Me dirijo a mis amables lectores para tratar un tema primordial para todos. La necesidad del trabajo.
Desde el inicio de la humanidad, el hombre realizó diferentes actividades que le permitieron hacerse de alimento, de una vivienda y de lo necesario para subsistir; el quehacer es un factor relevante en su desarrollo, y con el paso del tiempo la gente ha sido testigo de que el trabajo del individuo ha creado todo lo que ahora podemos observar, se ha desarrollado la humanidad misma. Magnas construcciones como las pirámides de Egipto, o la emblemática Torre Eiffel en París, Francia, son claros ejemplos de lo que las personas hacen con el trabajo de sus manos y de su intelecto; es decir, la labor hace que el hombre se sienta útil, capaz de realizar grandes cosas, que se integre a la sociedad en movimiento.
Por el contrario, un ciudadano que no tiene en qué trabajar, corre el peligro de hundirse en la ociosidad, que además de no sentirse útil ni productivo, llega a caer en actividades nocivas que en nada ayudan al desarrollo del país.
Desde el año pasado, la pandemia por covid-19 llegó a México y en Nayarit la cuestión económica se ha visto afectada seriamente; el 18 de mayo de 2020, el titular de la Economía Estatal, Ernesto Navarro González, declaró que el Estado pasó de tener constantemente crecimientos en oficios, a reportar la mayor cantidad de pérdida de estos, luego de perder 17 mil 181 puestos de trabajo en 45 días, (de febrero a mayo), convirtiéndonos en la entidad que tiene un detrimento en empleos.
Pues bien, en semanas recientes, la dirigencia estatal del antorchismo en Nayarit, tomó en sus manos la lucha de 30 comerciantes que han estado trabajando frente a las instalaciones del Nuevo ISSSTE La Cantera, un modesto lugar donde venden comida para los obreros y familiares de los enfermos que ahí acuden a tratarse; sin embargo, desde marzo del 2020, sus puestos fueron clausurados y se vieron en la fatalidad de trabajar bajo una lona que no cubre lluvias ni sol ni frío, pero es la necesidad lo que los obliga a soportar esas condiciones.
La pandemia ha complicado seriamente los problemas que ya existían, por eso cuando el pueblo solicita empleo para poder tener un sustento para sus familias y no encuentran solución, se vuelve preocupante que el Gobierno haga oídos sordos al llamado de la gente, que lo único que busca es trabajar, sentirse útil y seguir coadyuvando al desarrollo.
El Gobierno debe reflexionar seriamente en el tema, pues de acuerdo con la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, hasta febrero del 2021, la Población Económicamente Activa de Nayarit, es de 683 mil 387, de esos hay 27 mil 393 desocupados (sin trabajo), mientras que 445 mil 799 asalariados, 370 mil 865 trabajan por cuenta propia, 28 mil 940 no tienen pago; estas cifras revelan la gran cantidad de manos y cabezas que no laboran no porque no lo quieran hacer, sino que la administración ha olvidado su responsabilidad sobre este tema: no hay trabajo para miles de nayaritas, los que lo tienen es porque ellos mismos han creado esos “empleos”.
La lucha por óptimas condiciones en estos tiempos es por vivienda, salud, vacunas, educación de calidad, mejores caminos y carreteras hacia nuestras comunidades y también es por tener un trabajo digno y bien remunerado.
A usted, querido lector, si padece la falta de algún servicio básico, lo invitamos a acercarse al Movimiento Antorchista; a nuestros compañeros comerciantes les decimos: no tengan la menor duda de que lucharemos con ustedes hasta resolver su situación y con ello ser ejemplo de que con la organización del pueblo, se pueden lograr muchas cosas a las cuales tenemos derecho.
¡A luchar, compañeros!
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