A estas alturas todo el pueblo de México, está enterado de la orden presidencial a la Secretaría de Educación Pública (SEP), para que el 30 de agosto inicien las clases presenciales, bajo el argumento de afectación psicológica de niños y jóvenes, amén de que la calidad educativa vía electrónica es más deficiente.
Sin demeritar los argumentos que el presidente y la SEP, arguyen, pues nadie en su sano juicio puede decir que el encierro de meses no provoca, estrés u otro mal psicológico, o que la convivencia colectiva no es útil para el buen desarrollo mental de niños y jóvenes, y lo segundo, ni dudarlo, las clases presenciales son superiores en mucho a las clases por internet. Pero esto, no es el tema de discusión, sino la pregunta es, ¿estamos en el mejor momento para que las clases presenciales ya se reanuden? La respuesta de todo mexicano, que no sea un fanático obradorista, es que no hay condiciones, que es mejor esperar a que disminuya drásticamente los contagios, y se vacunen a jóvenes y a niños.
Todos sabemos que en estos momentos la tercera ola de la pandemia con la variante Delta, está causando verdaderos estragos en la población; el sector salud reporta no menos de 20 mil contagios por día, en las últimas fechas, y el número de contagios en jóvenes y niños suman más de 60 mil con cerca de 8 mil hospitalizados, y el número de decesos suman más de 605 entre la población infantil.
Igualmente el número de muertes del sector magisterial rebasa ya el del personal de salud 5 mil 418 trabajadores de la educación han enfermado y muerto a causa del nuevo coronavirus, de acuerdo con datos del Subsistema Epidemiológico y Estadístico de Defunciones (SEED) de la Dirección General de Información en Salud, es decir, 11 al día, en promedio y agréguese que la empresa generadora de la vacuna Cansino, acaba de decir que es necesaria una segunda dosis para garantizar su efectividad.
A esto se suma la falta de condiciones sanitarias en las escuelas, muchas de ellas en el país carecen de agua potable y drenaje sanitario, además de que fueron vandalizadas en todo este tiempo de pandemia y hace falta destinar suficientes recursos para ponerlas en condiciones aceptables para un retorno seguro a clases presenciales, sin que la vida de niños, jóvenes y maestros, corra peligro.
El Gobierno federal y no pocos gobernadores que practican la genuflexión respecto a la figura presidencial, están empecinados en convencer a padres de familia y maestros para que se retorne a las clases presenciales, y, sólo la opinión pública, ha obligado a variar un poco su posición, al grado de decir que le dejan a los padres de familia, la última decisión. Lavarse las manos, no asumir su responsabilidad de sus malas decisiones, ha sido práctica constante del Gobierno federal morenista.
Nuestro sincero llamado a todos los padres de familia es que no expongan a sus niños y jóvenes, todo un curso escolar presencial, no vale una sola muerte de niños y jóvenes.
Exijamos todos que se acelere la vacunación, el acceso a internet gratuito, mejor infraestructura educativa así como condiciones adecuadas en materia sanitaria para las escuelas, tal y como lo ha venido planteando la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), pues hasta hoy, según datos oficiales el 61 por ciento de la población de a partir de 18 años ha recibido al menos una dosis en el país y que al personal docente se le dé la segunda dosis, que se destinen recursos suficientes para acondicionar las escuelas, sólo así y únicamente así, tendremos un regreso seguro a clases presenciales.
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