MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El sector salud en el abandono y AMLO culpando sombras

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El pasado lunes 16 de mayo durante su conferencia mañanera, el presidente Andrés Manuel López Obrador acusaba directamente que la falta de médicos en las zonas rurales del país se debía básicamente a que los médicos mexicanos no quieren atender las convocatorias de dichas plazas rurales. 

A su decir, esto por la culpa de la formación neoliberal que recibieron en la universidad. Días antes, el presidente arremetía contra la UNAM al señalar que actuó de manera egoísta, al no sumarse a los esfuerzos del gobierno durante la pandemia.

El antecedente de dichos señalamientos deriva de la medida presidencial de firmar un convenio con Cuba para contratar médicos que ayuden trabajando principalmente en las zonas rurales. La reacción de varios médicos y especialistas del tema no se hizo esperar, las descalificaciones y reacciones negativas comenzaron a volverse tendencia nacional, lo cual obligo al presidente a defender su iniciativa con los comentarios arriba mencionados.

Se ha vuelto muy recurrente, como si de un libreto de teatro se tratará, que ante cualquier medida que no logra ser aceptada por el grueso del pueblo mexicano, el discurso del presidente en lo inmediato enfila baterías contra el neoliberalismo. Un concepto que de entrada queda sin explicación y queda en lo subjetivo sinónimo de lo malo, quedando así la cuartada perfecta para señalar como culpable de los males del país a un fantasma que está en todos lados y en ninguno a la vez. Puesto que la falta de médicos es culpa de los neoliberales que no tienen nombre ni apellido, y además, de la solución ni se habla. 

La falta de médicos generales y especialistas en las zonas rurales es una realidad de conocimiento general; miles las comunidades rurales no cuenta ni con clínicas, ni doctores y menos medicinas gratuitas. Cuestión que no tendrá solución con pura voluntad de parte de los médicos que tienen que llegar a comunidades incomunicadas, falta de servicios, salario bajo y además sobrevivir a la ola de violencia derivada del crimen organizado y los usos y costumbres muy atrasados que permean en varias comunidades.

Recordemos, no para abrir la herida sino para visibilizar el problema, el caso de la doctora en prácticas Mariana Sánchez Dávalos de 25 años, quien fue localizada muerta en una localidad rural cercana a la selva Lacandona en Chiapas. Quien días antes de su muerte platicaba con su mamá que sufría de acoso sexual laboral en dicha comunidad, situación que denunció con tiempo solicitando su cambio, pero, ante la falta de personal fue obligada a permanecer ahí hasta que fue descubierto su cuerpo.

Es la falta de condiciones materiales que permitan el sano y correcto desempeño de los médicos rurales lo que pone un muro repelente para una gran cantidad de médicos mexicanos. Ayudaría mucho más que el gobierno asegurara las condiciones materiales necesarias (salario adecuado, medicinas, centros de salud, seguridad, entre otras.) que toda la verborrea presidencial atacando y polarizando hasta la máxima casa de estudios del país. Destruir es muy fácil señor presidente, construir es lo complicado y con su actuar contribuye más a lo primero.

Lo otro es, aun suponiendo que los médicos cubanos son de lo mejor que hay en el mundo (que lo son), ¿se les contrataría para volver a reproducir víctimas directas o colaterales de la inseguridad del país? O como gusta hacer el presidente del país cuando se empiecen a reportar las primeras víctimas de las brigadas cubanas de médicos, ¿saldrá a culpar de nueva cuenta a los neoliberales del país?

Ya es tiempo de dejar los discursos sobre columnas de humo, la 4T lleva ya la mitad de su sexenio gobernado desde la polarización, la descalificación, la acusación y el país a grandes pasos se encamina hacia caminos más oscuros. El problema de la salud en México requiere de una cirugía estructural que modifique de raíz el problema de falta de centros de salud, equipo médico, médicos generales y especializados y la falta de medicamentos. 

Este parece ser de los sectores más descuidados de la administración morenistas y se cierran a reconocer su error. La solución no está en seguir buscando culpables o fantasmas para justificar los nulos resultados de su gobierno.

El problema está en la mala aplicación de los recursos públicos y la poca recaudación fiscal entre las elites millonarias para con ese dinero poder dignificar el sector salud, el presidente López Obrador se ha convertido en el demonio que juro destruir, es decir, el neoliberalismo. Un modelo que privilegia con mucho a muy pocos y estrangula a la mayoría con migajas. Y esto es totalmente responsabilidad de la 4T.

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