La sequía en nuestro país se ha convertido en un fenómeno cada vez más recurrente e intenso. Según datos oficiales, desde 2009 se han registrado al menos cinco eventos de este tipo. Sequías como la de 2011 que acabaron con la producción de temporal en México y disminuyeron drásticamente los hatos ganaderos; en 2021-2023 hemos tenido una sequía que ha dejado sin agua a grandes ciudades y ha vaciado los grandes embalses nacionales.
Las sequías tienen múltiples causas interconectadas que incluyen el cambio climático, el crecimiento poblacional, la sobreexplotación del agua y la deforestación. El cambio climático altera los patrones de precipitación y vuelve a las lluvias impredecibles. El aumento de la población conduce a un mayor consumo, mientras que la deforestación disminuye la capacidad de los ecosistemas para retener agua y regular el ciclo hidrológico: entre menos llueve, más se incrementa el cambio en las actividades agropecuarias en México.
Sin embargo, el impacto no es el mismo para todos los trabajadores en el agro. Para los campesinos pobres, los excluidos y marginados, los campesinos indígenas que sobreviven en lugares olvidados e invisibles; los que el Gobierno de Morena no ve, no escucha ni atiende son los que más sufren y sufrirán con las sequías venideras y las inclemencias del tiempo, pero sobre todo sufrirán por la falta de políticas y seguros para la producción en el campo.
Lamentablemente, el panorama para los campesinos de Morelos no es alentador y se espera que la falta de agua vaya en aumento. Aunado a ello, el presupuesto que destinó Morena para 2024 a la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural es apenas de 74 mil millones de pesos, igual al que se tuvo en 2011, pero las necesidades son mayores: el campo se está secando y no se dimensiona la catástrofe que se provocará si al campo no se le apoya.
Lamentablemente, el panorama para los campesinos de Morelos no es alentador y se espera que la falta de agua vaya en aumento.
La sequía afecta principalmente a la agricultura, pues el terreno, por la falta de lluvias, las altas temperaturas y la evaporación, pierde totalmente su humedad normal, impidiendo con ello el desarrollo exitoso de cualquier plantío. Los cultivos de temporal como maíz, frijol y caña de azúcar son los más perjudicados; ya hay pérdidas de los cultivos, testimonios de campesinos de Morelos mencionan que la pérdida de sus cosechas es del 50 por ciento en comparación con las que obtenían en años anteriores.
Nueve municipios del estado de Morelos registran sequía severa y 21 más presentan sequía moderada, de acuerdo con la información de autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) en Morelos.
Ante esta situación no vemos a las autoridades de Morena, en el estado ni en el país preocupados por la atención del problema; parece que les preocupa más repartir candidaturas que atender el problema del campo.
No se etiquetaron recursos adicionales para atender al campo y estas acciones de Morena condenarán a millones a seguir viviendo en condiciones más miserables y con mayor pobreza. El Gobierno actual quiere continuar con su política de programas asistenciales de dinero para la compra de conciencias, pero a cambio de matar al campo y a los campesinos de hambre.
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