MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El Metro, un ejemplo de gobierno de la 4T en la CDMX y el país

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Son innumerables los asuntos en los que el país está mal, la economía con decrece, un sistema educativo colapsado, una inseguridad galopante, la corrupción en aumento, el sistema de salud en bancarrota, sigue el desabasto de medicamentos para niños con cáncer y para los enfermos crónicos y un prolongado etcétera. Pero, la situación del Sistema de Transporte Colectivo Metro, que ha propiciado los acontecimientos más trágicos en toda la historia de su funcionamiento durante la actual administración, puede ser tomada como un ejemplo de la forma indolente con la que la Cuarta Transformación gobierna en la Ciudad de México y en el país. 

El Metro ha carecido de un mantenimiento óptimo, de la inversión necesaria en tecnología, de una operación y coordinación con sentido de responsabilidad durante los últimos 23 años, periodo en el que la capital del país ha sido gobernada por el mismo grupo político que integran Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard, Miguel Mancera y ahora Claudia Sheinbaum. Sin embargo la situación ha empeorado en los últimos años.

Las consecuencias de este menosprecio por el Sistema de Transporte Colectivo Metro de los máximos representantes de la Cuarta Transformación está cobrando factura a los más de cuatro millones de usuarios que diariamente lo utilizan y en los que ya hay un temor justificado por los distintos accidentes que han ocurrido.

En 51 años que tiene funcionando, se han registrado cinco tragedias; la primera de ellas fue en octubre de 1975 cuando dos trenes de la Línea 2 de Cuatro Caminos a Taxqueña chocaron en la estación Viaducto, con un saldo de 31 muertos y 70 lesionados; la segunda fue hasta mayo de 2015 que registro un impacto de los trenes 04 y 05 en la estación Oceanía de la Línea 5 con un saldo de 12 lesionados; le siguió la de marzo de 2020 en la estación Tacubaya de la Línea 1 donde dos trenes chocaron entre sí, cuyo saldo fue de un hombre muerto y 41 lesionados; la cuarta tragedia, fue la que ocurrió el 3 de mayo de 2021 cuando se registró el derrumbe de una parte del tramo elevado de la línea 12, o Línea Dorada de este medio, entre las estaciones Olivos y Atlalilco, que dejó un saldo de 26 personas muertas y más de un centenar lesionadas, sin que hasta la fecha se haya podido rehabilitar y puesto a funcionar, a pesar de las promesas del presidente López Obrador de que en un año estaría en funcionamiento de nueva cuenta, ya van a cumplirse dos y no se ve para cuando entre en operación; la quinta tragedia de este tipo tuvo lugar el 7 de los corrientes por el choque de dos vagones de la Línea 3 en el que perdió la vida una joven estudiante y hubo más de un centenar de lesionados.

Sin contabilizar que el 9 de enero de 2021 se registró un incendio en la subestación de control del Metro, considerada como el cerebro de la operación de este medio de transporte masivo, ubicada en la calle Delicias, del Centro Histórico de la CDMX, en este siniestro murió una mujer policía; también se sabe que en lo que va del gobierno de Claudia Sheinbaum se han registrado 431 accidentes menores que no han cobrado vidas humanas, pero que tienen con miedo a los usuarios, como son cortos eléctricos, llantas quemadas, trenes a baja velocidad o que se detienen por periodos largos, inundaciones cuando llueve, trenes que viajan con las puertas abiertas, acosos y asaltos, entre muchas otras deficiencias.

La causa de este desastre que hay en el Metro y en el país es la disfrazada austeridad republicana que luego pasó a pobreza franciscana, que han sido el pretexto para no invertir en las verdaderas y urgentes necesidades de los capitalinos y mexicanos, pero, que en contraparte, gastan millones y millones de pesos en la campaña anticipada de la jefa de gobierno para promover su candidatura presidencial con propaganda por todo el país, así como, para dar dinero a través de los programas asistencialistas para que quienes lo reciben se los agradezcan y eso se traduzca en votos, de acuerdo a su “estrategia política” como descaradamente lo declaró el presidente López Obrador.

Aunque Claudia Sheinbaum y su secretaria de finanzas digan, con todo descaro y cinismo, que el presupuesto del Metro no ha sufrido disminuciones durante su sexenio, la cuenta pública de 2018 a 2021 y la de los tres primeros trimestres de 2022 indica que sí hay recortes presupuestales que ascienden a tres mil 112 millones 665 mil 183 pesos y que las principales áreas de impacto han sido mantenimiento y reparación, además de compra de equipo ferroviario y el área de infraestructura. Todos aspectos medulares para el correcto funcionamiento del Sistema de Transporte Colectivo.

Como siempre, para ocultar su ineptitud ante la desastrosa situación, buscan culpables imaginarios como el sabotaje, por tanto, las medidas correctivas son totalmente equivocadas, como en este caso, militarizar el Metro con más de 6 mil efectivos de la Guardia Nacional, cuando la solución es invertir en el mantenimiento y modernización del Sistema de Transporte Colectivo. Tan sencillo como eso, si en los hechos los pobres fueran su prioridad. Pero, lo que realmente les preocupa es mantener a cualquier costo el poder del país en 2024.
 

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