En los últimos días, Chilpancingo, la capital de Guerrero, ha destacado por ser noticia nacional e internacional; la opinión pública se ha enterado de los lamentables acontecimientos de violencia e inseguridad que viven los ciudadanos.
No hay día que no aparezcan, en los medios de comunicación y en las redes sociales, noticias de hechos violentos como: el asesinato del líder del transporte en Chilpancingo, los homicidios de los principales distribuidores de pollos en mercados públicos como en sus respectivas granjas, ejecutados en diversos negocios, lo último que nos enteramos es de la ejecución de un ex fiscal con sede en la Ciudad donde se firmaron los “Sentimientos de la Nación” y un ex ministerio público que trabajo en Iguala, solo por mencionar los más relevantes, pareciera que estamos viendo una película de violencia, pero esto no es así, lamentablemente es el quehacer diario en esta urbe.
Lo menos que el ciudadano se pregunta es ¿qué está pasando? ¿Dónde está la autoridad? ¿Hasta cuándo seguirán así las cosas? Las respuestas a estas incógnitas la encontramos en la voz popular del pueblo, que es el hecho de que se están peleando dos grupos de crimen organizado la plaza y que la autoridad no hace nada, no puede o lo tolera, sea como sea lo que realmente este pasando con el gobierno, lo cierto es que los únicos que están pagando las consecuencias son los pobladores de esta ciudad con mucha historia de lucha.
Los hechos son graves por varias consecuencias que traen los sucesos narrados arriba, como el hecho de que todo esto pasa en la capital del estado, no estamos hablando de un pueblo escondido en la montaña, aquí se encuentran las sedes de los tres poderes de gobierno, el Poder Ejecutivo, Legislativo y Judicial, así como prácticamente todas las oficinas de las secretarías del estado y las representaciones de las dependencias federales y porque no decir hasta representaciones de gobiernos de otros países, con la gravedad que esto implica.
Hay países como Estados Unidos (EE. UU.) que les han sugerido a sus ciudadanos para que no viajen al estado de Guerrero, esto es delicado, por la imagen que damos como país y la otra es que se deja de tener ingresos económicos por turismo.
Hay familias que se han tenido que salir de la ciudad, los comerciantes están temerosos de que sean agredidos y de perder su vida como lo han atestiguado en días pasados, la economía está siendo afectada más de lo que se vive a nivel nacional, por el supuesto pago de derecho de piso.
Todo lo narrado pasa con la complacencia de las autoridades de los tres órdenes de gobierno, sin que se vea la mano de las autoridades encargadas de brindar seguridad a sus ciudadanos, la opinión de los habitantes dice que lo único que están haciendo las autoridades es puro espectáculo mediático para aparentar que hacen algo, pero la realidad dice otra cosa; es decir, hay que atenerse a los hechos y estos nos dicen que los guerrerenses de la capital están abandonados a su suerte y por tanto deben encomendarse a su santo de su devoción es decir sálvese quien pueda.
A esto debemos sumarle el hecho de que la población se le ha hecho común tanta violencia y que la autoridad no haga nada, esto es preocupante porque si nos acostumbrarnos a esta inacción de las autoridades no haremos nada para corregir este cáncer que tenemos en la entidad.
Por tanto, una vez más, llamamos a los hombres y mujeres que no son conformistas para exigir a las autoridades y los gobiernos para que brinden la seguridad a la población, tomando todas las medidas necesarias para garantizar la integridad física y la vida de todos los habitantes de la ciudad, atacando el fenómeno desde su raíz y de manera multifacética.
Además de seguir trabajando como sociedad para hacer conciencia que con los actores políticos y gobernantes actuales no se van a resolver los males que aquejan nuestra población, hasta que el pueblo organizado tome el gobierno en sus manos, de nuestra parte seguimos en esta línea.
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