“Año nuevo, muerte nueva”. Actualmente la emblemática Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH) sufre una serie de recortes presupuestales por parte del Gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador, al comenzar el ejercicio fiscal 2022, situación que afectará esencialmente el desarrollo académico como administrativo y sin duda impactará en los efectos sociales que esta institución ha tenido en el desarrollo de la conciencia colectiva de los pueblos vulnerables y marginados de México.
Cabe resaltar que la ENAH empieza el 2022 con una grave parálisis administrativa que podría derivar en su desaparición, debido a las medidas de austeridad que impiden al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) recontratar al personal eventual para este año, entre otras dificultades. El conflicto tuvo origen a finales de diciembre de 2021, cuando en redes sociales se difundió un oficio en el que Pedro Velázquez Beltrán, secretario Administrativo del INAH, informaba que a partir del 1 de enero de 2022 no habría contratación de personal eventual. Al respecto, Hilario Topete, director de la ENAH, envió un documento a Diego Prieto ostentando que, de no haber recontratación de personal eventual, diferentes actividades quedarían paralizadas a lo largo de 2022. Aunado a ello el presidente Andrés Manuel López Obrador, mencionó que continuará la reforma administrativa en diversas instituciones porque su gobierno seguirá su política de austeridad. Sin importarle los daños colaterales que sus malas decisiones conllevan. Por su parte los estudiantes y maestros han reclamado que se requieren mejores instalaciones, apoyo para la investigación, y la publicación, así como becas y viáticos para el estudio y las prácticas de campo. Además, exigieron dignificación laboral de cerca del 70 por ciento del personal que trabaja en la ENAH, entre trabajadores y docentes.
Por tal motivo, en días pasados, integrantes de la comunidad de la ENAH llegaron a las instalaciones del INAH para exponer la situación actual de su escuela y exigir atención de las autoridades responsables. En su pronunciamiento, explicaron que la escuela enfrenta una de las más “grandes batallas de su historia” por la permanente crisis presupuestal causada por un abandono institucional sistemático del Gobierno morenista.
En este sentido, cabe resaltar que la ENAH fue fundada con el propósito de crear profesionistas para el rescate, conservación y difusión de la cultura mexicana, la cual está directamente bajo supervisión del INAH, la cual se funda durante la presidencia de Lázaro Cárdenas, esta disciplina académica en México nació hacia fines del siglo XIX, con un afán más nacionalista, caracterizado por buscar conocer y comprender mejor el pasado prehispánico; para conocer las diversas culturas y pueblos del México contemporáneo, y para ayudar a formular políticas públicas que contribuyeran a la integración nacional y al progreso del país. A esta dinámica se ha sujetado la plataforma formativa de esta importante institución mexicana encaminada al fomento de la cultura en nuestro país.
Por tal motivo, aunque el presupuesto raquítico de la ENAH no comenzó con la administración de López Obrador, en su gobierno es evidente y llama la atención la incongruencia descarada, que por un lado se pronuncia a favor del respeto y apoyo hacia la cultura mexicana mediante la transformación que pretende representar, en esta ocasión perjudicando a una de las instituciones de educación pública superior que más se ha visto afectada por la “austeridad republicana” de la Cuarta Transformación. Además, no puede olvidarse que en distintas declaraciones López Obrador ha afirmado tener un compromiso con la educación pública y con el resguardo del patrimonio cultural mexicano, mismo que no se ha respaldado con sus acciones; más bien todo lo contrario, pues al tiempo que se ahorca financieramente a las instituciones culturales federales, se observa un ataque constante a las instituciones de educación pública superior como a la UNAM, el CIDE, el COLMEX, a los que se suma ahora, en los hechos, la ENAH. El tiempo juzgará.
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