La enfermedad del dengue, podemos decir, es silenciosa. Empieza con síntomas aparentemente leves, como fiebre y dolor de cabeza, pero en algunos casos puede convertirse en una enfermedad mortal para la que no existe un tratamiento específico.
El dengue es una infección vírica transmitida por mosquitos, que se ha convertido en una peligrosa epidemia mundial que afecta a millones de personas en todos los continentes.
A raíz de las lluvias que azotan a gran parte del territorio nacional, el dengue ha afectado a miles de mexicanos; algo nunca visto en años anteriores.
Este problema de salud exige que pongamos atención, sobre todo los gobiernos, para terminar con él o mitigarlo. El peligro es que millones de personas corren el riesgo de contraer la enfermedad.
El virus del dengue pertenece a la familia de los flavivirus, que incluye otros virus que causan enfermedades en los humanos, como es el caso del Zika, la fiebre amarilla o la del Nilo Occidental.
México sufre de esta enfermedad en un grado máximo. A raíz de las lluvias que azotan a gran parte del territorio nacional, el dengue ha afectado a miles de mexicanos; algo nunca visto en años anteriores.
De enero al pasado 26 de junio, en el país se registraron 18 mil 631 contagios, casi cinco veces los 3 mil 869 que había en el mismo periodo de 2023. A la fecha se contabilizan 26 defunciones contra solo cinco reportadas en el mismo lapso del año previo.
Datos oficiales indican que Guerrero, Tabasco y Veracruz lideran en número de casos con 8 mil 130 en conjunto; sin embargo, con una tasa de 136.63 por cada 100 mil habitantes, Colima tiene la incidencia más alta. Hay, asimismo, otras entidades como Oaxaca, Hidalgo y el Estado de México donde la situación es grave.
Del total de casos, el 56 % se concentra en los estados de Guerrero, Tabasco, Veracruz, Michoacán y Chiapas, pero en todas las entidades la población más afectada es la que habita en las colonias más pobres, misma que padece la falta de servicios básicos, como drenaje, pavimentación y salud pública, a la que se suma la falta de brigadas ante el dengue, que, según la población, “ya no son tan constantes como en otros años”, situación que explica el alarmante incremento de estos casos.
Según un informe de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos, la cifra nacional supera por mucho los contagios de este último: 2 mil 241 y Puerto Rico: mil 498; esta última nación se declaró en estado de emergencia durante el mes de marzo para abatir el alarmante incremento de contagios.
En el estado de Guerrero, se reportan 2 mil 371 casos en lo que va del año, lo que significa más de 38 veces los 62 detectados en el mismo periodo de 2023, y más de uno de cada tres de los reportados a nivel nacional este año. Además, representa el 34.7 % de los 6 mil 828 casos de dengue detectados en México en las primeras nueve semanas del año, según el último boletín epidemiológico de la Secretaría de Salud Federal, que muestra un aumento interanual de 478 % en la enfermedad en todo el país.
Tabasco se sitúa en primer lugar nacional en casos de incidencia de dengue por cada 100 mil habitantes y muestra un alarmante repunte de 8 mil % en la cifra de enfermos en lo que va de 2024, según reporta la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud del Gobierno federal.
El 74 % de los casos confirmados del país se concentra en: Guerrero (1,858), Tabasco (759), Quintana Roo (306), Veracruz (208) y Colima (226). Veracruz suma más de 6 mil casos de dengue. Entre los municipios donde se ha detectado esta enfermedad están Cosamaloapan con 62 casos, Tuxtilla con dos, Carlos A. Carrillo con diez, y Amatitlán con tres.
Hay entidades como Colima, Oaxaca, Hidalgo y el Estado de México donde la población se mantiene en incertidumbre ante las escasas medidas de atención a las inundaciones y encharcamientos que han dejado las constantes lluvias de los últimos días y representan un foco de origen para el mosquito portador del dengue.
Ante todo lo anterior, urge que el Gobierno Federal tome medidas para acabar con el dengue. Colombia ya lo ha hecho modificando a los mosquitos portadores, reduciendo las tasas de contagio en un 97 %. Concluyendo, la 4T no debe dormirse en sus laureles.
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