Como todo mundo sabe, el día 4 de febrero inició el proceso de revocación de mandato y tendrá fin el 10 de abril, una vez que se haya consultado a los mexicanos si están de acuerdo con que a Andrés Manuel López Obrador se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la presidencia de la república hasta que termine su periodo. Durante la campaña de difusión de la revocación, el INE será la única instancia que promoverá la participación de los ciudadanos y la difusión a través de los tiempos en radio y televisión que le corresponden al mismo. Por tanto, indica el INE, los gobiernos, del orden que sean, no podrán contratar propaganda en radio y televisión dirigida a influir en la opinión de los ciudadanos sobre la revocación, ni tampoco podrán difundir información sobre los logros de sus gestiones, es decir, habrá veda electoral durante dos largos meses.
Como dice alguien por ahí, dicha veda electoral les cayó como anillo al dedo a los gobiernos de diferentes niveles, en el sentido de que tienen el pretexto perfecto de dónde agarrarse para negar solución a los problemas de sus gobernados, porque todos sabemos que nuestros gobernantes hacen de todo menos para lo que fueron elegidos, por tanto, buscan cualquier pretexto para escudarse de sus obligaciones. Siempre salen con que van empezando, están conociendo los problemas, después que porque no les llegan los recursos y por último que los recursos no alcanzan para resolver “todos” los problemas porque son muchos, y ahora se agrega esta idónea veda electoral en su ayuda.
Un claro ejemplo de esto que estoy diciendo es la actitud que algunos funcionarios de la Secretaría de Desarrollo Social del gobierno de Sonora asumen ante las justas y elementales peticiones de una buena parte del pueblo sonorense. Como es sabido, esta secretaría se jacta de tener como su misión reducir la pobreza, la marginación y exclusión social para alcanzar mayores niveles bienestar para los sonorenses más pobres, por ende, maneja programas con nombres rimbombantes con una carga social que convence a todo mundo, que si realmente jugaran su papel ya estaríamos del otro lado. Pero con funcionarios como los hoy responsables, todo queda en buenas intenciones porque cada que la gente realmente necesitada va a pedir ayuda, la insensibilidad gubernamental se antepone al bienestar social.
El Movimiento Antorchista de Sonora desde el mes de octubre hizo entrega de un pliego petitorio que contiene las peticiones muy precisas de sus agremiados. Se hizo petición para apoyo con Vivienda Digna para los que requieren y cumplan con los requisitos, que son muchos en el estado. También que sean tomados en cuenta en programas como “Cuidar a quienes cuidan”, “Mano con Mano”, entre otros, para aliviar un poco la difícil situación en la que viven miles de familias. Pero resulta que, a más de cuatro meses de esto, los apoyos no se miran por ningún lado; lo único que han demostrado es la poca disposición de cumplir con sus compromisos. Ante esto, en días recientes cientos de antorchistas hicieron valer su derecho a la manifestación pública ante las oficinas de Sedesson para decirles que no estamos de acuerdo con el trato de exclusión y marginación que nos han dado. Ya en la mesa de diálogo dijeron que por ahora no se puede dar ningún tipo de apoyo porque ya entró en vigor la veda electoral, que hasta abril se reanudarán y que entonces sí seremos tomados en cuenta. Desde que inició el nuevo gobierno hasta abril serán alrededor de siete meses, más de medio año de escasez de apoyos para la gente.
Los antorchistas no somos ingenuos. Sabemos que la veda electoral es solo un buen pretexto para no cumplir, la verdadera razón de la nula solución es que para esta Secretaría el pueblo no es prioridad, al pueblo no se le toma en cuenta, menos si el pueblo lucha y exige de manera organizada. Porque si para ellos fueran primero los pobres, ya hubieran dado algún resultado a estas peticiones en meses anteriores. Ellos pregonan que para 2027 van a acabar con la pobreza extrema en el estado y levantarán bandera blanca, y nosotros les decimos que, si quieren que eso sea una realidad, primero tienen que empezar por hacer caso al pueblo organizado que exige apoyos, si así no lo hacen, lo único que van a conseguir es decepcionar una vez más al pueblo sonorense.
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