MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Deslegitimar la protesta por el agua

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El gobernador de Nuevo León, Samuel García, después de haber dicho que el problema del agua no era de su competencia, afirmó que las protestas por la falta de agua no son legítimas; esto, por el bloqueo de la avenida Miguel Alemán el miércoles 22 de junio, que duró varias horas. 

Afirmó que las protestas no son legítimas porque el bloqueo fue orquestado por un partido político, y que la gente que protesta no vive ahí. Y que la gente pide dinero y buscan sacar raja política, inclusive dijo que hay un secretario del ayuntamiento, que ya compró calcas. Todas estas afirmaciones las hizo a través de un video en sus redes sociales. 

La protesta en la avenida Miguel Alemán, que trastocó la vialidad por varias horas, sólo es una más de los diferentes bloqueos, ya se ha bloqueado la carretera a las pedreras, por parte de los vecinos de la colonia palmiras, la avenida Garza Sada, por vecinos del sur de Monterrey, y toda una serie de protestas por la falta de agua y porque no está funcionando la estrategia del gobierno para garantizar el agua para todos, debido a que hay colonias que se han quedado sin agua por más de 15 días, por decir lo menos. 

Miles de quejas de los vecinos que no cuentan con el servicio, colas y colas en las pipas que mandan los diferentes municipios que no se dan abasto, gente buscando donde acumular agua y haciendo economías para ahorrar el vital líquido y aunado a ello, los recibos altos que llegan a muchas casas, a pesar de no contar con el servicio. El estrés hídrico ha provocado miles y miles de problemas y que no han podido resolver el problema. En fin, motivos hay suficientes para realizar las manifestaciones. 

Que dichas manifestaciones sean encabezadas por líderes o partidos no debería ser motivo suficiente para deslegitimar la protesta. Si la gente ha tenido que llegar a los bloqueos es simple y sencillamente porque está desesperada por no contar con el servicio. Y si sigue padeciendo los mismos problemas a pesar de los buenos propósitos las protestas aumentaran de grado. 

El gobierno, puede lavarse las manos a través de comerciales con los que le echa la culpa a la administración anterior, (hubo corrupción, que se privatizó el agua, que hay robo de agua) pero se supone que el actual gobernador conocía la problemática y tenía la solución para dicho problema. Fugas, en donde quiera puede verse fugas, que era una de sus estrategias para que hubiera agua, las fugas abundan por doquier. 

La constitución mexicana y la de Nuevo León, aún prevén que el ciudadano pueda realizar manifestaciones ante cualquier incumplimiento de la autoridad, eso sí, deja claro que sólo los mexicanos tienen derecho a participar políticamente. En el tema que nos ocupa, las manifestaciones tienen raíces reales, falta agua y mucha agua, para que pueda sobrevivir, hay suficientes testimonios en las televisoras locales que confirman lo dicho. 

Al final, qué se deduce de todo eso, que en México se quiere conculcar el derecho a la manifestación, y para ello usan el sistema penal para amedrentar a la gente que quiere manifestarse. Siempre sucede lo mismo: se hace una petición, valida y amparada por las leyes mexicanas, pero no hay respuesta. Va uno a exigir y resulta que no hay presupuesto. Cuando el problema le toca a uno personal se torna en impotencia ante la autoridad, pero cuando éste afecta a un sector de la población este se ve obligado a luchar de forma organizada para resolver el problema. 

Los problemas por los que se manifiesta la gente son competencia del actual gobernador y, por tanto, la ciudadanía tiene derecho a protestar, que eso es lo que aún permite la Constitución, el bloqueo, por supuesto ya es algo extremo. Si no les gusta a los gobernantes que el pueblo exija sus derechos y busca deslegitimar por todos los medios a su alcance, nada más que resuelvan. Y entonces, si se podrá decir que la protesta no tiene motivos para hacerla. 

Pero si se sigue empeñando en usar a la fuerza civil, como fuerza antimotines, por supuesto que el pueblo se levantará cada día con más fuerza. En todo eso, la culpa no es del pueblo, es de los gobernantes que nunca le hablan con la verdad a la gente y, como es sabido, al pueblo se le puede engañar por un tiempo, pero no para siempre. 

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