Muchos saben que al "Viejo PRI&rdquo, contra la voluntad de éste, lo sustituyó el "Nuevo PRI” porque los viejos políticos del monolito tricolor, confiados en su poderío, cometieron muchos atropellos en contra del pueblo que se cansó de tantas promesas incumplidas y de tantas cifras alegres o mentiras descaradas sobre la "prosperidad” de la nación, que nadie miraba, pero que aquellos repetían sin cesar aprovechando la fuerza que da la propaganda oficial; posteriormente, al "nuevo PRI lo sustituyó el PAN por razones muy similares pues igualmente había un desfase demasiado grande entre sus políticas antipopulares y el reino del bienestar popular que pregonaban en su propaganda, el pueblo lo aguantó dos sexenios y también lo mandó a descansar por tiempo indefinido pues el voto popular volvió a favorecer al PRI; poco le duró el gusto pues sus principales representantes creyendo que el pueblo les había firmado un cheque en blanco para que hicieran y deshicieran con las riendas del país, aumentaron sus corruptelas y sus malas políticas, incluso, algunos como Omar Fayad Meneses, gobernador de Hidalgo, ni ante la debacle priista parecen entender el castigo que el pueblo ha dado al tricolor y siguen operando como señores de horca y cuchillo. Consecuencia de todo lo anterior el pueblo de México, mayoritariamente votó a favor de Morena sin medir las consecuencias de tal acción y sin imaginarse que con éste gobierno nos iría peor que con todos los anteriores.
A dos años de que López Obrador llegó al poder lejos de llevarnos por un camino promisorio nos lleva al despeñadero. Ninguna promesa han cumplido; dijo por ejemplo, que desde su primer año de gobierno bajaría el precio de la gasolina a niveles similares con Estados Unidos y en vez de bajar aumentó; dijo que bajarían los precios de los productos de la canasta básica y ahora los productos son más caros; dijo que entrando a gobernar los delincuentes iban a cambiar armas por tractores y la violencia está más grave que con ningún presidente; dijo que la economía del país crecería a un ritmo del 6% anual y decreció a -8%; dijo que iban aumentar los empleos por millones y en realidad por millones aumentó pero el desempleo; dijo que tendríamos un sistema de salud de primer mundo y en la realidad no tenemos ni sistema ni medicinas ni personal ni nada y por eso México es uno de los países con más mortalidad por todo tipo de enfermedades.
En relación a su promesa de combatir la corrupción todo quedó en promesas. No hay tal combate a la corrupción, solamente persecución de sus oponentes políticos disfrazando la acción represiva con la llamada "lucha anticorrupción”. La prueba de que no hay tal lucha es que a pesar de haberse hecho públicos muchos actos de corrupción de su gobierno y de su partido, a estos no se les toca ni con el pétalo de una rosa, al contrario, se les estimula para que sigan haciendo de las suyas tanto al interior del gobierno como fuera de él.
Mención especial merece su política de austeridad con cuyo pretexto se hicieron muchos recortes a los presupuestos de municipios, estados, universidades, al ISSTE, al IMSS, al INE, a dependencias federales, desaparecieron fideicomisos de cultura, educación, ciencia, vivienda, deportes, etcétera, sumando varios billones de pesos lo "ahorrado” durante dos años y ya van por el tercero; si ahorraron qué bueno, pero ¿por qué no informan de cuál fue el destino de tanto dinero? El pueblo entiende la necesidad de sacrificarse cuando el país lo necesita pero lo que no se puede aceptar es que mientras a los mexicanos pobres se nos pide que nos apretemos el cinturón y que vivamos con un par de zapatos o que comamos frijolitos para no gastar, el los de Morena se autoricen aguinaldos elevadísimos olvidando sus prédicas de austeridad.
A lo anterior agreguémosle que han muerto más de cien mil personas por la mala política del Gobierno federal de no querer proteger a la ciudadanía, que desaparecieron el seguro popular dejando en el desamparo a más de 25 millones de mexicanos y que por eso ahora millones de niños no tienen vacunas para la poliomielitis, el cáncer o la tuberculosis; también desaparecieron los comedores comunitarios, desaparecieron Prospera, el Procampo, el Progan, el Programa de empleo Temporal (PET), Liconsa dejó sin leche a millones de niños; y el colmo de los colmos, fue que hayan inundado a los pobres indígenas sin importar que mueran ahogados o tragados por lagartos o mordidos por víboras, con tal de que no se dañe la refinería de Dos Bocas y sin llevarles siquiera una despensa. Tal parece que la consigna es: "Primero los pobres&rdquo, pero al matadero.
Soluciones en un futuro inmediato no se vislumbran pues a lo único que le atinan es a seguir culpando de todos los males a los gobernantes del pasado. Así solamente hay "desesperanza” a menos que "el pueblos sabio” tome la medida inteligente de hacerlos a un lado.
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