La etnia indígena Mayo, de origen católico, habita principalmente el Norte de Sinaloa, en los municipios de El Fuerte, Choix, Ahome y Sinaloa de Leyva, y el sur de Sonora.
Dentro de su estructura social se encuentran los Kobanaros o Gobernadores Tradicionales, un pueblo originario heredero de las políticas indigenistas de los años setenta, cuando se formaron los consejos supremos en diferentes comunidades indígenas. Su labor principal es la de coordinar las fiestas tradicionales y gestionar mejores condiciones de vida de los indígenas y la infraestructura de los centros ceremoniales.
El Consejo de Ancianos es parte de esta estructura social indígena, los que lo integran son los representantes y autoridades del pueblo, pero para ello son elegidos mediante votaciones para ocupar el cargo durante tres años.
En Sinaloa se llevaron a cabo las elecciones para elegir a los Kobanaros, en febrero de este año. En el centro ceremonial “Purísima Concepción” de la sindicatura de Charay, el proceso de la elección se llevó a cabo el día 19 de febrero, pero no como el pueblo indígena esperaba, y la situación se salió de control.
Según la información proporcionada por algunos indígenas de la comunidad, se impuso a uno de los candidatos, aun cuando el Consejo de Ancianos le otorgó el triunfo al contrincante, por lo que éste ahora solicita la impugnación del proceso debido a las inconsistencias y anomalías; por ejemplo, en la segunda convocatoria que publican el 8 de febrero modificaron la edad para competir; por norma, el aspirante debe ser mayor de 35 años, pero quien ganó los pasados comicios fue un joven indígena de 27 años. Según el portal de Línea Directa hubo hasta detenidos por irrumpir la asamblea.
Desafortunadamente cuando pensamos en democracia éste tipo de elecciones mañosas son las que se nos vienen a la cabeza, y esta pequeña elección de Kobanaros o Gobernadores Tradicionales es una muestra de que para llegar al poder y tener el poder político y económico, aunque sea pequeño, no importa a quién se atropelle, no importa a quién se tenga que quitar del camino, aquí lo importante siempre ha sido buscar un beneficio personal y no social que ayude a combatir la pobreza en la que se encuentran sumidas miles de familias indígenas, ése debería ser el objetivo social de todo candidato.
Si esto sucede aquí, en lo pequeñito de una comunicad indígena, con una sindicatura, ya sabemos o podemos imaginar qué pasa en las elecciones municipales, estatales y federales. Recordemos cómo se llevaron a cabo las elecciones pasadas en nuestro estado y a nivel nacional.
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