* En más de una comunidad las temperaturas descienden bajo cero, lo que provoca enfermedades y muerte de animales
Apenas es diciembre, el primer mes oficial del invierno, y el frío en las comunidades campesinas del municipio de Villa del Carbón se siente con toda su crudeza.
Son las primeras horas del día y en casa de la familia Santiago, de la comunidad de San Luis Taxhimay, los niños –que por el receso de fin de año no han asistido a la escuela– se arremolinan alrededor del fogón para aprovechar al máximo su calor.
Son varias las comunidades del municipio en las que las temperaturas descienden bajo cero; por ejemplo, en Las Vigas, El Cerrito, San Isidro del Bosque y El Llano Zacapexco, el termómetro ha registrado menos 4 grados Celsius, mientras que en Los Arana, La Esperanza y San Sebastián Buenos Aires, la temperatura ha registrado menos 8 grados.
Dadas las precarias condiciones de la mayoría de las viviendas campesinas, cada año los habitantes de esas comunidades sufren fríos extremos que les causan enfermedades características de la temporada, y no sólo eso; también se afecta la economía de los agricultores porque son los meses en donde más gastos se hacen en los traslados y el pago a médicos particulares.
Las enfermedades más comunes son gripe e infecciones en las vías respiratorias, padecimientos que, cuando se trata de bebés, niños y personas de la tercera edad, pueden derivar en casos de bronconeumonía o bronquitis; en las personas de edad promedio, de entre dieciséis a cincuenta y cinco años, no hay tanto peligro; sin embargo, el padecimiento debe atenderse destinando recursos económicos para la revisión médica y los medicamentos.
Para tratar sus enfermedades, la gente acude a los centros de salud pública; sin embargo, no en todas las comunidades existen esos centros de salud y los pocos que hay están muy concurridos porque deben atender a los pacientes que provienen de diferentes comunidades de la demarcación.
De acuerdo con los datos del Instituto de Seguridad Social del Estado de México (Issem), en el municipio de Villa del Carbón sólo hay un hospital general, que se encuentra ubicado en la comunidad de San Jerónimo, y cinco casas de la salud para la atención de la población mayoritariamente campesina, diseminados por su territorio.
Esta realidad en la infraestructura para la atención a la salud no permite la revisión clínica de todos los pacientes, además de que, en varios de ellos, no existen medicamentos suficientes, por lo que la familia debe adquirirlos en farmacias particulares.
Ante la necesidad de atender sus padecimientos y la dificultad para acceder a los servicios de las clínicas y centros de salud públicos, las personas acuden a los establecimientos particulares o bien al único consultorio adjunto a una farmacia de similares que se encuentra en la cabecera municipal.
Sin embargo, si la enfermedad requiere atención de urgencia, la única alternativa es desplazarse hacia los municipios vecinos como Jilotepec, Nicolás Romero e incluso al hospital ubicado en Atizapán de Zaragoza.
De acuerdo con el último censo de población, el municipio tiene 51 mil 498 habitantes, de los cuales el gobierno reconoce que 18 mil 57 no tienen acceso a los servicios de salud, 45 mil 758 carecen de seguridad social y que 34 mil 464 personas viven en situación de pobreza.
En estas condiciones socioeconómicas, los campesinos buscan cómo solventar los gastos comprando algunos animales como gallinas y guajolotes con la intención de venderlos posteriormente o comérselos. Pero en esta temporada de frío, los animales a veces no sobreviven, ocasionando más pérdidas económicas a los campesinos, por lo que estos meses representan para las comunidades rurales de la demarcación un verdadero peligro y un periodo en el que se incrementa el sufrimiento.
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