La realidad, los hechos, siempre se imponen ante las palabras y más si se trata de discursos demagógicos tales como los que mencionó, durante su campaña, y menciona todos los días en sus "mañaneras" el presidente Andrés Manuel López Obrador. La principal proclama que ha utilizado es que va a eliminar la pobreza que padece México. ¿Cómo? Erradicando la corrupción del Gobierno. El presidente se ha enfocado tanto en cumplir su principal promesa, acabar con la corrupción, que lo está haciendo al pie de la letra, pero, esto lo está haciendo a costa de todos los mexicanos; eliminó el Seguro Popular, desapareció las instancias infantiles, extinguió los comedores comunitarios, está apretando el gasto de la burocracia del Estado mexicano a tal punto de que en los siguientes días el numero podrá ascender a 200 mil despidos. Todas estas acciones de improviso se han llevado a cabo porque según Obrador allí había corrupción.
Pero esto no ha sido lo único que ha cumplido el presidente López Obrador. Su otra bandera también la ha levantado muy bien: la de "primero los pobres". ¡Sí! Lo ha hecho muy bien. Ahí está la "Ley Garrote" que impide el derecho a la libre manifestación, es decir, si los tabasqueños protestan contra la construcción del capricho del presidente, llamado Refinería Dos Bocas, serán acusados de bloquear calles e impedir el libre tránsito de terceros, serán juzgados por chantajistas y encarcelados durante 20 años. Y como está ley, impuesta por la autodemocracia del mismo López Obrador, está resultando muy efectiva para los intereses económicos de los grandes empresarios, no dudo que la vaya a aplicar en otros estados, digo, para que sean primeros los pobres como él dice.
Otro regalito para nosotros, los pobres de México, es la "Ley de extinción de dominio" con la que cualquier juez nos pude acusar con una simple sospecha de haber cometido algún delito para despojarnos de nuestras pertenencias, de nuestro patrimonio, y el Estado las puede vender, todo esto sin antes iniciar un juicio previo. Además, en caso de resultar inocentes los acusados, no hay garantía de que se le devuelva sus pertenencias. ¡Vaya! Nuestro Gobierno sí respeta la propiedad privada de la alta burguesía, pero no respeta la de la clase trabajadora, qué raro, que puede ser juzgada por esta ley.
Y para que estemos más contentos nos dieron la ampliación de mandato de Jaime Bonilla, quien gobernará Baja California hasta el 2024. ¿Quiénes permitieron eso? Toda la bancada de MORENA, empujados por el presidente Andrés Manuel López Obrador y por la presidenta nacional del mismo partido, Yeidckol Polevnsky. ¿Cuántos ciudadanos de Baja California votaron por esta "Ley Bonilla"? No más de 25 diputados locales. A esto sólo se le puede llamar de una sola manera: traición al pueblo mexicano. ¿Cómo alguien que prometió gobernar para lograr un cambio verdadero para nuestro país, termina ejerciendo el poder a favor de sus intereses y contra todo el pueblo de México? ¿Esta es la "Esperanza de México"? ¿Qué nos depara el futuro, más bien, las imposiciones que puede realizar el presidente López Obrador en los otros puestos donde impera MORENA?
Nosotros, mexicanos, no debemos permitir que un político, que se decía ser democrático y que iba a trabajar a favor del pueblo, termine siendo un fascista, un dictador de primera, ni mucho menos que atropelle la división de poderes y que él solo ejerza el poder a su antojo. No tenemos que permitir que ningún político viole nuestros derechos constitucionales y ninguna autoridad haga algo al respecto, ejemplo; Omar Fayad, gobernador del estado de Hidalgo, quien tiene a más del 50% de hidalguenses sumidos en la pobreza, pero que, además, no resuelve las principales demandas que le han solicitado, al contrario, sólo se dedica a golpear a los manifestantes. ¿Y la justicia? Prostituida con MORENA. ¿Qué podemos esperar de un gobernador que se le da lugar en primera fila y justo a un costado de la presidenta de MORENA, durante la toma de protesta de un "moreno" llamado Miguel Barbosa?
Entonces, pueblo de México, se están cometiendo muchas arbitrariedades contra nosotros, los trabajadores, y ¿qué debemos hacer? Ya probamos muchas cosas y resultaron perjudicadoras para todos los mexicanos, la más grave es la que estamos viviendo actualmente. Entonces sólo nos queda organizarnos y luchar juntos con el Movimiento Antorchista Nacional. ¿Por qué con Antorcha? Porque es la única organización fuerte y muy bien consolidada que tiene un real proyecto de nación, claro, objetivo y beneficioso para todo el país. Es necesario darle un granito de confianza a Antorcha, es fundamental que Antorcha gobierne este país, pues la clara evidencia de su buen gobierno está en Tecomatlán, Huitzilán de Serdán, Ixtapaluca o Chimalhuacán. No dudemos más, ¡vamos con Antorcha!
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