Yo creo que vale la pena pensar y escribir para que los mexicanos sepan de la obra que van dejando en la historia de México, los políticos, ya sean del PRI, PAN, PRD, de los partidos satélites, o últimamente del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), sobre todo de su fundador que hizo campaña, no una, sino tres veces; campañas muy ricas en ideas porque supo elegir muy bien todos los males que padece nuestra patria que es México, pero que al paso del tiempo se van quedando así, en puras promesas, engaños y demagogia.

Y eso de “primero los pobres” o “la esperanza de México” se van quedando en el olvido, como tragos amargos, después de casi tres años que gobierna la 4T; no se sabe con seguridad si porque no saben gobernar o porque no quieren hacerlo bien, pero yo creo, a mi poco entender, que son las dos cosas. Gobiernan mal porque no tienen un proyecto definido de lo que quieren para México, marchan con puras improvisaciones y, por otro lado, Morena no ha formado cuadros con una nueva conciencia política para gobernar bien, sus colaboradores casi todos son chapulines que han venido saltando de partido a partido, (incluido él), varios ya han renunciado decepcionados por el engaño y creo que seguirán renunciando. 

Ya pasaron las elecciones intermedias el 6 de junio del 2021 y da tristeza conocer los resultados. Por un lado, la mafia del poder del pasado, que los gobernantes del presente han criticado mucho y siguen criticando (yo creo que tienen razón en sus críticas), lo malo es que Morena está haciendo lo mismo, porque no saben otra forma mejor de gobernar. Todos con sus hechos reconocen como hermano mayor al PRI, ¿por qué?, porque con sus hechos están haciendo lo mismo y Morena hasta en una forma más descarada: comprando conciencias, aprovechándose de la gente ignorante, pobre y necesitada; de esa forma ganaron la mayoría simple, siquiera para eso le sirvió la compra de votos, pero perdieron la mayoría absoluta, y por eso ya no podrán hacer los cambios a la Constitución a su antojo, a menos que en la coalición de los tres partidos de la oposición traicionen, como ya lo está haciendo el PAN en Puebla, aliándose con Morena para quitarle un triunfo legal a Antorcha en Ocoyucan, después de que el candidato antorchista ya tiene constancia de mayoría con más de mil votos de ventaja, otorgada por el IEE. Pobre México, toda su historia está llena de traiciones. 

En la Guerra de Independencia, Elizondo, Bustamante, Iturbide, Picaluga y otros más traicionaron la causa. Después, en la invasión norteamericana, Santa Anna no puso ningún empeño para defender más de la mitad de nuestro territorio nacional en los estados del norte, el hecho se considera como traición a la patria. Santa Anna fue conservador, el mismo Partido Acción Nacional es entreguista, capaz de ceder otra parte de nuestro territorio, si México no se alinea a los intereses imperiales, o si al mismo imperio se le ocurre cobrar la deuda externa a la brava, con las armas. En mi opinión, el PAN no es digno de volver a ocupar la presidencia de la república.

Y así podríamos seguir enlistando los que traicionaron al pueblo, pero no tenemos espacio. Después del gran presidente que fue Lázaro Cárdenas, gobernaron más o menos bien Ávila Camacho, Ruiz Cortines y López Mateos, a partir de ahí el priismo se corrompió, traicionó los ideales de la Revolución. 

Vino la promesa del cambio y del empleo para todos, por parte de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, cambio y empleo que nunca llegaron y los castigó el electorado igual que al PRI; volvió el PRI otro periodo y el voto lo volvió a castigar. Conclusión, a los políticos no les importa ni el pueblo ni su partido, lo único que les importa son sus intereses personales. 

Llegó Morena y la situación sigue empeorando, si no se corrige en los próximos tres años que le faltan a la 4T. Pregunto: ¿Qué vamos a hacer si no hay otro partido que escoger?

