La Secretaría de Educación Pública (SEP) convocó a varias asambleas regionales para el análisis del Nuevo Plan y Programa de Estudios 2022, en el que supuestamente participarían directivos y docentes, pero al final estos fueron excluidos.
En medios de comunicación y redes sociales, maestros y directivos de educación básica expresaron su inconformidad porque las reuniones fueron bajo los lineamientos particulares de selección de invitados, la mayoría afines al gobierno actual, para ellos esto constituye una grave falta porque no son tomados en cuenta los trabajadores de la educación directamente involucrados en el proceso de enseñanza aprendizaje.
En primer lugar, me referiré la convocatoria oficial. La nota signada por Alma Paola Wong, en Milenio, un día antes del evento, señalaba: “Hasta esta tarde, maestros consultados por Milenio no habían recibido invitación para la celebración de las asambleas anunciadas por la SEP”.
Por lo tanto, hay al menos dos preguntas que merecen ser respondidas en el ánimo de encontrar congruencia entre lo ofrecido por el discurso oficial y la realidad de lo que sucede en la convocatoria para el diseño de los libros de texto gratuitos y los planes y programas 2022: ¿Cuál fue el criterio de selección de los participantes en la reunión? ¿Cuántas maestras y maestros frente a grupo, o que tienen experiencia probada como docentes en aula o tutores, participaron en este foro o asamblea?
Al final del día, la estrategia de la 4T también parece centrarse en distraer a la ciudadanía del desempeño de funcionarios como Delfina Gómez y Marx Arriaga con el fin de evitar que rindan las mínimas cuentas de su trabajo al frente de las oficinas que dirigen desde 2018.
Queda claro que con estas asambleas de análisis quieren imponer una ideología afín a la 4T, en la que los programas, planes de estudio y los nuevos libros de texto sirvan solo para adoctrinar a los jóvenes tomando como referencia solamente lo que ha pasado desde 2018 a la fecha como un gran logro histórico del que solo hay que hablar de eso y olvidarnos de los demás.
Por eso, precisamente, no incluyen a expertos en la materia para que den su punto de visto, porque saben que el contexto de cada comunidad y de cada alumno es diferente y eso es lo que debería de tomarse en cuenta para modificar o cambiar el plan de estudio.
Por eso nuevamente reiteramos que es importante tener un pueblo organizado, concientizado y politizado, porque así podemos llevar a cabo una verdadera transformación en todos los aspectos, no solo en la educación, sino en una mejor calidad de vida para todos los mexicanos.
Eso pasará cuando se tome en cuenta al pueblo que genera la riqueza en este país y no un puñado que solo reciben órdenes del que en algún momento se hacía llamar el mesías, para hacer y deshacer lo poco que he construido en el país.
Eso no fue un análisis fue un circo mediático, solo realizaron unas preguntas y una encuesta electrónica a un grupo reducido de maestros de distintos niveles, y quién sabe cómo fueron elegidos para estar en una reunión que sí fue atendida por autoridades educativas, pero no fue tampoco un análisis, sino de quejas.
Yo siempre pensé que escribiríamos algo así como: en el plan y programas dice esto y debería ser esto, ¿me explico? Pero no fue nada así, o quizá me estoy adelantando mucho, esperaba ver acción como decir: en el libro de historia tal grado página o tema, si cambiamos este texto que está plagado de mentiras e imprecisiones por actividades como esta, y ahí es donde cada docente propone el cambio o ajuste necesario para que fuera algo realmente que sirva al aprendizaje con datos reales.
En historia falta hacer o plasmar actividades y no textos y datos, debe ser más dinámica para que realmente se entienda la identidad nacional, pero creo que soñé de más o estoy mal en mi apreciación de lo que debe ser o piden, creo que si se hace algo así de ir directamente a los contenidos partiendo de lo que se tiene y se puede lograr más que una simple reunión con preguntas y respuestas, es mi opinión.
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