La Real Academia de la Lengua Española define al deporte como una “actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas”. Y añade: “recreación, pasatiempo, placer, diversión o ejercicio físico, por lo común al aire libre”; en esta última acepción va integrado el hecho científico de que el practicar deporte aumenta la segregación de los neurotransmisores del bienestar, como la serotonina y endorfinas, por lo que las personas pueden experimentar satisfacción, felicidad y placer.
Tras la pandemia del Covid-19 comenzó a notarse más el término de “ansiedad”, ya que algunas personas se tuvieron que someter al encierro por prevención al contagio; algunas se vieron en la necesidad de abandonar sus empleos, también dejaron de recurrir a lugares de espacio libre y dejaron de realizar actividades físicas y deportivas, generando problemas mentales en la sociedad.
Datos otorgados por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), señalan que en México fue donde más aumentó el número de personas con ansiedad y depresión, enfermedades que afectaron a 50% y 28% de la población, respectivamente, durante 2020, primer año de la pandemia de Covid-19.
Hay que recalcar los beneficios de la práctica deportiva, que sirve para ayudar a nuestro organismo a producir neurotransmisores encargados de mejorar nuestro estado de ánimo, mantener nuestra mente distraída, gestionar emociones negativas, sentirnos mejor con nosotros mismos, también mejora nuestra calidad de sueño y nuestras relaciones sociales
De esta manera hay que recalcar los beneficios de la práctica deportiva, que sirve para ayudar a nuestro organismo a producir neurotransmisores encargados de mejorar nuestro estado de ánimo, mantener nuestra mente distraída, gestionar emociones negativas, sentirnos mejor con nosotros mismos, también mejora nuestra calidad de sueño y nuestras relaciones sociales. Estos neurotransmisores son la dopamina, la serotonina y las endorfinas.
La dopamina es la hormona que produce sensación de placer y es la responsable de motivarte a hacer ejercicio; la serotonina se encarga de hacerte tener sentimientos positivos e incluso levantarán tu autoestima haciéndote sentir mejor contigo mismo, y, por último, la endorfina, que tiene potentes efectos analgésicos y ansiolíticos sobre tu cuerpo ayudando también a reducir la sensación de dolor y anula las emociones y sensaciones negativas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que una persona debe realizar a la semana de 150 a 300 minutos de actividad aeróbica (aquellos en los que el oxígeno se usa para generar energía y, por lo general, son realizados por un período prolongado y tienen intensidad de nivel moderado) o de 75 a 150 minutos de actividad de intensidad fuerte (un tipo concreto de actividad física que corresponde a un movimiento corporal planificado, estructurado y repetitivo, y realizado con un objetivo relacionado con la mejora o el mantenimiento de uno o más componentes de la aptitud o condición física).
He aquí la importancia de llevar a cabo el ejercicio físico y de practicar algún deporte en nuestra vida cotidiana, ya que este nos ayuda no solo a mantenernos sanos físicamente, sino también ayuda a mantener nuestra mente liberada de tensiones que nos aquejan en todos los aspectos de la vida, prolongando de esta manera nuestra existencia plena.
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