¿Y si un trozo de madera descubre que es un violín? Arthur Rimbaud
Cumplimos 49 años luchando contra la pobreza en México. Para ello, los antorchistas hemos analizado y creado mecanismos que nos han permitido mitigar muchos de los problemas por los que atraviesa nuestro país, problemas tanto ideológicos como estructurales que son efecto del capitalismo.
Es debido a un análisis riguroso de la sociedad que nos hemos planteado la necesidad de impulsar el arte, el deporte, la cultura, el estudio de la filosofía, la historia y la ciencia en general, a su vez, luchamos para que la gente tenga condiciones óptimas para desarrollar una vida plena y más llevadera; todo esto con la única intención de que nuestra clase social comprenda que la vida no debiera ser miserable, que nuestra condición no puede ser siempre estar bajo la opresión y la enajenación de aquellos que hoy cuentan con los medios de producción. O sea, buscamos encender una llama de rebeldía entre el pueblo trabajador para que se levante y camine hacia un futuro menos aberrante.
Entendido esto, quiero hacer del conocimiento de todos que recientemente los Grupos Culturales Nacionales dieron una gira por Quintana Roo y Yucatán, donde fueron arropados por el dirigente Daniel Osorio, del Comité Estatal de Quintana Roo, el responsable del trabajo cultural y todos los activistas de la zona, así como por los turistas y el público de la zona.
Esto es de suma importancia, porque nosotros difundimos y buscamos reivindicar el arte del pueblo mexicano con el fin de combatir a la cultura capitalista, que difunde el embrutecimiento del espíritu y el cuerpo de la gente (en especial la que proviene de nuestro país vecino del norte).
Los antorchistas somos enemigos de la difusión masiva de las corrientes artísticas y culturales que invitan a nuestros jóvenes a consumir drogas, alcohol, pornografía, así como al afiliarse al narco o a grupos delictivos para “conseguir una mejor vida” llena de peligros y problemas irreversibles. Somos enemigos de que nuestros adolescentes se pierdan en el sexo prematuro, que se desvíen del camino y quieran ser influencers que se dediquen a compartir un sin fin de contenidos ridículos. Somos enemigos de que olviden su deber revolucionario, de su nación y de su pueblo.
Los antorchistas somos enemigos de la difusión masiva de las corrientes artísticas y culturales que invitan a nuestros jóvenes a consumir drogas, alcohol, pornografía, así como al afiliarse al narco o a grupos delictivos para “conseguir una mejor vida” llena de peligros y problemas irreversibles.
El hecho de que nuestros Grupos Culturales Nacionales estuvieran en el sureste del país contribuye a que nuestra lucha ideológica cobre un nivel más alto, que escalemos un peldaño más, pues el arte y la cultura de nuestro movimiento es sin duda de una calidad singular, estelar, magnífica, que representa años de trabajo y disciplina, pero a su vez, resultado de nuestra unidad ideológica y de acción; esto lo pudieron constatar todos aquellos que nos escucharon y nos vieron por medio de nuestros artistas.
Así pues, nos importa reivindicar el arte y la cultura mexicana, porque concordamos con el planteamiento de nuestro secretario general, Aquiles Córdova Morán, cuando nos explicó que la clase del dinero ha pugnado por abanderar una lucha en contra del nacionalismo, argumentando que aquello es “obsoleto, rebasado por la historia y que además es algo peligroso” dado que los nacionalistas son “sectarios, excluyentes, porque odian lo extranjero y debemos ser ciudadanos del mundo, sin patria, pero si ustedes ven, los gringos están matando gente en Asia y en África, ahora en Ucrania, con el argumento de que están defendiendo los intereses nacionales de los gringos, los intereses de su patria y ellos (los gringos) son los primeros en hablar contra el nacionalismo”.
“¡Ah, sí!, México debería abandonar su nacionalismo, pero ellos no, ellos andan matando gente en el mundo y derribando fronteras en el mundo para defender los intereses de su patria y ahí se ve cómo esa contradicción es una artera puñalada por la espalda a los pueblos como nosotros que no tenemos muchas defensas contra esta propaganda reaccionaria, por eso es importante rescatar a Felipe Valdés Leal, a José Alfredo, por eso es importante rescatar a todos los compositores mexicanos”.
Y agrego que por eso es importante nuestra lucha cultural y artística. Creemos que la reivindicación de la que hablamos debe ser la bandera de todo mexicano preocupado por este pedacito de territorio que nos tocó. Nuestro trabajo busca que todos nos sintamos orgullosos de las maravillas que los mexicanos han creado, pero sobre todo que nos volvamos los impulsores de un nuevo arte revolucionario que represente los intereses del pueblo trabajador, porque -cito nuevamente a nuestro líder nacional- “la patria que nos vio nacer y que nos alimenta, este pedazo del mundo que es el que nos tocó a los mexicanos, pero que muchos quisieran para ellos, sobre todo las potencias imperiales del mundo que quieren apoderarse de este territorio pero sin los mexicanos; quieren la riqueza de los suelos mexicanos, pero no a los mexicanos, a quienes nos ven como raza inferior que hay que eliminar” nos necesita más que nunca y debemos trabajar en consecuencia para cambiar nuestra realidad. Si queremos una patria distinta debemos comenzar a caminar en contra de la corriente imperialista.
Por último, quiero hacer una invitación a todos los antorchistas y no antorchistas que vieron nuestro trabajo cultural a que nos ayuden a difundirlo, si están interesados en ser bailarines, cantantes, teatreros, poetas y demás, busquen integrarse a nosotros, porque necesitamos más cabezas pensantes, ingeniosas y dispuestas a llevar a cada rincón de nuestra patria el arte del pueblo ejecutada por el mismo pueblo. Arte y cultura que nos ayuden a combatir la enajenación de los mexicanos. Reivindicar para debilitar la ideología capitalista. La finalidad es encender la conciencia del pueblo, armarlos de un espíritu combativo y arrojado, capaz de defender los intereses de su clase social y de su país; no subordinarse a ningún capitalista y mucho menos a ningún país dominador que pretenda someter a México o invadir su territorio por cualquier medio.
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