El lunes 27 de julio de 2020, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) publicó a través del Diario Oficial de la Federación (DOF) la eliminación del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), mismo programa que tenía la finalidad de (bajo los principios de corresponsabilidad, complementariedad, oportunidad y transparencia), apoyar a las entidades federativas de la República Mexicana, así como a las dependencias y entidades de la Administración Pública Federal, en la atención y recuperación de los efectos que produzca un fenómeno natural, de conformidad con los parámetros y condiciones previstos en sus Reglas de Operación. Esto, de acuerdo con la propia página web de la Secretaría de Gobierno.
Es decir, su principal objetivo era el atender las consecuencias derivadas de los eventos naturales, mismo que, debido a su magnitud, superan las capacidades financieras de los estados, dependencias u organismos paraestatales.
¿Cómo eran empleados los recursos destinados para el Fonden? ¡Fácil!, eran usados para la adquisición de diversos materiales, en pro de la población afectada: ropa, medicamentos, alimentos. Incluso para la reconstrucción de los hogares y reparar la infraestructura dañada de las localidades.
Entonces, ¿qué pasó con los fideicomisos eliminados? AMLO, en su momento, afirmó que serían otorgados a las entidades, para que el Gobierno estatal o dependencias federales pudieran solicitar una 'declaratoria de desastre' o 'declaratoria de emergencia' según sea el caso, con lo que Segob daría facilidad para obtener los recursos.
Según él, era importante saber que en el caso de la 'declaratoria de desastre', Gobernación liberaría los recursos para reconstruir la infraestructura y reparar los servicios de las zonas dañadas, además de comprometerse "a cubrir totalmente los costos de reconstrucción en el estado o participar hasta con un 50 por ciento, dependiendo del tipo de infraestructura a reparar", afirmado por él mismo, información, también obtenida desde su sitio web.
¿Y cuál fue el argumento validado para eliminar este proyecto de acción inmediata ante desastres naturales en los municipios? Pues para AMLO fue que el fondo era manejado de manera discrecional por funcionarios. Es decir, nuevamente su argumento de los intermediarios derrumbaba otro de los salvavidas del pueblo.
La semana pasada llegó “Grace”, huracán que tan solo en el estado de Veracruz dejó más de 7 muertos y, al menos, miles de veracruzanos perdieron sus viviendas, son 58 municipios en total, los que resultaron afectados por este desastre natural.
Hay carreteras destrozadas, deslaves de cerros, inundaciones, familias sin agua potable ni sin luz eléctrica, campesinos que perdieron sus cosechas y la acción de él y del funcionario federal han sido nulas, a pesar de contar con un fideicomiso de 114 millones de pesos para el estado. (Mismo que fue otorgado como “sustitución” del Fonden).
Ante esto, yo me pregunto: ¿dónde están esos 114 millones de pesos? A más de una semana que el huracán azotó la zona norte del estado de Veracruz, ni Cuitláhuac García Jiménez, ni Andrés Manuel López Obrador han hecho algo palpable por esos 58 municipios afectados.
Bueno sí, AMLO hizo un tuit, compadeciéndose de 5 de las primeras víctimas del desastre en la capital del estado. Y aunque para algunos puede ser considerado un acto de bondad, la realidad y la necesidad urgente de ayuda, de comida, de cobijas, de restauración de ganancias a los campesinos por el cultivo perdido, nos dice que no es así. El pueblo, sin duda alguna, necesita más que un tuit por parte de las autoridades estatales y federales.
En mi opinión, el huracán dejó bien claro que no podemos jugar con la naturaleza. Huracanes, ciclones, tormentas, terremotos, lluvias y otros posibles desastres naturales se pueden enfrentar correctamente sólo si la gente está preparada, pero lamentablemente, con la actual administración, el pueblo no tiene condiciones materiales. Y claramente está de más informar, que este mismo debe tener condiciones garantizadas por el gobierno en turno.
En el país, ante la llegada de AMLO a la Presidencia la crisis de salud, política y de seguridad, se han profundizado muchísimo y los mexicanos sufrimos cada vez más las ruinas de alguna de ellas, la más visible ha sido la crisis de salud generada por el Covid-19. Hoy, son los destrozos y las pérdidas que dejó “Grace” a su paso, a causa de la nula preparación de los municipios ante la llegada de sucesos como este.
Según la Coordinación Nacional de Defensa Civil (CNPC), dos fechas sellan el inicio de la temporada de ciclones tropicales del país. En el Pacífico este período comienza el 15 de mayo, y en el Caribe comienza el 1 de junio; pero en ambas regiones la fecha de finalización es hasta el 30 de noviembre; lo que indica que seguiremos percibiendo catástrofes en varias ciudades en los próximos tres meses, incluyendo un estimado de 14 a 20 huracanes por océano este año, es decir, habrá un total de 40 o más.
Por su parte, AMLO acostumbra efectuar procedimientos fuera de tiempo y siempre son exiguos; en la capital del estado jarocho, Xalapa, su maniobra inigualable, fue que el gobierno federal llevara a cabo un censo de hogares para determinar el número de víctimas huracán, para luego brindar directamente varios apoyos. O al menos eso dijo, ojalá lo cumpla, porque los ciudadanos, los hogares sepultados y los campos de producción agrícola popular destruidos, lo necesitan.
Pero siendo realistas, AMLO luce más intranquilo ante la elección de 2024. Mientras sigue perdiendo el tiempo colocando música en su mañanera todos los días y “creando maniobras únicas” para dar “solución a las necesidades del pueblo”, los mexicanos abren los ojos y la inconformidad social de este día con día es cada vez mayor mientras que la popularidad y aceptación de su gobierno, sigue en declive.
Confirmo la frase de Miguel Ángel Casique Olivos: “en el desastre social y en el desastre natural hay un sólo responsable y se llama Andrés Manuel López Obrador”.
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