MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

El sexenio de la desigualdad

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Según reportes del Coneval que contemplan hasta el año 2022, en México hubo un incremento de 8.7 millones de personas que vivían en la pobreza extrema en 2018 a 9.1 millones en 2022.

El 30 de septiembre terminará el sexenio de Andrés Manuel López Obrador y lo único que nos dejó fue la demagogia de sus conferencias mañaneras, las calumnias y el incumplimiento de sus promesas, pues durante los últimos seis años, el Gobierno se dedicó a administrar la pobreza y marginación extrema en el país.

Nunca se dispuso a resolver los problemas concretos de la nación atacándolos a fondo y no sólo por encima, reformando y desapareciendo los órganos “corruptos” como lo ha hecho el Gobierno de la 4T. Esta herencia consiste en lo que AMLO y su Gobierno dejaron sin cumplir como bandera para llegar a su meta.

Mientras que durante la pandemia del covid-19 los mexicanos más pobres perdían sus empleos y morían en los hospitales, los megamillonarios hacían crecer sus fortunas en términos reales un 58 %, acumulando tanta riqueza como la mitad más pobre de México.

La pobreza en México es lo que deja el sexenio de AMLO, pero analicemos sus causas, que no son sólo la corrupción, sino un modelo económico neoliberal que busca achicar los gastos del Estado, apretando a los trabajadores del país y quitándoles programas y servicios que les beneficiaban.

El incremento de precios en la canasta básica, la cual es un 48 % más cara que cuando comenzó el Gobierno de la 4T: al inicio del sexenio, la canasta básica costaba alrededor de 1 mil 600 pesos, con esto se podían adquirir tortillas, jitomate, huevo, frijol y pollo; para febrero de 2024, la misma canasta básica costaba 2 mil 293 pesos.

En salud, en el año 2020 había 35.7 millones de personas sin acceso a los servicios de salud, y para 2022 se incrementó a 50.4 millones; además, 64.7 millones de personas en 2024 no cuentan con seguro social de ningún tipo, obligando a las familias a acudir a servicios particulares. 

En educación, la deserción escolar es causada por la crisis económica, ya que el regreso a clases fue injusto y costoso para los padres de familia; en la década de los 80 del siglo XX, a la educación se le destinaba el 4.5 % del producto interno bruto (PIB). 

Desde entonces, ese porcentaje ha ido cayendo, y en 2023 a la educación se le destinó el 2.9 % del PIB, situando a México en el lugar número 51 de 80 países que destinan menos recursos a la educación.

En empleo, a pesar de que ha existido una reducción en la tasa de desempleo del 2.5 % en el primer trimestre de 2024, alrededor de 4 millones de mexicanos aseguran tener de dos a tres trabajos para completar su alimentación, educación, salud, etcétera. 

Además, el trabajo informal continúa predominando en el país, ya que la tasa de informalidad hasta marzo de 2024 se colocaba en 54.3 %. 

Para finalizar, en vivienda se retiraron subsidios que permitían a los trabajadores de bajos ingresos adquirir una casa de interés social; en comparación con el sexenio de Peña Nieto, en el cual se construyeron 1 millón 415 mil viviendas nuevas, en la administración de AMLO solo fueron 735 mil 453 casas, siendo una de las principales causas la cancelación de los subsidios a la vivienda.

En cambio, la Oxfam concluyó que en los últimos cuatro años la desigualdad aumentó y durante ese lapso casi se duplicó la fortuna de 14 ultrarricos mexicanos, siendo un sexenio que favoreció a los multimillonarios.

En la pasada mañanera del 20 de julio, AMLO reconoció que es un logro de lo que llama “economía moral”, además de reconocer que en cinco años ningún empresario ha perdido, sino que todos tienen utilidades y crecieron sus fortunas.

Uno de los más ricos es Carlos Slim Helú, dueño de Grupo Carso, quien es hoy el hombre más rico de México con una fortuna actualmente calculada en 100 mil millones de dólares. Mientras que durante la pandemia del covid-19 los mexicanos más pobres perdían sus empleos y morían en los hospitales, los megamillonarios hacían crecer sus fortunas en términos reales un 58 %, acumulando tanta riqueza como la mitad más pobre de México, que son alrededor de 63.8 millones de personas.

Esto contradice las promesas de AMLO, pues desde 2011 ofreció una reforma fiscal para implantar una recaudación progresiva y alcanzar la justa distribución de la riqueza. Hoy vemos la riqueza concentrada, la población sin acceso a la salud, una inflación que llegó al 5.7 % y el aumento de la violencia.

Es claro que en cada ámbito social debemos aspirar a mejorar. Nadie debe engañarse, de lo que se trata es de poner al Estado al servicio del pueblo y no al revés, para poder mejorar la situación de nuestra sociedad mexicana.

Es necesario tomar las riendas de nuestro país, tomar conciencia y organizarnos para poder enfrentar las artimañas del modelo económico en el que vivimos hoy en México, que como vemos defiende a los ricos. 

Morena y la 4T no son más que parte del sistema neoliberal; es un Gobierno disfrazado de izquierda que busca engañar a la población, pues ellos son los dueños de todos los medios de difusión. 

Pero no debemos asustarnos ante el panorama, sino agruparnos como se agrupa el polvo hasta convertirse en piedra, para enfrentar las adversidades del Gobierno de la 4T y transformar las condiciones de todos los mexicanos. Para ello, es necesario que nos unamos y luchemos.

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