Yo creo que muchos pensaban que si Morena cumplía con lo que prometió en campaña, México iba a cambiar, pero, viendo que todos los males avanzan a lo peor, yo opino que hay peligro y hay tristeza. Yo creo que todos los antorchistas y todos los pobres de México no quisiéramos otra revolución que solo deja muchos pobres muertos, más ignorancia y más pobreza; tampoco quisiéramos ser colonia del imperio como Puerto Rico, Belice o las Guayanas de Sudamérica, quisiéramos un México más fuerte, más próspero, más equitativo, más libre y más soberano, porque esta es nuestra patria, nosotros la construimos, la defendemos y la mantenemos; al mismo tiempo que ella nos mantiene a nosotros los mexicanos; los ricos, no tienen patria, por lo mismo, tampoco la defienden, su patria es su dinero y lo tienen en bancos extranjeros, ese sí lo cuidan y lo defienden, porque con él se pueden ir a cualquier parte del mundo y a la mejor hasta piensan que pueden irse a la Luna o a Marte en caso de una catástrofe mundial. 

Por último, los antorchistas queremos un cambio verdadero, que beneficie a todos, donde haya educación, trabajo bien pagado, deporte, salud, paz y tranquilidad; que no haya ni tanta pobreza ni tanta riqueza, que se acabe la delincuencia organizada, el feminicidio, el narco y la corrupción de cuello blanco o políticos, que son los primeros responsables de todos los males de México. Para eso hay que acabar primero con la desigualdad y la pobreza, que son las causas principales de todos los males de México. Claro, no será fácil ni rápido, quiere tiempo, inteligencia, valor y ciencia para hacerlo, no se va a hacer con improvisaciones. No importa si se hace por el camino de la izquierda o por el centro, hay países que han encontrado la felicidad o prosperidad por el camino del centro sin problemas, y no hablo de los siete países más poderosos que se creen los dueños del mundo (G7) hablo de los países nórdicos como Suecia, Noruega, Finlandia y Dinamarca, que tiene gobiernos donde la distancia entre pobres y ricos es mucho más corta, donde la riqueza tiene un tope y donde manda el estado, aquí en nuestro querido México manda la burguesía, el estado obedece, por eso estamos como estamos.

También me refiero a países de izquierda que viven bien, mucho mejor que nuestro querido México, donde los obreros, campesinos y pueblo cuentan con toda la atención de sus respectivos gobiernos, donde la última prueba contundente que nadie puede negar, es la atención brillante que le dieron a la pandemia de la covid-19, donde a pesar de ser países muy grandes, o ser poco desarrollados, no hubo ni tantos contagios ni tantos muertos, gracias a la atención rápida, oportuna y eficaz que le dieron; me refiero a China, Rusia, Cuba, Vietnam, Corea del Norte y otros más, pero con los que dije basta como ejemplo.

De modo que para un México mejor no hay más que el pueblo debe crear su propio partido, no hay otra salida, esa es la propuesta del líder antorchista, Aquiles Córdova Morán, desde hace más de 40 años, que yo creo, no por el apellido, sino porque ya está el experimento en los pueblos que hemos gobernado y han dado los resultados que el gran pueblo de México necesita, si alguien quiere conocerlo que visite Tecomatlán, o Huitzilan de Serdán en Puebla, o Chimalhuacán o Ixtapaluca en el Estado de México, pero que para eso es necesario que el pueblo se eduque, se concientice, se politice y se organice con ese ideal, como un solo hombre. Muchos pobres no han querido o no han podido alcanzar a entender la importancia de este ideal, pero algún día lo entenderán, estoy seguro, porque simplemente no hay otro camino.

Los ricos y los políticos corruptos de todos los partidos ya se dieron cuenta que Antorcha tiene la razón con sus planteamientos, pero precisamente por eso no aceptan, porque saben que el día que entre esta idea en el cerebro de todos los mexicanos pobres, ese día su dulce vida de explotadores se va a acabar, por eso no quieren que el pueblo abra los ojos, se eduque, se acabe la pobreza y la ignorancia, quieren seguir engañando a los pobres con sus programas sociales o limosnas que son una parte muy pequeña de los impuestos que se pagan y de todos los ingresos que el gobierno recibe, pues México es un país rico, solo que esta riqueza los políticos y los ricos la quieren para ellos.

Es todo por hoy.