Sabemos que cada 3 o 6 años hay elecciones en nuestro país y, por lo tanto, el pueblo vuelve a votar por los que siempre lo engañan, votan quizá por convicción, por obligación cívica o bien porque les imponen a los candidatos e incluso hasta por ser amenazados, pero salen a depositar su voto en las urnas, la cuestión es que a pesar de elegir a uno u otro candidato, de uno u otro partido, siempre siguen gobernando los mismos, con el mismo estilo y método aunque la forma cambie, y es aquí donde está el verdadero problema, porque el pueblo no ha alcanzado a entender algo muy trascendente, que por más que vote por un candidato aunque sea diferente en la forma, en el fondo gobernará igual que todos los demás que le han antecedido porque cada partido trae la misma filosofía; es decir, gobernar dentro y bajo el mismo modelo económico, por eso es que no cambiará nada en esencia la forma de gobernar. ¿Qué falta entonces para que realmente el pueblo entienda por quien debe votar y por quién no?; lo que falta en primer lugar es que tenga una cultura política y que consiste a mi entender, en conocer el origen y la ideología de cada partido político, conocer su historia, quién lo fundó, cuáles son sus objetivos y a qué clase social pertenecen los fundadores o el fundador, cuando el pueblo elector conozca todo esto, es cuando hará una mejor elección y tendrá quizá un mejor candidato y por lo tanto un mejor gobernante; pero esto no es todo, también tiene que saber que mientras sean partidos formados al vapor no tienen ningún futuro y no tiene caso embarcarse con uno de ellos porque seguiremos igual, aquí lo importante, lo verdaderamente importante y trascendente es que el propio pueblo forme y forje su propio partido, esto quiere decir que una vez que ha entendido la importancia y el arrastre político que tiene un partido, entonces sabrá que es una herramienta de trabajo y un arma de lucha para quitarle el poder a los que solo han abusado siempre usando a los partidos como trampolín para escalar puestos públicos y seguir viviendo del erario público y por lo tanto empobreciendo a los trabajadores cada vez más como sucede hoy en la actualidad con la “Cuarta Transformación” de López Obrador, pero ya no queremos más de lo mismo.
Lo que tiene que hacer el pueblo si realmente quiere cambiar su situación, es lograr el reconocimiento oficial y legal de su propio partido, donde los candidatos sean elegidos verdaderamente por los de a pie, pero que además sean verdaderos representantes populares y no oportunistas vulgares del momento; aquí se trata de que éste partido sea realmente del pueblo, de los verdaderos trabajadores, de los que sufren a diario y luchan por su familia, porque esos son los verdaderos forjadores de un partido con estas características y porque solo así sabrán defender la existencia y consolidación de ese mismo partido.
Así pues, mientras el pueblo no alcance a entender esta gran tarea, no saldrá del atolladero, y porque un pueblo sin partido propio y sin cultura política seguirá siendo víctima fácil de los demás partidos existentes; ojalá despierte ya el león dormido para que nos pongamos a forjar seriamente el verdadero partido popular que mucha falta hace; muchos llegaron a pensar por ejemplo que López Obrador y su partido podían ser la opción verdadera pero se han equivocado porque las consecuencias las estamos pagando todos, no hay pues otra opción como partido a la vista ni en lo inmediato, lo que existe es una verdadera organización política que se llama Movimiento Antorchista Nacional y que sigue trabajando para ser muy pronto una opción para todos los marginados de este país y para todos aquellos que ansían una opción que realmente lleve a nuestro país a un desarrollo progresivo y seguro y no como la 4T que solo se ha dedicado a mentirle al pueblo y dejarlo más pobre de lo que ya hemos estado desde antaño.
Sumemos pues, nuestra voz a Antorcha y juntos lograremos lo que todos los demás partidos no han logrado y no lo han hecho porque simplemente no se formaron para eso, no son del pueblo, siguen siendo de las clases privilegiadas, ganémosle al tiempo y luchemos por los vientos de cambio. Juntos y unidos podemos progresar, porque de seguir dispersos y divididos, seguiremos igual, la historia así lo está gritando.
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