En la capital de Puebla existen núcleos poblacionales muy importantes, desarrollos urbanos que han mejorado considerablemente las condiciones de vida material de miles y miles de familias. Donde había desolación, hoy las familias tienen una vida más llevadera gracias a la lucha que han emprendido con el Movimiento Antorchista. La lucha nunca ha sido fácil, los servicios, las obras y todo, lo hemos tenido que arrancar a los gobiernos en turno para que cumplan con su obligación y atiendan las necesidades de los pobres.
Ahora hay colonias muy importantes como Balcones del Sur y la Unión Antorchista, como la 1º de Mayo y la 2 de marzo, y muchas más que irradian progreso y desarrollo.
Pero, con Morena en el poder, las cosas se complican por su política de oídos sordos y cerrazón, por su sectarismo y represión en contra de quienes critican, denuncian y evidencian sus notables deficiencias en el gobierno. Miguel Barbosa, gobernador emanado de Morena, está muy lejos de ser un estadista cuyo intereses y principal preocupación sea el bienestar de los poblanos. Barbosa no sabe cómo resolver los problemas de Puebla.
Una de las principales demandas de los poblanos es que se realicen obras de primera necesidad para atender la carencia de servicios básicos y de alto impacto y contribuir al desarrollo de las zonas más marginadas. Pero Barbosa y Morena no hacen caso e instauraron una campaña de represión contra quienes les exigimos que hagan bien su trabajo.
Los antorchistas levantamos la voz para que los diputados federales destinaran recursos para atender las necesidades de las colonias y los pueblos azotados por el rezago social y la pobreza, pero la política de oídos sordos del gobierno federal se hizo presente.
Ahora, una vez más, nos pronunciamos porque los representantes de Morena cumplan con su promesa de primero los pobres. En próximos días, el Congreso del Estado de Puebla
discutirá cómo se gastará el presupuesto asignado por la federación, y pedimos un plan del gasto serio y responsable.
Más del 26 por ciento de los poblanos carece de servicios básicos. Cerca de 900 mil familias carecen de agua potable, más de seis por ciento de las viviendas no tienen drenaje sanitario, alrededor de cinco mil hogares carecen de energía eléctrica. Esto es lo que Morena debería resolver. Esa es la demanda del pueblo pobre organizado, esa es la exigencia del antorchismo poblano.
Para salir de la marginación debemos entender que sólo el pueblo organizado puede dar la batalla. Tenemos que hacernos oír por los sordos de Morena y, sobre todo, prepararnos para sacarlos del Congreso de la Unión en la elección que viene y para poner en su lugar a verdaderos y dignos representantes de la voluntad popular.
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