El programa de Escuelas de Tiempo Completo (ETC) inició en 2007 con 441 planteles de educación básica, estas se encontraban en su mayoría en zonas de alta marginación. Con el transcurso de los años, llegaron a ser 27 mil 63 las escuelas que ofrecieron este programa y que recibieron el reconocimiento de organismos como el Consejo Nacional de Evaluación Política de Desarrollo Social (Coneval).
Las ETC se caracterizaban por optimizar el uso efectivo del tiempo escolar con el objetivo de reforzar las competencias: Lectura y escritura, Matemáticas, Arte y Cultura, Recreación y Desarrollo Físico, así como los procesos de Inclusión y Convivencia Escolar. Extendían la jornada escolar en las que se ampliaban las oportunidades de aprendizaje de niños y adolescentes con el objetivo de mejorar los resultados educativos y se caracterizaban por brindar un servicio educativo con 200 días lectivos durante una jornada extendida entre seis y ocho horas. Además, este tipo de escuelas proporcionaba alimentos nutritivos a los estudiantes, que quizá para muchos de ellos era la única comida que consumirían durante el día. Sin embargo, a pesar de todas las bondades que caracterizaban a este programa, el gobierno de la 4T, lo canceló definitivamente con el trillado discurso de que existían "malos manejos", con ello quitaron la esperanza a niños y jóvenes la oportunidad de una jornada escolar de mayor duración y recibir servicios de alimentación, por lo que se vieron afectados 3.6 millones de estudiantes en el país, afectando de igual manera a miles de maestros y directivos que recibían apoyos económicos por las jornadas ampliadas.
Uno de los retos más grandes que históricamente ha enfrentado el sistema educativo mexicano es el de reducir las diferencias en al aprendizaje entre estudiantes pobres y no pobres, es una tarea pendiente para alcanzar un nivel de equidad y de justicia social. Para resaltar más las bondades del programa de ETC, comentaré las evidencias existentes de que este programa contribuía a lograr el objetivo de mejorar los aprendizajes de los alumnos, especialmente en zonas de alta y muy alta marginación. Un estudio del Banco Mundial publicado en 2018 utilizó las pruebas Enlace y Planea para comparar la evolución de niveles de aprendizaje de escuelas que participaron en el programa de ETC y escuelas que no lo hicieron. De acuerdo con los resultados de Planea 2015 para matemáticas, el 60 por ciento de los alumnos que terminaban la primaria lo hacían en el nivel I (insuficiente) y solo el 7 por ciento en el nivel IV (excelente), el programa de ETC redujo la proporción de alumnos en insuficiente y aumentó la proporción de alumnos en excelente y el efecto fue mayor entre escuelas de alta o muy alta marginación.
El aprendizaje que recibían estos niños era mejor en todos los aspectos que la educación tradicional, ya que todas las evaluaciones que se hicieron de ese programa por la SEP, en los 15 años en que funcionó, arrojaron resultados positivos y documentaron el éxito del horario extendido y la alimentación a los alumnos en el mejoramiento del aprovechamiento académico, hubo reducción del rezago educativo, así como de la deserción escolar en las escuelas donde se aplicaba. El Coneval, la Auditoría Superior de la Federación, la OCDE, la UNESCO y la Unicef, además de la misma Dirección de Evaluación Educativa de la Secretaría de Educación Pública (SEP) documentaron los resultados positivos del programa.
En 2018, el Coneval concluyó que los niños de primaria en las escuelas de horario extendido mejoraron su aprendizaje de Matemáticas y Lengua, especialmente en las zonas más vulnerables. “Es una intervención efectiva para mejorar el logro educativo y el nivel de aprendizaje, primordialmente, entre estudiantes de escuelas primarias en localidades de alta marginación”, dijo en su informe el organismo evaluador de las políticas educativas”.
La misma Dirección General de Evaluación de Políticas de la SEP en una evaluación que hizo del programa en 2017 determinó que “tiene un efecto positivo en el rendimiento académico de los alumnos. La percepción de los directores y los padres de los beneficiados también apoyan esta indicación”. Mientras que la Unicef dijo en un reporte que el 68.5% de los niños y niñas que acudían a las escuelas de horarios extendidos su primer alimento del día era el que recibían en el plantel escolar. “El servicio de alimentación tiene beneficios como la disminución de deserción escolar, promoción de un servicio y atención igualitaria para niñas y niños. Además, la participación de los padres y madres garantiza la sostenibilidad del servicio y garantiza una red de confianza”, decía la Unicef.
Ante las arrolladoras evidencias del beneficio que proporcionan a la niñez y juventud las ETC, en septiembre de 2022 una jueza federal ordenó a la SEP reanudar las ETC; sin embargo, en los hechos López Obrador y su camarilla de funcionarios siguen en la misma línea de no asignar recursos a programas que en realidad benefician a la población.
Son 12 estados de la República que conservan vivo el programa de ETC, Michoacán es uno de ellos y uno de los planteles que sobreviven con esta modalidad ha sido el Centro Escolar Maestro “Aquiles Córdova Morán”, que cuenta con más de 500 estudiantes y que está ubicada en la colonia General Pedro María Anaya de Morelia, Michoacán, esta institución busca ofrecer educación de calidad y el pasado 3 de febrero celebró su octavo aniversario, pero esto ha sido no gracias al apoyo del gobierno morenista sino a la organización de padres de familia y maestros. Entre los logros obtenidos gracias al trabajo de maestros y padres de familia se encuentra la asignación de clases extracurriculares, domo, excelente infraestructura escolar, biblioteca, áreas verdes y la obtención de una de las pocas posiciones de escuelas que cumplen con el Programa de Escuelas de Tiempo Completo, es importante mencionar que esta escuela cuenta con un comedor que brinda desayunos y comidas en un horario corrido, situación que favorece a padres de familia y alumnos.
Hay valiosos testimonios de que no es la carencia de recursos económicos lo que orilló a la 4T a cerrar este programa, sino el hecho de que para el gobierno actual no es importante la necesidad, ni el derecho de los niños y jóvenes a una educación digna y completa, sino que para ellos adquiere una mayor importancia las obras emblemáticas del presidente, así como asegurar la permanencia en el poder a través de programas en los que se reparte recurso a la población, esta ha sido una de varias decisiones desafortunadas que exhiben la poca importancia que la 4T le brinda a educación, esto ha sido considerado por organizaciones no gubernamentales y expertos educativos como un atentado contra el derecho a la educación.
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