MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Alto a las calumnias de Santiago Miranda

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En cada oportunidad que tiene Santiago Miranda convierte sus actos oficiales en una retórica de quejas y acusaciones contra Antorcha y, en particular, contra la administración que encabezó Salvador Castañeda Luna. El reciente acto de “inauguración” de la Presidencia Municipal, no fue la excepción.

La construcción de un nuevo Palacio Municipal era una demanda popular, las administraciones recientes funcionaban de manera incomoda por el tamaño reducido del edificio que inició su construcción en 1982 y que nunca se terminó, de manera que con el tiempo, se volvió insuficiente, amén de la imagen que daba de un municipio sin miras de progreso y orgullo, ya que los municipios de la región y algunas comunidades de Ixcaquixtla cuentan con un espacio digno para el funcionamiento de sus autoridades.  

La decisión de demoler la antigua Presidencia, en medio de una pandemia y recortes presupuestales, para construir una nueva con recursos municipales, fue realmente visionaria y valiente, porque nadie se había atrevido y es poco probable que alguien lo haría en el futuro inmediato; pero era una necesidad que Ixcaquixtla tuviera una nueva imagen y las autoridades futuras contaran con espacios suficientes para atender dignamente a la población. 

El pueblo fue testigo del proceso de construcción y pudo darse cuenta de que es una obra bien reforzada que no corre riesgos con eventos de sismos y que está cimentada para soportar hasta dos pisos más. Pero la administración actual tenía que buscar pretextos para desacreditar esta hazaña de Antorcha; inició con tapar y luego quitar la placa colocada por la administración anterior, mostrando con ello la fobia contra la organización. 

Pues bien, el día de la “inauguración” no les faltó talento para encontrarle defectos al nuevo Palacio Municipal y así justificar los 4.5 millones de pesos que dicen le aplicaron para “corregir los defectos” y terminar los detalles. Mientras que, para su construcción, la administración pasada le invirtió 6.3 millones de pesos. 

En fin, el propósito era echarle “humo en los ojos” al pueblo para poder adjudicarse la obra y así justificar la nueva “inauguración”. Tal adjudicación era una necesidad para el Presidente, ante la falta de obras de trascendencia y porque ya se acerca el inicio del proceso electoral de 2024 y seguramente está interesado en dejar a alguien de sus incondicionales, a pesar de los pésimos resultados, para que Morena siga en el poder.

Por tanto, la mentira, la calumnia y la descalificación contra la organización seguramente continuará con mayor intensidad, pero el pueblo sabe que el principal desarrollo que tiene Ixcaquixtla durante los últimos 40 años ha sido gracias al trabajo y la lucha del pueblo organizado, con el poder y sin el poder. Y cuando Santiago Miranda afirma que “Ixcaquixtla ha estado abandonado en los últimos 40 años”, refiriéndose a la organización, está mintiendo, porque quienes han contribuido a los rezagos aún existentes tienen nombre: Cobos Marín, Tomás Romero (QEPD) y ahora Santiago Miranda. Y si considera que no forma parte le preguntamos: ¿Qué está haciendo en justicia de ese olvido? El presidente no se da cuenta que, al calumniar a la organización, está ofendiendo a una parte importante de sus gobernados, porque los antorchistas son tan ixcatecos como él.
 

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