El tema educativo en el estado sigue siendo un asunto que ha dado mucho de qué hablar, a raíz de que, tanto en Guerrero como en la mayoría de los estados de la República han sido declarados en Semáforo verde. Razón por lo que el presidente decretó que, a partir del 7 de junio, los estudiantes ya podrán regresar a las aulas para recibir las clases presenciales, dicho sea, sea de paso, muchos de los males de nuestro país no se resuelven por decreto y menos cuando se trata de cuestiones de salud y de educación. Por su parte, los funcionarios de la Secretaría de Educación Pública dijeron que el regreso a clases presenciales, será de “manera voluntaria”. Es aquí donde está lo ambiguo del asunto, pues es una forma sutil de no asumir la responsabilidad que le corresponde al gobierno; es decir, de brindar las condiciones para que los alumnos regresen a las aulas; en este caso, de garantizar y proveer material necesario para evitar el contagio tanto para alumnos como maestros, aun cuando estos últimos hayan sido vacunados; por otro lado, se requiere rehabilitar los planteles, pues a más de año y medio de estar abandonados, las aulas requieren mantenimiento básico e inclusos algunas escuelas han sido vandalizados y es necesario de una inversión mayor, recurso que el estado debe destinar, pues los padres de familia difícilmente podrán absorber el costo, por las condiciones económicas en que los ha dejado la pandemia. Pero algunos funcionarios de la Secretaría de Educación Pública (SEP) han ido aún más lejos. Es el caso del secretario de Educación de Guerrero Heriberto Huicochea Vázquez en días pasados dio muestras de la poca voluntad del gobierno en tomar acciones que garanticen una buena educación. El secretario dijo que, en Guerrero, el regreso a las clases presenciales será opcional, pero, además, agregó, que será gradual y dividido; los primeros dos días de la semana asistirá la mitad del grupo, los siguientes dos días la otra mitad y el viernes los alumnos rezagados y, por si fuera poco, el secretario de Educación dejo claro que los padres que quieran llevar a sus hijos a las aulas tendrán que firmar una carta responsiva y los niños tendrán que cumplir los protocolos sanitarios. También dijo que la SEP buscará que las clases se reciban al aire libre.
Esto refleja, quiérase o no, que la educación es un tema que al gobierno lo le interesa, ni la salud de los alumnos ni de la población en general. Se muestran “preocupados” para el retorno a clases, pero sin asumir su obligación, en cambio, le cargan a los padres de familia la responsabilidad exclusiva de asumir las consecuencias de un contagio. Eso de que la SEP vigilará que las clases se impartan al aire libre, también es otra forma de eludir la obligación de destinar recursos para rehabilitar las instalaciones; son ocurrencias, ni siquiera toman en cuenta las condiciones climáticas (calor, aire, etc.) y la época de lluvia y, aun así, se requiere de una mínima infraestructura, porque ni modos que las clases se impartan bajo un árbol. Finalmente, eso de la asistencia opcional y atención a los alumnos rezagados, también demuestra que el funcionario de la SEP, desconoce el grado de atraso educativo que hay en la población estudiantil, tomándolo como si fuera un mal menor.
La pandemia indudablemente vino a empeorar el nivel educativo en nuestro país, con más gravedad en el estado de Guerrero. Son muchos los factores que han influido para que la educación sea de muy baja calidad, pero la que ha sido determinante es la inacción histórica de los gobiernos en esta área. Antes de la pandemia, dice un estudio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en la región sur de nuestro país “la situación social se estaba deteriorando; el aumento de los índices de pobreza y de pobreza extrema necesariamente incrementarán las desigualdades y el descontento social que tendrá importantes efectos negativos en los distintos sectores sociales, pero particularmente en la salud y la educación”. Por su parte, la Organización de la Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) refiriéndose a esta parte del país, que “ha encontrado grandes brechas en los resultados educativos, debido, por un lado, a una desigual distribución de los docentes; concentrando los más calificados a las zonas urbanas y relegando a zonas rurales, donde hay gran concentración de indígenas y migrantes a los docentes de bajo perfil académico, por ser regiones de menor ingreso.”
Estando, así las cosas, no hay otra manera que seguir exigiendo que las autoridades no jueguen con el futuro de nuestro país, privar de una educación de calidad a la niñez y a la juventud, es estar condenando a la sociedad mexicana al atraso y a la marginación. Por lo que se ve, este gobierno de la 4T, con su nueva modalidad educativa, de abandonar las aulas y recibir la educación a distancia, originó la deserción escolar, y en la mayoría de las escuelas rurales, como es el caso de Guerrero, los alumnos no pudieron continuar su preparación debido a las carencias de medios técnicos (señal, computadora, teléfono, etc.) y ahora pretende regresarlos a las aulas sin antes llevar a cabo un plan de vacunación de los alumnos y de invertirle a la infraestructura, regresar a clases así, se está exponiendo a un nuevo contagio, pero urge que las clases presenciales vuelvan a la normalidad, siempre y cuando se vacunen a todos los estudiantes, de todos los niveles, si no se hace así, se estará empeorando el de por sí ya deficiente nivel educativo de la niñez y la juventud guerrerense.
Es bueno y se reconoce que, en el estado, el 90% de los maestros han sido vacunados, de igual manera el personal administrativo y de intendencia, pero eso no garantiza que los alumnos no corran ningún riesgo aun tomando todas las medidas de sanidad, siempre el peligro está latente, sin embargo, esto hace pensar que el gobierno federal debe elaborar un plan de vacunación para los alumnos e invertirle a la rehabilitación de las instalaciones, pues muchas las han vandalizado. Ambas cuestiones son prioritarias en este momento, el hecho que el pasado lunes no hayan regresado a clases la mayoría de las instituciones es una muestra de que la sociedad, los padres de familia pues, no quieren arriesgarse poniendo en peligro a sus hijos. La educación de la juventud y la salud de los alumnos son prioridades para el país y debemos exigir ese derecho.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario