El paso de Delfina Gómez por la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha generado un impacto negativo para la Educación Pública de México. Durante muchos años, el Magisterio Nacional demanda la llegada de una maestra o de un maestro a la SEP, por lo que el nombramiento de Delfina Gómez, en sustitución de Esteban Moctezuma, generó altas expectativas.
La secretaria de Educación Pública, Delfina Gómez, aprovechó su tiempo frente a esta dependencia para involucrarse en temas políticos, pero sin concretar el cambio en el andamiaje educativo que requiere el país; es una muestra del desinterés de la actual administración por la educación pública del país, advirtieron especialistas del sector educativo. Incluso, aseguraron que su gestión fue “gris y sin rumbo”, ante la falta de acciones para atender la inclusión, el abandono, el rezago y el aprovechamiento escolar en el contexto de la pandemia covid-19.
Se critica justamente la desaparición de algunos programas de la dependencia, como las Escuelas de Tiempo Completo, lo que se realizó sin un análisis de las afectaciones que tendrían para los alumnos y docentes. Un investigador del Tecnológico de Monterrey, Marco Fernández, considera que “la funcionaria morenista solo usó de trampolín a la dependencia para sus aspiraciones políticas: "me da mucha tristeza observar el desdén de este gobierno en la educación, insistió en que eso es una muestra de que para este gobierno la educación no es una prioridad”. Uno de los mayores ámbitos de rezago y brechas sociales a esta altura el gobierno morenista sigue con la implementación de políticas públicas y raquíticas, de acuerdo con estimaciones del Banco Mundial, la pandemia causó a nuestra nación un rezago que es equivalente a un retraso de dos años de escolaridad, pues antes de la pandemia, existía un promedio de aprendizaje correspondiente al normal.
La realidad no se puede ocultar y está claro que la titular de la SEP no se ha indignado ante los malestares que presenta México en el tema educativo; pero su actuar sí es aplaudido por el partido que representa sus mismos intereses, que está claro que no son los de la mayoría de los mexicanos.
Así es como gobierna Morena, y, no cabe duda de que contender por un cargo que no está basado en los buenos resultados a favor del pueblo, es será una desgracia. Y todavía nos quedan tres años de malas políticas educativas, sociales, económicas y de seguridad, pues ha sido el sello característico de la 4 T.
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