La reciente imposición del gobierno federal de un arancel del 50 por ciento a la exportación de maíz blanco harinero, con el objetivo de contener el incremento del precio de la tortilla, ha despertado muchos cuestionamientos sobre su eficacia. La mayoría de los señalamientos coinciden en que es una medida inadecuada, que llegará a perjudicar más la economía de los mexicanos.
Todos aseguran que con el gravamen al grano básico, ni de lejos bajará el precio de la tortilla, porque su elaboración no depende solo del costo del maíz, sino de otros insumos y materiales como el gas, energía eléctrica, embalajes o logística.
En su nota informativa del 17 de enero de 2023, el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) dice que la imposición de un arancel de exportación al maíz blanco harinero no contribuirá al objetivo de estabilizar el precio del producto, establecido en el decreto, y representa un riesgo para la competitividad del país.
Indica, además, que la señal enviada al mercado por la implementación de una medida que restringe la exportación de un producto agrícola genera preocupaciones sobre la posibilidad de restricciones adicionales en otros productos de exportación, y crea incertidumbre sobre las reglas del juego en el sector agrícola. Esa incertidumbre reduce la competitividad del sector, al volverlo menos atractivo para inversiones potenciales.
Por su parte, especialistas del Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) consideran que el decreto que es una medida inadecuada que atenta contra el libre comercio y crea incertidumbre y especulación en el mercado. No tendrá ningún efecto positivo en el precio de la tortilla.
Asimismo, el GCM estimó que las exportaciones del grano representaron apenas el 0.9 por ciento de la producción total en el país. Durante 2022 la producción de maíz en México fue de 27 millones de toneladas métricas, en este mismo año las exportaciones del grano fueron de sólo 241,000 toneladas. Pero, el principal argumento del Gobierno federal para imponer el gravamen es que la producción de maíz blanco debe quedarse en el país para garantizar el abasto y asegurar las condiciones de mercado que permitan estabilizar su precio.
Basta hacer un sondeo con pequeños industriales y productores del campo para corroborar que existen costos como los fertilizantes que van a seguir presionando al alza la tarifa que se cobra al consumidor. Todos ellos toman en cuenta que los costos de producción de maíz han tenido incrementos importantes por el aumento en el precio de los fertilizantes en 2022 y en años anteriores, la mano de obra y la por la limitación en el uso de agroquímicos.
Con lo expuesto, considero que a excepción del presidente Andrés Manuel López Obrador y sus incondicionales, todos podemos estar de acuerdo en que es inadecuada la decisión del gobierno mexicano para detener la inflación, en especial en el precio de la tortilla, ya que en las últimas semanas registró un costó que va de los 20 pesos a los 25 pesos por kilogramo en varios estados del país. Entonces se impone la necesidad de saber cuál es el verdadero propósito del arancel al maíz blanco.
Respecto a esto último, me parece que el artículo del periodista y director editorial del diario mexicano Excélsior, Pascal Beltrán del Río titulado “Arancel al maíz” da una respuesta muy convincente. La columna concluye: “En suma, el arancel poco tiene que ver con la economía. Más bien obedece al tipo de respuesta que el presidente Andrés Manuel López Obrador da a cualquier complicación con la que se topa: la política. El propósito de la medida es que, si sigue aumentado el precio de la tortilla, no lo volteen a ver a él”.
En efecto. Si los llamados Paquetes de Acciones Contra la Inflación y la Carestía (PACIC 1 y 2) resultaron un fracaso rotundo, porque fueron inventos distractores de la Cuarta Transformación, como señalaron oportunamente analistas serios. Lo que implica que el verdadero propósito del arancel al maíz blanco es distraer a los mexicanos del grave problema del precio de la tortilla, se trata de una maniobra distractora más de la 4T.
El pueblo de México debe aprender las lecciones que da la historia para que se dé cuenta que las medidas recicladas, es decir las que se han implementado en décadas anteriores, son recetas neoliberales y han demostrado su ineficacia para contener el alza de los precios. De tal manera que volverlas a implementar resultaran igualmente ineficaces, pero además riesgosas por las distorsiones que producen en el mercado, además daña a los productores nacionales y en lugar de paliar, perjudica la economía de los mexicanos.
La única solución posible es la lucha por un cambio de modelo económico, no contra los patrones, sino contra el neoliberalismo, la expresión más brutal del capitalismo. Esto es lo que López Obrador y todos los morenistas no alcanzan a ver, y por eso todas sus medidas económicas, no solo están condenadas al fracaso, sino dañan a los más pobres a los que todos los días dicen defender. Por lo que los trabajadores mexicanos, deben saber que está en sus manos el futuro de nuestra patria y para tal fin tienen que organizarse y educarse. A esto los llama el Movimiento Antorchista Nacional.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario