La salud es un derecho de los mexicanos garantizado en la Constitución, pero que, en los hechos, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador no garantiza. Desde el arranque de su gobierno, prometió que México tendría un sistema de salud como el de Dinamarca, pasaron tres, cuatro años y nada. En lo que va de este, nuevamente prometió, el tiempo se le acaba y como justificación, la misma cantaleta: le dejaron un sistema corrupto, deslindándose así de sus responsabilidades. Como ya es su costumbre, decirlo en su mañanera no cuesta nada, llevarlo a la concreción es otra cosa, que tal parece, tampoco le interesa.
Casi a diario, los periódicos más serios de circulación nacional y medios de comunicación presentan en sus portadas y notas de interiores evidencias acerca de las condiciones en las que se encuentra el sistema de salud en el país. Con datos y testimonios no solo de ciudadanos que requieren atención médica, sino del personal del sector salud denunciando lo mismo la falta de medicamentos, terapias, falta de equipo médico, así como mejores salarios y plazas para médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud.
Una de las más recientes. El Economista, del 17 de julio reportó que “el gasto público en el rubro de la salud tuvo una caída histórica entre enero y mayo de este año, ello en medio de una debilidad de los ingresos públicos y subejercicios reportados en la Secretaría de Salud (Ssa). Los datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) mostraron que entre enero y mayo de este año el gobierno de Andrés Manuel López Obrador ejerció un gasto de 240,027 millones de pesos en la función salud, lo que representó una caída de 10.8 por ciento en comparación anual”.
Padres de niños con cáncer han alzado la voz en varios momentos demandando medicamentos y terapias, la respuesta ha sido nula. En redes sociales, se ha expuesto las condiciones en las que operan hospitales, goteras, sin energía eléctrica, etc. Todas estas deficiencias pegan a los más pobres, que tiene que destinar recursos para solventar los gastos en salud.
Por si fuera poco, escasean los medicamentos. El gobierno de AMLO lo niega, pero es más que evidente. La asociación civil Cero Desabasto lleva un registro desde el inicio de la administración, y de acuerdo con su informe "Radiografía del desabasto de #medicamentos en #México 2022", reportó que en 2022 se reportaron más de 15 millones de recetas que no fueron surtidas efectivamente.
Entre estos medicamentos se encuentran aquellos para atender la salud mental de pacientes. Esto, trae como consecuencia un mercado negro y medicamentos piratas, el cual es un gran riesgo para los consumidores, y que la nula respuesta de Salud obliga a los familiares a acudir a este tipo de lugares.
Para alimentar el discurso de AMLO, no solo el científico secretario de Salud, Jorge Alcocer se suma a las ilusas propuestas. Entre ellos también el titular del IMSS, Zoe Robledo, quien afirma que en Dinamarca “todos los servicios médicos son gratuitos y el 99 por ciento de la población tiene asignado un médico especialista en atención primaria. En el país danés se apostó por un sistema 100 por ciento público, con planeación centralizada, gratuita y universal, de cobertura amplia y enfocado en lo preventivo. Se apostó por la seguridad social como derecho universal”. Se le olvida que mientras la 4T continúe con la misma política, no avanzará en nada.
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