Durante la administración del expresidente Andrés Manuel López Obrador se presumió el fortalecimiento de la paraestatal bajo su mandato y el hecho de que esta había de evitar su privatización. Además, se elogió mucho la labor de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) para evitar apagones significativos durante las olas de calor que afectan al país.
CFE cobra hasta más de 3 mil pesos en comunidades donde sólo se usa un foco de luz, carecen de electrodomésticos y, por lo regular, viven adultos mayores.
Pero esto no sólo ha ocurrido en los últimos seis años: la historia se remonta a los últimos veinte, donde esta misma empresa que se denomina de talla mundial ha recibido múltiples denuncias, principalmente en zonas indígenas de diferentes estados de la república.
Se ha demostrado que la paraestatal cobra hasta más de 3 mil pesos en comunidades donde solo se usa un foco de luz, carecen de electrodomésticos y, por lo regular, viven adultos mayores. Son zonas en las que prácticamente la luz es innecesaria durante el día, pero aun así el cobro es excesivo. A pesar de ello, la Comisión Federal no perdona y el usuario, en este caso adultos mayores o personas de escasos recursos, tienen que acceder a convenios para pagar deudas por un consumo que no coincide con su forma de vida. Esos 3 mil pesos pueden variar y llegar hasta los 15 a 30 mil pesos.
Las denuncias son más constantes durante temporadas de calor, lluvias o incluso en días soleados, como las que se presentaron recientemente en Tuxtla después de que las primeras lluvias golpearan a la capital.
Fueron más de 24 horas, e incluso hasta cuatro días, como en la colonia Unidad Antorchista o Patria Nueva, que se quedaron sin servicio tras la quema de un transformador. La CFE reportó que sólo en la división sureste, que comprende los estados de Oaxaca, Chiapas y Tabasco, hasta marzo de este año se habían sustituido 140 transformadores de distribución como parte de los trabajos de mantenimiento para hacer frente a la temporada de calor.
En un contexto de quejas crecientes por los constantes apagones —muchos de los cuales se han prolongado por varias horas—, la paraestatal asegura que dio mantenimiento a más de 40 mil kilómetros de red de media y alta tensión, las cuales están siendo sometidas a una mayor demanda.
De hecho, Chiapas y otros cinco estados del sureste han reportado apagones que se prolongan por horas, e incluso durante días, con afectaciones diversas que han generado una molestia creciente y generalizada. Estos apagones ocurren en un contexto de altas temperaturas que han llegado a superar los 45 grados Celsius en varias de las regiones afectadas.
De acuerdo con la CFE, para garantizar que las líneas de conducción no estén afectadas durante esta temporada, han podado más de 404 mil árboles cuyas ramas estaban cerca de líneas eléctricas.
También reportan la sustitución de unos cinco mil 680 apartarrayos y más de seis mil 600 apartadores en los tres estados. No obstante, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) informó que la temporada de verano representa un consumo energético muy alto y, como medida de protección para la red eléctrica, se reduce la oferta en un 3 %, desconectando a consumidores para no poner en riesgo el sistema, lo cual explicaría los apagones en distintas ciudades de la región.
Particularmente en Chiapas, estos cortes de suministro se han registrado en Berriozábal, Chiapa de Corzo, Suchiapa, Tuxtla Gutiérrez y Tila durante la última semana, afectando a más de una docena de colonias en la capital del estado. Yucatán, Tabasco, Coahuila y Veracruz son otros estados que reportan la misma situación, con apagones que han durado más de cuatro días.
No obstante, la CFE asegura que con la instalación de al menos once equipos de protección y seccionamiento, la continuidad del suministro eléctrico está garantizada para los estados que integran la división sureste del país.
Oficialmente, la llamada Central Hidroeléctrica Manuel Moreno Torres es la más grande del país. Chiapas es un estado clave en la transición energética, de acuerdo con un estudio presentado por instituciones federales.
Todavía en 2023, expertos en energía aseguraban que, con políticas públicas más consistentes y mayores inversiones en investigación y desarrollo, México tenía el potencial de convertirse en líder de la energía renovable en América Latina, y Chiapas volvía a ser el ejemplo.
Pero las políticas públicas, desorganizadas, llevaron los esfuerzos a otros lados, donde ahora hay obras fracasadas que muestran la complejidad en que ha caído la CFE y que preocupa al pueblo de México.
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