MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El problema de la muerte, no es la muerte

image

Desde que inició la pandemia, ya casi tres años, el Movimiento Antorchista ha sufrido pérdidas lamentables e irreparables en los grupos del municipio de Ciudad Victoria, Tamaulipas grandes luchadoras y luchadores sociales que abrazaron nuestros ideales y creyeron que tener una vida mejor para todos es posible, pero que, por distintos motivos, hoy ya no están con nosotros. 

Quiero reconocer y destacar la participación de esos compañeros aguerridos que confiaron en nuestra querida organización, pero que, lamentablemente, se nos adelantaron en el camino; aprovecho también la oportunidad de recordar e inmortalizar a cada uno de ellos y reconocer su labor dentro de la organización, porque fueron compañeros que lucharon hasta sus últimos momentos de vida.

La reciente perdida de la compañera Yolanda Robledo Rosas, quien perteneció al grupo de la Azteca 2 y fue una de las fundadoras de la Azteca 1: acercó a sus hijos a nuestra organización y durante sus ocho años de pertenecer al grupo asumió su responsabilidad como plenista destacada; por su interés, responsabilidad, amabilidad y sencillez que la caracterizaba, hoy honró su memoria.

Don Mauro Álvarez Lara, quien perteneció al grupo de la Azteca 1, fue un compañero muy participativo en todas las comisiones y plantones en defensa de la lucha por las demandas, junto con él, la compañera Florencia Alvarado Rodríguez y la joven Nereyda Guadalupe Velarde Mata.

En el grupo de la colonia Satélite, la señora Yolanda Aguilar del Ángel y Matilde Bolaños Sánchez quienes fallecieron en el mismo año, personas muy participativas y activas, siempre con un espíritu de fuerza, valentía y lucha a pesar de las circunstancias tan difíciles que vivían sus familias.

En la colonia Solidaridad perdimos a dos jóvenes: Emanuel Zamarripa Moreno, a quien le arrebataron la vida, matándole él todos sus sueños. A aún recuerdo su entusiasmo en las marchas al cargar las banderas, sus opiniones en las reuniones y siempre atento a la lectura y al estudio; Cristian Misael Zamarripa Moreno, joven talentoso y deportista, le tocó luchar contra el cáncer, dio la batalla hasta en los últimos momentos de su vida; don Alejandro, un hombre solidario, amable y colaborador en todas las actividades, lamentablemente falleció de una enfermedad en la columna.

En la colonia Las Playas perdimos a la compañera Lorena Patricia Ruiz Zavala y a doña Graciela García Muñoz de la colonia Moderna, ellas y cuatro más de los ya mencionados fallecieron a causa de la diabetes, una enfermedad que representa el 90% de los casos mundiales.

Ellos son solo una parte de la organización que nos han dejado; no terminaría de citar aquí a cada uno de los compañeros antorchistas que hemos perdido durante los últimos tres años, por la falta de hospitales y recursos que pudieron evitar tan lamentables pérdidas si ellos hubieran tenido los medicamentos y atención necesarios, para mantener un estado de salud estable y llegar a disfrutar más años de vida.

Hoy quiero hacer un llamado a sus familias y a cada uno de los antorchistas, decirles que no se rindan, que sus familiares que ya no están con nosotros lucharon por tener una vida mejor, que dieron todo por continuar avanzando en los logros que hicieron en beneficio no sólo de ellos sino de sus compañeros. Pues ellos han dejado algo invaluable: el ejemplo, las enseñanzas y una gran tarea que cumplir. Lo que ellos anhelaban ustedes lo pueden lograr, dejando a sus generaciones un futuro mejor. 

El propósito de Antorcha es mirar de frente, pensar en lo que viene, trabajar arduamente  por lograr un país mejor, porque no podemos dejarle a nuestros hijos, a nuestros nietos y bisnietos y a toda su descendencia un país con pobreza, violencia, pandemia, depresión y más muertes por falta de atención, eso tiene que cambiar, esa es la trasformación por la que el Movimiento Antorchista sigue de pie y de frente, sin flaquear, ante los ataques de los que siempre se han beneficiado del poder y han tenido a los mexicanos arrodillados y en la miseria.

Sigamos adelante compañeros, con nuestra organización política, hagamos de nuestra vida la lucha por los más pobres y los más desprotegidos de este país; debemos prepararnos, para eso es necesario estudiar, capacitarnos y convencernos de que lo que hacemos es lo correcto, para estar organizados de manera permanente y trasformar nuestra conciencia. Llevar nuestra tarea revolucionaria hasta nuestros últimos momentos de vida como lo hicieron nuestros compañeros. Esto es necesario si queremos lograr un país más justo, más equitativo y más humano para todos.

El problema de la muerte, no es la muerte, porque todos nos vamos a morir; y si todos nos vamos a morir, el problema de la muerte es entonces, el problema de la vida; es decir, ¿cómo vivimos mientras no nos morimos? Ese es el problema, y los antorchistas decimos que mientras vivimos, debemos vivir luchando por un mundo mejor para el pueblo trabajador. 

Compañeros caídos: ¡Salud!

¡Por todos los caídos, nosotros estamos de pie!

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más