El martes 18 de enero pasado más de mil 500 maestros antorchistas, padres de familia y jóvenes de la FNERRR marcharon pacíficamente a la Secretaría de Educación Pública de Puebla para exigir solución a varios problemas, de los cuales tres son los más importantes: primero, que se contrate a 150 maestros de primaria, secundaria y preparatoria, porque en las escuelas hace falta personal para atender a los jóvenes; segundo, que se construyan salones, baños dignos, canchas, bibliotecas y laboratorios, en varias escuelas que carecen de ellos o en las que el sismo de septiembre de 2017 dañó las instalaciones que ya existen, por ejemplo, en Amozoc pedimos un terreno para la construcción de un bachillerato; y, finalmente, que se frene de inmediato la persecución que las autoridades han desatado en contra de los maestros antorchistas en Puebla.
Como se ve, las demandas son justas. Los maestros no están pidiendo lujos, nada para su beneficio personal ni dinero para enriquecerse. Los maestros antorchistas, preocupados desde siempre porque los jóvenes tengan una educación de calidad que beneficie al país, exigen escuelas dignas para los jóvenes, empleo y salarios justos. México tiene un serio rezago porque las autoridades de todos los niveles no se preocupan por la educación. En la Presidencia de la República y la Secretaría de Educación Pública no hay un plan educativo serio que busque sacarnos del atraso en el que estamos. Se hacen planes al vapor, sin sentido y que nos siguen conduciendo hacia el precipicio y a ser uno de los últimos lugares en el aprendizaje de las ciencias naturales, sociales, las matemáticas y hasta la lectura.
Hoy, por ejemplo, la secretaria Delfina Gómez fue sancionada por el INE y por el Trife por haber cobrado diezmo a 435 trabajadores y ese dinero terminó en la campaña de Andrés Manuel López Obrador o en su partido político, Morena. En un caso similar, Nicolás Sarkozy, ex presidente de Francia, fue condenado a un año de prisión por financiar ilegalmente su campaña en el 2012. A Sarkozy lo declararon culpable por delitos electorales. Pero Delfina Gómez sigue despachando desde la SEP y ha recibido el apoyo de López Obrador para no pisar la cárcel. Esos son los que dirigen la educación en el país.
Pero en Puebla no nos quedamos atrás. Cuando los maestros antorchistas llegaban a la SEP, el 18 de enero pasado, un grupo de 300 policías y granaderos, fuertemente armados, ya los esperaban para impedirles el paso y con la clara intención de reprimirlos. Desde que llegó Barbosa al poder, los granaderos, la policía, los ministeriales y los elementos de la Guardia Nacional, son el nuevo poder que reprime cualquier protesta social. Casa Aguayo está cercada por la policía. Hace poco se reprimió a los taxistas de Uber. Hace unos días hubo represión en Zinacatepec, la tierra del gobernador. En Coyomeapan se detuvo ilegalmente a los líderes sociales del pueblo hace unos meses. Hace no mucho, se mandó a cientos de elementos de la Guardia Nacional a Balcones del Sur, para amenazar a los pobladores. Por esas fechas, se mandó a la Fiscalía a la Casa de Cultura de Balcones para reprimir a los jóvenes y claro que no nos olvidamos de cuando las fuerzas armadas, por órdenes de Barbosa, entraron a Tecomatlán a reprimir a los estudiantes. En lugar de responder a las demandas de la gente, se les reprime. Así es como se gobierna en Puebla.
Tras la marcha, la SEP publicó un comunicado en la prensa en el que nos acusa de querer imponerle la contratación de maestros y dice que ellos ofrecen soluciones, pero que nosotros no las queremos, porque no convienen a nuestros intereses. Quizá por eso, el secretario de Educación, Melitón Lozano, y el gobernador, Miguel Barbosa, enviaron a 300 granaderos para reprimir la marcha y para ver si, con sus toletes y armas, ellos nos acomodan las desviadas ideas que tenemos en la cabeza.
Nosotros ya planteamos nuestras demandas y todas, todas, son justas y necesarias para que los jóvenes tengan una mejor educación. A Puebla le urge un plan educativo que nos saque del atraso en el que vivimos. La pregunta es: ¿este gobierno de Morena lo hará? Yo creo que no. De manera que solo queda una cosa: la lucha por la educación y esa es una tarea de todos los poblanos.
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