La humanidad entera se divide en dos grupos fundamentalmente: los que quieren someter a la mayoría como si fuéramos un dócil rebaño que trabaje solo en beneficio de ellos, que son unos cuantos, a costa de la miseria de los trabajadores y de las familias de estos; y los que queremos una vida humana y digna en donde todos trabajemos, es cierto, pero para la satisfacción de las necesidades de todos, buscando un mundo justo y equitativo.
Ambos grupos necesitan de la educación para lograr sus propósitos. El primer grupo necesita la educación para crear inventores de patentes que siempre modernicen la economía, y para formar obreros capacitados, útiles, para hacerla más productiva; pero a la vez para crear trabajadores y ciudadanos pobres dóciles que acepten hasta con gusto su condición de clase explotada para que se genere una cohesión social que permita la supervivencia de la formación socioeconómica.
El segundo grupo necesita la educación para ir creando a los profesionistas del futuro, que también hagan de su profesión una forja de inventos y de creaciones que tiendan al desarrollo de toda la economía, para hacerla fuerte, competitiva y por tanto no dependiente de las potencias extranjeras; con trabajadores diestros y hábiles en la producción para incrementar la productividad económica; es decir, una educación que haga aumentar la riqueza material en cantidad y en calidad, pero poniendo a salvo la soberanía nacional. A la vez, una educación que concientice a todos, o cuando menos a la mayoría, de que es necesario luchar porque la economía vuelva a su origen que consiste en la producción de los bienes materiales para la satisfacción de las necesidades del ser humano, su supervivencia y desarrollo, con la finalidad de contar con una vida digna; y no como ocurre actualmenteen el capitalismo, en donde se producenmuchas mercancías, como jamás se había visto, pero para el enriquecimiento insultante, para la acumulación desmedida de riqueza de una porción minoritaria de la humanidad (el 1 por ciento), a costa del empobrecimiento inhumano de la inmensa mayoría de la población que, paradójicamente, es quien produce esa riqueza.
El Movimiento Antorchista Nacional consciente de que necesitamos urgentemente una educación que sirva para dignificar al ser humano, no se ha quedado en las lamentaciones, en las quejas, en los discursos o en las protestas sin sentido; ha puestomanos a la obra y por ello ha ido construyendo, desde sus orígenes, un proyecto educativo, creado y alentado, durante más de 40 años de experiencia como docentes, por parte de los que forman hoy Antorcha Magisterial, en conjunto con la dirección nacional de Antorcha a cuya cabeza se encuentra el ingeniero Aquiles Córdova Morán; dicho proyecto, no obstante su carácter revolucionario, se ha venido llevando a cabo dentro de los marcos legales y normativos establecidos, lo cual, como se demuestra en la práctica, es perfectamente posible.
A diferencia de otros grupos políticos o sociales que se oponen a la reforma educativa del Gobierno de la República, sin proponer un proyecto nuevo, de largo alcance y hondo calado, para el beneficio de todos los mexicanos, en Antorcha sí contamos con un proyecto educativo que busca esencialmente la formación de hombres nuevos. Dicho proyecto educativo de Antorcha busca lo siguiente:
Que en primer lugar los estudiantes se conviertan en profesionistas científicamente competentes para las tareas que impone la sociedad, en particular para la tarea de desarrollar la economía nacional, para lo cual es necesaria una educación de excelencia académica.
Que se conviertan en personas educadas y formadas integralmente para que contengan todos los valores necesarios para una convivencia social armónica; para ello es necesario que en las escuelas, aparte de los conocimientos científicos, se enseñen todo tipo de actividades deportivas y artísticas; que se fomente el futbol, voleibol, basquetbol, etc., así como la música, el baile, la danza, la poesía, el teatro, la oratoria, el canto, la pintura, entre otras; para lo cual es necesaria la estancia de tiempo completo de los educandos en las escuelas.
Que los alumnos cultiven el amor a la disciplina, a la limpieza, a la belleza estética, al trabajo no solo intelectual sino también al manual.
Que los estudiantes se conviertan en ciudadanos críticos y conscientes políticamente para que estén identificados con los grupos más desprotegidos de la sociedad y dispuestos a participar en la lucha por una sociedad más justa, y para participar en la solución de los grandes problemas de la humanidad como la pobreza, la desigualdad social, la contaminación, la discriminación, etcétera.
En todo el país existen escuelas, reconocidas oficialmente, que ya trabajan en este proyecto educativo. En San Luis Potosí, también existen este tipo de instituciones que, por lo mismo, han ido arraigando en la sociedad potosina y que ya han logrado la formación de estudiantes y profesionistas de nuevo tipo. Destacan la Escuela Normal "Camilo Arriaga", la Universidad de Ciencias y Artes del Potosí, ambas a nivel superior; el Instituto Ponciano Arriaga de nivel medio superior y varias escuelas secundarias técnicas, y la Casa del Estudiante "José Martí",todas ellas adheridas a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios "Rafael Ramírez" (FNERRR), diseminadas en buena parte del estado.
En estas instituciones, los maestros se preparan, se actualizan constantemente, y realizan una gran labor académica, cultural, patriótica y nacionalista entre los educandos; estos profesores, de común acuerdo con la FNERRR, luchan por mejorar las condiciones materiales de estos centros de enseñanza y por mejorar las condiciones laborales de los docentes; en consecuencia, sería muy justo que los diferentes niveles de Gobierno no escatimaran esfuerzos para apoyar decididamente a estas instituciones.
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