La desigualdad socioeconómica, la pobreza extrema y moderada, el rezago en servicios básicos, las carencias sociales e ingresos insuficientes que padecen las familias en nuestro querido estado son un problema histórico, resultado de pésimas políticas públicas. Los responsables de los estragos sociales que ahora padecemos tienen nombre y apellido, la suma de cúmulos de pendientes en obras y servicios básicos que las administraciones pasadas no hicieron son evidentes en cada calle y nos afectan en la vida cotidiana, para nadie son desconocidas las fechorías financieras que hicieron los funcionarios de alto nivel, a costa del erario público y sus consecuencias desastrosas e innumerables, convirtiéndose en estragos que laceran a los ciudadanos en todas las regiones de nuestra entidad. ¿Por dónde iniciar para acabar con ese rezago social de décadas? Por ahora, ahí está la caja de Pandora.
Los retos actuales de gobierno del estado y los ayuntamientos en Sonora son diversos y complejos. En principio es atender a sus ciudadanos, escucharlos y resolverles sus innumerables peticiones; ello exige de un profundo compromiso con su pueblo, voluntad humana y sensibilidad política, acompañadas de una capacidad de administración financiera eficiente y transparente, que lo poco alcance para más. El Coneval 2020 con datos duros, describe la pobreza en Sonora: población en situación de pobreza, 885,000; población que vive con carencias sociales, 771,300; población de muy bajos ingresos económicos, 301,300. Sonorenses que viven con privación social, al menos con una carencia social, 1,656,300 y que viven con tres o más carencias sociales, 428,900 personas. Se suma la población que vive en rezago educativo, 461,000; sin acceso a los servicios de salud, 593,600; sin acceso a la seguridad social, 1,006,100; con carencia de vivienda, 253,500; que no tiene servicios básicos en su vivienda, 299,200; que sufre problemas de alimentación, 661,000; los de pobreza extrema por ingresos, 298,400. Estas cifras, resumen las grandes necesidades y carencias en que vive el 61% de la población en nuestro estado. Un gran problema social pendiente por resolver.
Por todo lo anterior, no deben sorprendernos la listas interminables de peticiones que hemos recabado de todas las comunidades, pues son el resultado del rezago en que se encuentran las colonias, comunidades, ejidos y pequeños municipios, que llevan décadas sin el vital líquido, sus centros de salud sin médicos, enfermeras ni medicamentos; los parques, espacios deportivos, culturales y públicos en pésimas condiciones, grafiteados y abandonados; miles de lotes de vivienda sin poder recibir servicios por ser irregulares; decenas de colonias sin drenaje ni alumbrado público; cientos de calles sin guarniciones ni banquetas ni pavimento; cantidad significativa de calles llenas de baches, transporte publico deficiente, miles de familias sin vivienda ni lote donde construir su hogar, etc. Esto justifica que nuestro pliego de demandas sea muy amplio con peticiones de grandes necesidades de todas las regiones del estado, incluyendo el frente estudiantil, obrero, popular, campesino, magisterial, cultural, deportivo y académico. En pocas palabras nuestro pliego de peticiones contempla las necesidades del pueblo trabajador, convirtiéndose en una gota de esperanza de que sus necesidades sean escuchadas y resueltas de una vez por todas.
Sabedores de que las necesidades son múltiples y se encuentran a lo largo y ancho del territorio estatal, nos hemos dado la tarea de recorrer cada uno de los municipios: Huatabampo, Villa Juárez, Álamos, Etchojoa, Navojoa, Obregón, Empalme, Bácum, Hermosillo, Carbó, Pitiquito, Caborca, San Luis Rio Colorado, Nogales, para recabar una por una de esas demandas sociales, plasmándolo todo en un documento formal, respaldado con firmas de la mayoría de los interesados. Dicho documento lo entregaremos el próximo miércoles 6 de octubre en la plaza las 8:30 am., a las autoridades estatales y municipales, con el único propósito de que sean revisadas cada una de nuestras peticiones, con la posibilidad de asignarle recurso en el año fiscal 2022. Necesitamos que las obras y servicios sean contemplados en el plan de obra anual del próximo año, estamos conscientes de que el recurso es limitado y que las necesidades sociales son muchas, pero llegó el momento de que se contemplen en primer lugar las necesidades de los que menos tienen, no pedimos nada más, pero nada menos.
Por ahora, el medio que hemos empleado los organizados en nuestro movimiento social en Sonora, desde hace más de dos décadas, es el toque de puertas, la gestoría permanente, a través de la cual hacemos llegar a las oficinas de las diferentes instancias de gobierno el conocimiento de nuestras necesidades, dándoles puntual seguimiento semana tras semana, así lo pide la realidad social actual de nuestra entidad. Nuestra solicitud y petición es y será siempre por obras y servicios que beneficien directamente a la gente que más lo necesita, ese es uno de nuestros principios que nos mantiene de pie, que nos motiva a seguir por este sendero difícil pero satisfactorio.
Adelante, compañeros antorchistas sonorenses, por este camino de la unidad, gestión, esfuerzo y trabajo, caminemos todos juntos para ir transformando poco a poco, pero con paso firme nuestras comunidades. Nos debe quedar claro, compañeros, que debemos luchar en un largo y difícil proceso para lograr nuestro fin, para lograr un día cambiar este viejo modelo económico y político, culpable de nuestra pobreza, por uno nuevo.
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