MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Clientelismo, otro pronblema de la 4T para el pueblo mexicano

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Los programas sociales surgen con el objetivo brindar apoyo a los sectores más vulnerables de nuestra sociedad, que se caracterizan por tener deficiencia en educación, vivienda, salud, alimentación, seguridad, etc. Situación que es obligación del estado garantizar, toda vez que éstos están contenidos en nuestra Carta Magna.

Al respecto sobresale que cada administración del Gobierno federal realiza una orientación y operación de estos programas sociales de acuerdo con sus intereses. En este sentido, una de las características principales de las políticas públicas que la Cuarta Transformación ha implementado en nuestro país se ha enfocado en la operación de los programas sociales de forma asistencialista y clientelar, con una dinámica de ejecución opaca, discrecional y con múltiples casos de corrupción que se han revelado en todo el territorio nacional.

Recordemos que de acuerdo con lo que establece la Real Academia Española, clientelismo  son "aquellas relaciones informales de intercambio recíproco y mutuamente benéfico de favores entre dos sujetos basadas en una amistad instrumental, desigualdad, diferencia de poder y control de recursos, en las que existe un patrón y un cliente: el patrón proporciona bienes materiales, protección y acceso a recursos diversos y el cliente ofrece a cambio de servicios personales, lealtad, apoyo político o votos”. De esta manera podemos entender que durante el ejercicio de la actual administración del gobierno que encabeza Andrés López Obrador se ha enfocado solamente en diseñar políticas de atención social con la finalidad de construir clientelas electorales y con esto asegurar su predominio y continuidad en el poder, ignorando el objetivo principal de estos apoyos arriba mencionados.

Esta manera artificiosa de conducir al país mediante el interés ruin y la manipulación de los programas sociales ha dejado como resultado el incremento real y exponencial de la pobreza, situación que se agrava de forma impactante ante el contexto de la contingencia sanitaria ocasionada por el coronavirus SARS-COV-2, lo que ha generado en el pueblo condiciones de desesperación extrema.

El clientelismo siempre ha estado presente en diversos sexenios independiente de la bandera política, pero en la presente administración donde tenemos un gobierno morenista de cuarta, esta situación se ha agravado y se ha hecho recurrente, como se puede advertir en estos tiempos electorales actuales; donde las necesidades primarias y urgentes del pueblo más vulnerable son objeto de negociación política a través del condicionamiento de los apoyos a cambio del voto. Esta forma de dirigir al país a provocado que vivamos en una sociedad más deteriorada, en el terreno económico, político, social y cultural.

En México se necesita una nueva política económica, donde sea posible una distribución  de las riquezas de manera equitativa, en todos los sectores; se necesita un gobierno que sea capaza de asegurar empleo para todas las personas que estén en edad de trabajar; con salarios bien remunerados, para que las familias sean autosuficientes y no tengan la necesidad de depender de los apoyos clientelares; tener una política fiscal progresiva, donde la asignación de los impuestos sea proporcional, es decir que pague más quien tenga más y finalmente una justa reorientación del gasto social, para atender las necesidades reales y primarias del pueblo, a diferencia de la simple intervención clientelar en campañas políticas, es decir que todo lo recaudado con los impuestos sea invertido en obras y servicios prioritarios para beneficio de la población. Sólo de esta manera podremos verdaderamente erradicar los problemas sociales que aquejan a nuestro país. Esto es lo que plantea Antorcha.

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