Mientras que la fortuna de los multimillonarios de América Latina creció cerca del 21 por ciento durante la pandemia, millones de familias pasaron a condiciones de pobreza extrema. De acuerdo con el informe de Oxfam México, la riqueza de los más ricos de Latinoamérica creció cinco veces más rápido que la de los países de la región, tan solo el Producto Interno Bruto (PIB) se incrementó en apenas 3.9 por ciento.
“Las familias comunes hacen sacrificios diarios para pagar productos esenciales como la comida, en contraparte los multimillonarios han superado sus sueños más salvajes. A pesar de la pandemia y con apenas dos años, esta década se perfila como la década del auge de los súper ricos”, señaló Gabriela Bucher, de Oxfam internacional.
El estudio de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Panorama Regional de la Seguridad Alimentaria y Nutricional, dejó ver que, después de la pandemia de covid-19, la brecha de desigualdad alimentaria se incrementó tanto en América Latina como en el Caribe. Los niveles de pobreza extrema en la región aumentaron de 11.4 por ciento en 2019 al 13.8 por ciento en 2021, al igual que el desempleo y la deuda externa de cada país.
La cantidad de personas que sufren hambre se incrementó y se sumaron 13.2 millones de personas más a las que existían en 2019, dando un total de 56.5 millones de personas. La posibilidad de adquirir alimentos frescos y no procesados, disminuyó al punto de que el 22.5 por ciento de la población de esta región no es capaz de costear una dieta saludable.
A esta complicada situación, se debe agregar que la inflación en México no encuentra freno y se aceleró a 7.94 por ciento anual en la primera quincena de enero. Son ya tres quincenas al alza y representa la tasa más alta desde los primeros días de noviembre del año pasado, cuando fue de 8.14 por ciento anual. Y así todos hemos visto cómo los precios de los productos de la canasta básica se continúan incrementado. Los precios de frutas y verduras aumentaron en 9.97 por ciento y las carnes en 10 por ciento.
Y sí a esto le sumamos que analistas financieros estiman que la economía mexicana sólo alcanzará un .09 por ciento, que está muy por debajo de la estimación hecha por el gobierno federal que es de 3 por ciento y que pudiera ser incluso menor si se concreta una recesión en Estados Unidos (EE. UU.). En los últimos días, tanto empresas nacionales como internacionales han anunciado recortes de personal lo que hará que se incremente el desempleo y con ello la pobreza de más familias mexicanas.
Y también veremos que el gasto de inversión, tanto privada como del gobierno, se verá afectado por el poco crecimiento económico y esta situación llevará a nuevos endeudamientos del estado para mantener sus programas de ayudas económicas en aras de mantener su compra de electores con vista a los procesos electorales de este año.
Finalmente, y para acabar de complicar más la situación, en el municipio de León, Guanajuato, está próximo a aprobarse un incremento al pasaje del transporte público, que sin duda será un duro golpe al bolsillo de los trabajadores que menos bajan y que viven en la zona de la periferia de la ciudad. El incremento de cuatro pesos al pasaje, que proponen los transportistas, hará que se pase de 12 a 16 pesos a partir del mes de febrero.
Tal situación nos debe llevar a la reflexión a todos, ya que, de mantenerse las cosas como hasta hoy, día a día se continuará incrementando el número de pobres a nivel municipal, estatal, nacional y en toda Latinoamérica. Por tanto, la única salida para todos es la misma, la educación y organización del pueblo en un verdadero movimiento que se avoque a construir un nuevo modelo económico donde la riqueza nacional se distribuya de una manera más racional y equitativa en beneficio de todos. Mientras esto no se haga, seguiremos siendo engañados y utilizados por quienes usan la bandera de lucha contra la pobreza, como un instrumento para satisfacer sus intereses mezquinos.
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