Durante muchos meses, el municipio del Mezquital estuvo libre de contagios, seguramente por la lejanía, la dispersión de las localidades y el poco movimiento de los pobladores. Posiblemente este hecho generó la creencia entre la población indígena de que "a nosotros no nos hace nada porque somos indígenas". Pero hoy, a poco más de un año de la llegada del virus, Mezquital es uno de los 8 municipios de Durango donde más contagios de covid-19 se han presentado, según los últimos reportes de la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado.
Apenas este 7 de septiembre, la Secretaría de Salud del Gobierno del Estado, publicaba un informe de 32 casos activos, ellos, sin contar los que no se registran por la falta de pruebas, pues tenemos reporte de localidades enteras que están infectadas como Alamitos, Laguna del Chivo, Candelaria del Alto y otras, en donde ha habido un importante número de decesos no registrados.
Como lo señalé en otro escrito, la llegada de este virus al municipio, representa un problema de grandes dimensiones, porque a pesar de todo, la población en general sigue creyendo que es un invento, pero, sobre todo, porque nuestro municipio no tiene la infraestructura para atender a la población enferma, pues ya los hospitales de la capital están saturados. Y si a ello le sumamos la mala alimentación y las diversas enfermedades que padece la mayoría de los habitantes de nuestro municipio, las cosas se tornan más complicadas aún.
Este problema tiene un origen y hay un responsable: se llama Andrés Manuel López Obrador. El covid_19 surgió en China en diciembre de 2019 pero a México llegó hasta mediados de marzo de 2020, lo que quiere decir que el Gobierno mexicano tuvo más de tres meses para prepararse y prevenirlo. Este no solo no hizo nada, sino que, después de la llegada del virus, siguió invitando, en voz del Ejecutivo federal, a que todo mundo se abrazara y que saliera a la calle sin ninguna protección, poniéndose él como ejemplo de no ponerse el cubrebocas. Esto indudablemente provocó de manera súbita, un alto índice de contagios, que saturó rápidamente los hospitales del centro del país y de algunos estados cercanos, y de ahí la pérdida masiva de vidas humanas.
Hoy, a poco más de un año de distancia, tenemos más de 263 mil defunciones en el país y, a pesar de la catástrofe, el gobierno mexicano sigue cruzado de brazos, viendo cómo, un día sí y otro también, cientos de nuestros hermanos pierden la batalla contra esta enfermedad. Pero, para beneficiar a los grandes ricos de México y el extranjero -que buscan riqueza a costa de lo que sea- el pasado 30 de agosto, sin más, decide abrir las aulas, con la frase ya conocida por todos “llueva, truene o relampaguee, habrá regreso a clases”. Esta decisión agravará, sin lugar a dudas, los contagios y por consiguiente habrá más decesos lamentables, pues hoy es fecha que no se ha querido vacunar a los estudiantes, pretextando que los niños y jóvenes tienen menos riesgo que un adulto “se le está quitando la oportunidad a una persona que tiene mayor riesgo”, señalaba el subsecretario de Salud Hugo López-Gatell, en una de sus recientes ruedas de prensa.
Lo anterior nos pone de relieve que al Gobierno de la 4T no le interesa la salud y la vida de los mexicanos, lo que le interesa es quedar bien con los grandes capitales, por ello, lo primero que tenemos que hacer los de abajo es extremar precauciones y organizarnos para hacer frente a lo que venga, organizados es menos complicado, individualmente, es prácticamente imposible; pero también, debemos exigir a los tres órdenes de gobierno sobre todo el federal, que se vuelva a vacunar en la zona indígena, pues la gran mayoría de los habitantes no se ha vacunado, así también, que mínimo se dote de medicamentos a los centros y casas de salud que hoy se encuentran vacías, algunas de ellas, semidestruidas; y a la autoridad municipal, se ponga a trabajar de verdad para suspender los eventos masivos, si no, después será demasiado tarde.
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