El estilo del nuevo Gobierno morenista que encabeza Andrés Manuel López Obrador se basa en la calumnia, en las mentiras y en la represión; se trata de un gobierno que va derecho a la dictadura y éstas son sus formas iniciales en que se manifiesta el carácter dictatorial advertido con tiempo por nosotros, y cuando digo nosotros me refiero al ingeniero Aquiles Córdova Morán y el Movimiento Antorchista Nacional. El inicio del ataque de López Obrador contra nuestro movimiento se dio con la “gira de agradecimiento” en la que nos bautizó como la “Antorcha Mundial” y nos acusó falsamente de “intermediarios”, como si a nosotros como organización nos dieran dinero y ese dinero lo entregáramos a discreción a la gente sin respeto a las reglas de operación e insinuando que nos quedábamos con esos recursos. Más de 90 menciones calumniosas lanzó el presidente López Obrador en contra nuestra, hasta que decidimos acompañarle visitándole en todos los eventos en los que se presentaba para exigir respeto a nuestra organización.
Como resultado de nuestra denuncia, de nuestra exigencia, el presidente no tuvo más remedio que dejar de mencionarnos. Así estaban las cosas hasta que nuevamente se le ocurrió a él o a su equipo mediático que había nuevamente que ocupar los recursos públicos para atacar a los antorchistas, ahora acusándonos falsamente de ser huachicoleros y de tener gasolineras, como si en un régimen de producción capitalista tener un negocio lícito debiera ser considerado como ilícito, sólo porque al presidente o a sus asesores se les ocurre que así debe ser. Se utilizaron plataformas como la de televisa a través del programa de Denise Maerker, "Punto de Partida", en el que se usa un lenguaje sensacionalista y falso para generar la impresión en el público de que lo bueno es malo, y se sentenció como malo el esfuerzo colectivo que por 46 años el Movimiento Antorchista ha hecho para impulsar una estructura novedosa dentro de los movimientos sociales de izquierda del mundo, que es su estructura legal de negocios que compitan en el mercado, cuyas ganancias, en vez de dedicarlas a viajar en jets privados o que nazcan los hijos de los líderes en hospitales de Houston, se destinen a la lucha revolucionaria, se juzga como malo; es decir, que en México, en una economía de libre mercado, es delito que los mexicanos se asocien y exitosamente de manera lícita se hagan de un capital, lo inviertan y se hagan de negocios que les dejen ganancias y que las ganancias se usen de manera libre y que no puedan ser motivo de persecución gubernamental como lo señala el artículo 16 constitucional: “Nadie puede ser molestado en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. En los juicios y procedimientos seguidos en forma de juicio en los que se establezca como regla la oralidad, bastará con que quede constancia de ellos en cualquier medio que dé certeza de su contenido y del cumplimiento de lo previsto en este párrafo”.
Pues no, para la "Cuarta Transformación" eso es corrupción y es un delito sólo porque lo logra un grupo de mexicanos que tienen la virtud de no deberle al gobierno su financiamiento, pues tiene una estructura financiera propia y licita, y por ello, libertad política. Aun así, nos calumniaron nuevamente y nos acusaron de huachicoleros, congelaron cuentas de personas físicas y morales de nuestra organización por mandato de Santiago Nieto, violando flagrantemente la Constitución.
Pues bien, las calumnias y amenazas siguieron para manipular a la opinión pública y atacar a nuestros dirigentes políticos de Chimalhuacán e Ixtapaluca; esto con fines electorales pues en las pasadas elecciones, los morenistas usaron los programas sociales para la compra de votos con la complicidad de varios actores políticos e instituciones, para ganar tramposamente las elecciones municipales de Chimalhuacán e Ixtapaluca; y ahora insisten en señalar como corrupto al presidente saliente antorchista de Chimalhuacán, que logró convertir este municipio que prácticamente era un basurero, en un municipio moderno como lo es hoy.
Como se ve, los ataques de la 4T son sistemáticos y permanentes para desaparecer a sus enemigos políticos. Se usan las instituciones del estado para perseguirles, como se ve en el caso de Anaya, serio rival para la próxima elección de 2024. Ahora, después de algo de tiempo en que el presidente Andrés Manuel López Obrador, había optado por guardar silencio en torno a nuestra organización, la semana anterior a la que escribo, volvió a la cargada con más mentiras y dijo: “cuando yo hablo de corrupción, es porque tengo pruebas, imagínense cuánto entregaba la Secretaría de Agricultura a organizaciones como Antorcha Campesina; era rehén la Secretaría de Agricultura, como otras dependencias; cuánto entregaban a distintas organizaciones supuestamente independientes para apoyar a productores. Había una gran intermediación: miles de millones de pesos entregados a las organizaciones para que supuestamente las organizaciones entregaran esos apoyos a los productores, pues no llegaban los apoyos, o no llegaban completos, había moches; entonces, ahora todo es directo al productor”.
Vean la carga de mentiras del discurso del presidente: “cuando yo hablo de corrupción, es porque tengo pruebas”; sin embargo, no muestra ninguna de ellas. ¿Qué le cuesta al presidente mostrar las pruebas que dice tener? Nada, porque supuestamente ya las tiene; sin embargo, no las saca o bien porque no las tiene, o bien, porque se le puede revertir, pues se puede evidenciar que está mintiendo. Pues lo afirmo de antemano: nuevamente el presidente miente ya que Antorcha Campesina no ha recibido nunca recursos de manera directa; ninguna dependencia es rehén de Antorcha Campesina ni es verdad que Antorcha Campesina se haya quedado con recursos públicos. Por tanto, se trata, nuevamente, de una cargada en contra de Antorcha. Esto nos advierte de una nueva serie de ataques contra Antorcha desde la presidencia de la república, que se traducirá en una nueva escalada de la persecución política de este gobierno en nuestra contra. Pues bien, llamo a los antorchistas a que, si siguen los ataques y las calumnias contra nuestro movimiento, hagamos uso de nuestros derechos para evitar que en México la calumnia, la represión y la mentira se instituyan como un modelo definitivo y dictatorial de gobernar. Si el presidente nos sigue atacando, los antorchistas nos defenderemos dentro de la ley protestando en cada evento en que nos calumnien, en uso de nuestro derecho legítimo a la defensa.
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