MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El imperialismo exclama: habemus Papa

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Se cumple más de un mes de las operaciones especiales que implementara el presidente de Rusia, Vladimir Putin a la vecina república de Ucrania, esto debido al golpe de Estado que sufrió el Gobierno ucraniano en  años 2014, cuando tomaron el poder a través del intervencionismo de Estados Unidos (EE. UU.) a favor la ultra derecha más racista de este país, encabezados por los neonazis, algunos nietos de los mismos nazis ucranianos que se aliaron a Hitler en la Segunda Guerra Mundial para acabar con la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS).

En 2014, Ucrania presentaba uno de los escenarios políticos más difíciles de su historia, para ese momento, tenían como líder al presidente proruso Viktor Yanukóvich que fue derrocado tras varios meses de protestas impulsadas por EE. UU., y por parte de grupos a favor de la firma del Acuerdo de Asociación entre Ucrania y la Unión Europea y contrarios a un acuerdo con la Federación Rusa, e impusieron, a través de la elección presidencial en mayo de 2014, a Petró Poroshenko.

El 7 de abril, antes de que llegara Poroshenko al poder fue proclamada la República Popular de Donetsk, seguida, al día siguiente, por iniciativas similares en Járkov la segunda ciudad más importante de Ucrania y Lugansk, aunque no fueron reconocidas internacionalmente.

La destitución de Yanukóvich fue denunciada por sus partidarios, principalmente en las zonas sur y este del país, como un golpe de Estado, y diversos grupos rechazaron al gobierno interino. Las protestas contra el nuevo gobierno fueron particularmente fuertes desde un comienzo en la península de Crimea, cuya población se considera mayoritariamente rusa. En consecuencia, un nuevo gobierno asumió la administración de la República Autónoma de Crimea y de la ciudad de Sebastopol y convocaron un referéndum sobre el estatus político de la península que se llevó a cabo el 16 de marzo y contó con un apoyo cercano al 97 por ciento. La subsecuente adhesión de Crimea a Rusia fue rechazada por la Asamblea General de las Naciones Unidas.

Desde 2014, el presidente Putin en distintos foros internacionales y en medios de comunicación a su alcance, le estuvo diciendo a EE. UU y a la OTAN que dejaran de lado su ambición desmedida de integrar más países que formaron parte de la URSS como ya lo había hecho con Letonia, Lituania y Estonia. Pero el imperialismo norteamericano, como un lobo que asecha a su presa, no desistió porque le queda claro que Ucrania es la puerta más próxima para llevar sus misiles nucleares a Moscú la capital rusa. 

A EE. UU., no le interesa la democracia o la libertad de Ucrania, le interesa tener el territorio para poder atacar directamente a Rusia y así acabar con la última resistencia para después atacar a China. El imperialismo yanqui no quiere competidores ni en lo armamentista ni en lo económico, y sí para llevar adelante sus planes hay que acabar con los ucranianos es un costo aceptable para ellos.  

La única ayuda aparentemente que han recibido los ucranianos son las más de 5 mil sanciones económicas que le han aplicado a los rusos, que dicho está de paso ya las tenía consideradas por eso el acuerdo económico firmado con los chinos a principio de febrero, además de la salida de cerca de 380 empresas que operaban en territorio ruso y los pronunciamientos de los distintos gobiernos de los países miembros de la OTAN y uno que otro que se consideran aliados y ahora organismos internacionales que monopolizan el deporte, la cultura y la educación incluso se tomaron atrevimientos tan arbitrarios como descalificar a deportistas y a sus selección de futbol de las competiciones y cancelar eventos culturales de autores rusos en los países europeos.

Hasta el Santo Padre que en algún momento fue tildado de izquierdista, por hablar a favor de los más pobres y en contra del imperialismo, ahora se postra a favor de los ucranianos racistas que ostentan el poder publicando en Twitter más de 30 mensajes a respaldo de Ucrania y sus aliados, incluso pidiendo la intervención de la comunidad internacional para que acaben con la Guerra.

“No se detiene la violenta agresión contra Ucrania, una masacre insensata en la que todos los días se repiten atrocidades. ¡No existe justificación para esto! Suplico a los actores internacionales que se esfuercen para hacer que cese esta guerra repugnante. #Paz” (Twitter escrito el 20 de marzo del presente) aunque de los más de 14 mil muertos de la región del Dombass nunca se pronunció a pesar de que había violaciones carnales masivas a niñas, jóvenes y ancianas, ¿A quién defiende realmente el Papa Francisco con sus declaraciones? A la gente humilde de buenos sentimientos de este mundo o a los Nazis Imperialistas que buscan organizar guerras para poder ver incrementada su riqueza a costa de los más débiles. Por eso ahora el imperialismo grita: ¡tenemos Papa!

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