Cómo todos sabemos, Morelos tiene una riqueza cultural muy grande, pero el sector artístico y cultural cada vez va en declive, y no por la falta de talentos, sino por las escasas oportunidades y el desaire que le han dado los distintos gobiernos, especialmente el actual, encabezado por Cuauhtémoc Blanco Bravo, desde la idea de fusionar las secretarías de Cultura y de Turismo con grandes recortes presupuestales.
En octubre de 2018, se dió a conocer la fusión en las secretarías de Turismo y Cultura de Morelos, con Margarita González Saravia Calderón al frente. En ese tiempo se dijo que el objetivo era generar una mayor derrama económica en el estado y crear una mayor participación en ferias, encuentros culturales y turísticos a nivel nacional e internacional, objetivo que, obviamente, no sé cumplió, ya que artistas y creadores se manifestaron en contra, pues hubo varios recortes presupuestales.
En febrero de este año, 36 trabajadores del arte y la cultura enviaron una carta al gobernador para manifestar su preocupación por el recorte presupuestal al sector, por 20 millones de pesos, por el trabajo en condiciones de precariedad; y en contraparte, al Fideicomiso de Turismo se le asignaron 26 millones y se disminuyeron los programas, convocatorias y contrataciones a los artistas.
Por si fuera poco, programas como los Domingos infantiles, los Domingos musicales y los Sábados culturales desaparecieron. Con la pandemia de la covid-19, el sector artístico y cultural se vió sumamente afectado con el cierre de espacios y oportunidades para continuar su trabajo. En septiembre de 2020 se anunció que Margarita González dejaría la Secretaría de Turismo y Cultura de Morelos para integrarse como directora general de la Lotería Nacional. Ante esta situación, artistas, intelectuales, promotores y miembros del sector cultural y educativo de Morelos pidieron una audiencia con el gobernador Cuauhtémoc Blanco para dialogar personalmente y tener participación directa en la designación del nuevo titular de esa dependencia.
Vía redes sociales se sumaron más de 400 firmantes de la comunidad artística y cultural de Morelos manifestando su descontento por el deterioro del sector, derivado del abrumador desvío de recursos por la incapacidad de funcionarios en el desempeño de sus cargos y por la corrupción que no se podía ocultar. Otra de las peticiones fue la separación inmediata de Turismo y Cultura, fusión que se realizó a inicios de la presente administración arbitrariamente y sin consulta ni participación ciudadana, ni de los trabajadores de la cultura.
Con todo lo anterior, podemos comprobar que al gobernador Cuauhtémoc Blanco, muy pocas veces se le ha visto ser partícipe en los eventos culturales estatales, por lo que es notorio su desinterés por este sector. En Morelos no hay espacios para que el pueblo trabajador pueda acceder y desarrollar el arte y la cultura, no hay presupuesto asignado para esta importante herramienta de transformación. Y la prueba está que el pasado martes, jóvenes estudiantes de la preparatoria Ejército Libertador del Sur se presentaron a las afueras del Palacio de Gobierno para solicitar apoyo al gobernador para continuar con actividades culturales, recibiendo solo indiferencia y respuestas negativas ante tan importante petición.
Por ello, el Movimiento Antorchista, ante la indiferencia del gobernador, se ha dado la tarea de acercar al pueblo trabajador el arte y la cultura, porque estamos convencidos que son los medios para transformar a la sociedad en hombres y mujeres de bien, más sensibles y capaces de transformar su realidad. Creemos firmemente que la educación, concientización y organización del pueblo pobre es la única manera de lograrlo.
La prueba está en las decenas de jóvenes, hijos de amas de casa, obreros, campesinos, que participarán en el VI Concurso de Folclor Internacional con bailes de Chile a celebrarse este domingo 23 de octubre en el Teatro Macedonio Alcalá de la ciudad de Oaxaca, en punto de las 10 de la mañana. Estos jóvenes del Ballet Folclorico Antorchista de Morelos se han preparado arduamente todos las mañanas, han quitado horas al sueño para seguir practicando y comprobar que los antorchistas morelenses somos capaces de tocar el cielo con las manos.
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