Más de ocho días han pasado y en Quintana Roo las lluvias apenas empiezan a dar tregua. Las lluvias torrenciales causaron graves daños en la ciudad de Chetumal, capital del estado, así como en Bacalar, la Riviera Maya y el norte de la entidad. Según los pronósticos del tiempo, las lluvias seguirán cayendo en toda la península de Yucatán.
Chetumal es la ciudad más golpeada por este fenómeno meteorológico y son muchas las familias afectadas; según el informe oficial de las autoridades, más de mil familias perdieron todo en las inundaciones y más de 400 automóviles quedaron inservibles.
Pero yo me atrevo a decir que son muchas más las familias afectadas, porque con las primeras lluvias del pasado 14 y 15 de este mes, tan sólo en Chetumal, de 147 colonias, 120 fueron gravemente afectadas.
Después, la lluvia continuó cayendo –aunque con menos intensidad– en el territorio quintanarroense, lo que afectó a más colonias y comunidades en los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar y en el resto del Estado.
Los damnificados han ido en aumento. Las lluvias causaron estragos en hogares, caminos, puentes, carreteras, calles, escuelas, parques, edificios públicos, obras del Tren Maya, etcétera, en toda la geografía estatal.
Ahora bien, los fenómenos naturales como tormentas, huracanes, terremotos, entre otros, no los podemos evitar. Estos van a seguir sucediendo en mayor o menor intensidad, pero lo que sí podemos hacer es que no nos afecten o no nos afecten tanto.
Los seres humanos hemos aprendido a lo largo de la historia a protegernos de los fenómenos naturales y hasta hemos aprendido, en algunos casos, a utilizarlos en nuestro propio beneficio.
Digo esto porque las recientes lluvias dejaron en evidencia que, en todas las ciudades del Estado, pero sobre todo en Chetumal, faltó rediseñar la infraestructura hídrica. Esta, con el paso del tiempo y el crecimiento de la ciudad, quedó obsoleta y, si le agregamos la falta de mantenimiento por parte de las autoridades competentes, los resultados, como estamos viendo, son desastrosos.
El Movimiento Antorchista de Quintana Roo planteó que las autoridades de los tres órganos de gobierno necesitan, de manera urgente, hacer un verdadero Plan Hídrico Integral (PHI) para que la ciudad de Chetumal deje de padecer severas inundaciones cada vez que caen lluvias atípicas o torrenciales.
Este planteamiento ha tenido eco en otros organismos importantes como, por ejemplo, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) Chetumal.
Hace algunos días, Raúl Villanueva Argüelles, dirigente de la Coparmex en Chetumal, dijo que:
“… Las autoridades conocían los puntos críticos de inundación en Chetumal, pero no han atendido la solicitud de mejoras en el drenaje pluvial. [Además] la falta de un sistema de drenaje adecuado ha resultado en graves pérdidas económicas y materiales para los negocios y hogares en la ciudad”.
El mismo Gobierno del estado, en voz de la secretaria de Gobierno, Cristina Torres, reconoció el problema como grave. Ella dijo ante algunos medios de comunicación:
“… el problema de las inundaciones que afecta a Chetumal debe ser atendido mediante un proyecto integral entre expertos y los tres órdenes de Gobierno, porque se requiere de una infraestructura que coadyuve a evitar inundaciones y mucho recurso económico”.
Si verdaderamente hay interés por parte de las autoridades estatales, y con el apoyo de la federación, deberán impulsar el PHI e invertir recursos tanto como sea necesario para que se haga una obra que verdaderamente resuelva el problema que actualmente se genera en la capital del Estado.
El PHI debe contemplar no solo a las colonias del centro de la ciudad, sino también a las de la periferia que también sufren, y mucho, la falta de obras hidráulicas.
Las colonias populares son las que más padecen en estos tiempos, porque viven con muchas carencias y falta de varios servicios como: agua, luz, drenaje, pavimento, entre otros. Y, en tiempos de desgracias como ahora, las autoridades no les brindan el apoyo requerido.
Hago un llamado respetuoso al Gobierno del estado, que encabeza la gobernadora Mara Lezama, para que se den pasos firmes en el impulso del Plan Hídrico Integral para Chetumal y sus alrededores, para que la gente deje de sufrir este tipo de calamidades que hoy estamos viviendo.
También solicito encarecidamente que se les brinde el apoyo inmediato a las colonias tales como: Mártires Antorchistas, Fraternidad, Esperanza, La Unión, El Cielo, El Edén, El Cordobés, entre otras, donde no ha llegado la ayuda.
Que se les tome en cuenta en los apoyos de enseres domésticos, fumigación, despensa y desfogue del agua encharcada que, si bien no son la solución definitiva al problema, sí ayudan a la gente a poco a poco regresar a su vida normal.
Por último, pido a todos los ciudadanos de Chetumal unirnos en un bloque que sirva para vigilar y, en su momento, si fuera necesario, exigir que las autoridades verdaderamente le den seguimiento a la construcción de una infraestructura hídrica que evite futuras desgracias en la capital del Estado. Vale.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario