MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Caída histórica de inversión en salud

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Los mismos resultados de los casi tres años del gobierno lopezobradorista echan por tierra las desgastadas frases del discurso presidencial que escuchamos diariamente en las mañaneras o en las giras presidenciales tales como: “llueva, truene o relampaguee se consumará la Cuarta Transformación”, “llueva, truene o relampaguee, va reactivación económica”, entre otras a las que recurre constantemente el mandatario federal tanto para mantener su popularidad como la de sus posibles sucesores. No debemos olvidar que el presidente repitió, una y otra vez, que el sistema de salud mexicano iba a ser equiparable al de los países escandinavos como Dinamarca o Suecia. 

En la realidad, nuestro sistema sanitario va en sentido contrario al de Dinamarca, que según especialistas le dedica alrededor del 8% de su Producto Interno Bruto (PIB) a la salud. En el caso de México, además del criminal desabasto en medicamentos y equipo médico que prevalece en los centros médicos, las erogaciones destinadas a la construcción y/o conservación de obras de salud, de acuerdo con datos dados a conocer por la Secretaría de Hacienda, a través de los medios de comunicación, hasta el mes de mayo del presente año la inversión física en este rubro bajó a 45.6%; la mayor caída desde el 2007. 

La prensa registra que desde antes de la pandemia de covid-19, la inversión física en salud, o sea en construcciones y rehabilitaciones, ya ligaba dos años consecutivos de caídas; este año se destinó el menor monto desde el 2008. Dentro de esta inversión física presupuestaria, el rubro de salud representó apenas el 1% del total que gastó el gobierno de la Cuarta Transformación durante los más de dos años. El gasto que se destinó a salud fue el segundo que más cayó en el periodo. El rubro de abastecimiento, agua potable y alcantarillado tuvo recursos por 1,157 millones de pesos, lo que representó una caída de 52.1%, el más castigado. 

De esta manera, no es necesario ser un gran conocedor en administración pública para darnos cuenta de que es por la falta de presupuesto federal la cancelación, remodelación o construcción de nuevos hospitales y centros de salud en los municipios de varios Estados del país. Y lo que no alcanzan a entender los defensores gratuitos de López Obrador es que las entidades federativas tienen poco margen para compensar con recursos propios la falta de interés de la Federación, o de cambiar su estrategia de inversión por una más amplia. Las transferencias de gasto federalizado, a través de las Participaciones como los fondos del Ramo 33 han venido disminuyendo o cancelados definitivamente. 

Los estados en los que la Federación destinó menos recursos a la inversión física son: Puebla, Tamaulipas, Campeche, Querétaro y Jalisco. Por lo que no es casual que las obras de algunos centros de salud y hospitales en la entidad jalisciense que registraban avances, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) haya decidido suspender 25 de 41 que estaban sin concluir a la llegada de la actual administración federal. A nivel nacional, el Instituto decidió rescatar sólo 178 de las 327 obras inconclusas. 

De las 25 obras que se suspendieron en Jalisco, 19 son centros de salud ubicados en Ayotitlán, Cuzalapa, Chacala, Telcruz pertenecientes al municipio de Cuautitlán de García Barragán, considerado por las mismas estadísticas oficiales en situación de alta marginación y pobreza extrema, al igual que los municipios de Jesús María, Lagos de Moreno y Mezquitic, entre otros. En Zapopan hay tres unidades afectadas con diversos trabajos: el Centro Jalisciense de la Transfusión Sanguínea y los centros de salud en Ixcatán y Arenales Tapatíos.

Con todo lo anterior no hay duda de que al actual Gobierno federal lo que menos le interesa es la salud del pueblo de México. Como es del dominio de la opinión pública nacional e internacional, los “proyectos presidenciales” el aeropuerto Felipe Ángeles, el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y los Bancos del Bienestar, acaparan 15 de cada 100 pesos invertidos, lo que contrasta enormemente con los servicios públicos de salud y educación, que reciben uno y dos de 100 pesos, respectivamente, según datos de la Secretaría de Hacienda. 

La vida es lo más valioso que tenemos los seres humanos. Por lo que los mexicanos que buscamos una patria más justa y próspera con todos sus hijos, no podemos seguir cruzados de brazos, esperando que iluminados sean los que sigan conduciendo nuestro destino quienes, solo usan los micrófonos para hacer actos buscando distraernos para que no veamos nuestra terrible realidad. Nos debe quedar claro que un futuro más luminoso solo puede hacerlo posible el pueblo consciente y organizado. Por tanto, se impone la tarea de seguir educando y organizando a los que producen directamente la riqueza de este país para que tomen en sus manos las riendas de la nación, para el bien de todos.

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