Ocoyucan.
Rosendo Morales ganó de manera contundente las elecciones en 2018, pero por trampas legales el panismo le arrebató la victoria de manera ilegal. Volvió a competir en 2019 y nuevamente, con una ventaja amplia, volvió a ganar las elecciones. Pese a los recortes para obras en los municipios desde el gobierno federal y una dura campaña del gobierno estatal contra Ocoyucan, en dos años de administración Rosendo y su equipo hicieron un trabajo excelente; por eso, la gente lo propuso para una reelección en 2021. En este año, a pesar de que en la campaña algunos partidos y grupos de poder atentaron contra su vida y contra su equipo de campaña e hicieron una campaña sucia y de mentiras, Rosendo volvió a ganar las elecciones. Esos mismos grupos intentaron arrebatarle el triunfo en los tribunales, pero sus “argumentos” palidecieron ante el voto que logró Rosendo.
Acudí a la toma de protesta hace unas semanas. El ambiente era de festejo y mucha gente estuvo en el evento para validar al gobierno antorchista. Campesinos, amas de casa, obreros, estudiantes y cientos de ciudadanos estuvieron ahí contentos, porque saben que durante tres años más habrá progreso en el municipio.
Ya decía yo que muchos presidentes, al finalizar su periodo, prácticamente huyen de sus municipios porque no hicieron nada y se la pasaron robando el dinero. En Ocoyucan eso no sucedió. Antes de finalizar su primer periodo, la administración encabezada por Rosendo Morales convocó a una serie de inauguraciones de 27 obras.
¿Cuáles son esas 27 obras inauguradas? Varias pavimentaciones de calles con las obras que las complementan, como las banquetas, ampliación de drenaje sanitario y agua potable, construcción de muros de contención, ampliaciones de electrificaciones en zonas que no tenían energía eléctrica, techados en áreas deportivas para beneficiar a los jóvenes, así como la perforación de dos pozos de agua potable y otras obras. Esto se suma, claro, a todos los beneficios para los ocoyuquenses logrados en los dos años previos.
Pero eso no es todo, al día siguiente de su toma de protesta como presidente, Rosendo Morales empezó con la construcción de dos calles importantes en una importante junta auxiliar y días más tarde ambas fueron inauguradas. Así trabajamos los antorchistas.
Un ayuntamiento honesto en el manejo de los dineros, que construyó obras importantes, que ayudó a la gente en la pandemia, que significó progreso, es un ayuntamiento que logró, de pleno derecho, la simpatía de la población. Esperamos que estos tres años que vienen sean mejores. Muchas gracias.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario