Este año, el Movimiento Antorchista Nacional cumplió 50 años de existencia. En Quintana Roo lleva más de 20 años de presencia en el territorio. Antorcha nace de la necesidad de proteger y mejorar la calidad de vida de las personas humildes, así como de reducir la brecha de desigualdad social que prevalecía en esos tiempos.
Nuestro dirigente nacional, el maestro Aquiles Córdova Morán, es un líder social auténtico que, desde muy joven, organizó al pueblo para sublevarse contra los terratenientes que tenían bajo su yugo y control, con el fin de que los campesinos y el pueblo en general vivieran sin atraso ni sometimiento.
Antorcha nace con la misión de reducir la desigualdad social y mejorar la vida de las personas humildes, uniendo a miles de familias a través de la lucha organizada y la educación.
Ha dejado un legado en su población: un municipio modelo con las mejores calles y escuelas de primer nivel, desde preescolar hasta universidad; un lugar donde la gente camina tranquila por calles empedradas.
De los 217 municipios que conforman el estado de Puebla, Tecomatlán brilla como símbolo de lucha y materialización de una idea: brindar a las personas humildes un lugar digno para vivir.
Además, la población disfruta cada año de las Espartaqueadas Nacionales Culturales y Deportivas de la organización, donde los 32 estados del país compiten de manera sana.
Me atrevo a afirmar que ninguna otra organización o partido político hace lo que Antorcha hace por la gente humilde de nuestro país. Por ello, cada representante antorchista en nuestro país lucha por su gente, como nuestro lema: “Somos un solo hombre, somos un solo ideal, adelante antorchista hasta triunfar”.
El antorchismo quintanarroense comenzó con la misma ideología que la organización: luchar y educar al pueblo para que tenga una vida digna y justa para él y su familia. Quintana Roo es uno de los estados más recientes; el 8 de octubre de 1974 se decretó como estado libre y soberano con siete municipios, y hoy cuenta con once, en todos los cuales la organización tiene presencia.
Hoy puedo decir que miles de personas que están y conocen a nuestra organización lo hacen por convicción. Gracias a mítines, plantones, gestiones, mesas de trabajo y marchas, hemos conseguido apoyos federales y municipales.
Podemos demostrar que nuestras colonias han crecido, pues la mayoría cuentan con calles, electricidad, domos y escuelas dignas. En las colonias y pueblos donde estamos presentes, hemos organizado y trabajado hombro a hombro con ellos para llevarles educación política y, a través de la lucha organizada, acceder a mejores oportunidades de vida.
Por largos años hemos sufrido embates por parte de los gobiernos federales, estatales y municipales; nos han llamado de todo: vividores, ladrones, mantenidos, huachicoleros.
Sin embargo, les hemos demostrado lo contrario. Incluso fuimos auditados por la Unidad de Inteligencia Financiera, y se dieron cuenta de que somos una organización transparente. Después de 50 años de existencia, seguimos de pie.
¿Y saben por qué seguimos de pie? Porque somos una organización financieramente independiente y no le debemos nada a nadie, por eso podemos alzar la voz para apoyar y ayudar a quienes lo necesitan y lo merecen.
Los hijos de obreros y campesinos confían en nosotros, pues sus hijos estudian en nuestras escuelas antorchistas, donde los educamos de manera integral.
Además de la formación académica, les ofrecemos talleres de danza y deporte, que les permitirán ser mejores mexicanos, sensibles a su realidad. También impartimos cursos de poesía, oratoria y declamación en los albergues de la organización para todos aquellos que lo deseen.
Nuestro representante en el estado es Daniel Osorio García, quien, como cada integrante de la organización, tiene la firme convicción de luchar por la gente humilde. Ha demostrado seguir la línea ideológica nacional al formar la estructura antorchista de hierro en Quintana Roo.
A lo largo de los años, hemos sufrido represión política, encarcelamiento de líderes e incluso difamación. Pero seguimos en pie de lucha. Antorcha en Quintana Roo crece, y seguirá creciendo.
Por ello, invito a los antorchistas a trabajar arduamente a favor del pueblo desprotegido, y a aquellos que no lo son a unirse a este gran esfuerzo por el bien común.
Somos casi 1 millón 857 mil 985 habitantes, y vale la pena buscar las mejores condiciones de vida para nuestros hijos, hermanos y padres. Como dice una de nuestras consignas: “De norte a sur, de este a oeste, ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste”.
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