Uno de los sectores que se ha visto afectado por la poca inversión para su sostenimiento es la salud, y aunque el presidente de la república Andrés Manuel López Obrador diga que “vamos avanzando” la realidad es muy diferente, miles de mexicanos están sufriendo y peor aun perdiendo la vida por dar poca prioridad al sistema de salud.
Como en todo el país, Quintana Roo no es la excepción, los servicios médicos también son deficientes para atender a toda la ciudadanía, afectando principalmente a los que menos tienen, que por su misma situación económica recurren a los centros de salud gratuitos, pero donde más que solución lo que encuentran son más tramites y gastos.
Y es que desde que inició el año Quintana Roo viene presentando uno de los peores índices en el país en materia de salud, tan sólo un consultorio por mil 168 habitantes, mientras que la Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que lo ideal es uno por cada 300 habitantes, y aunque claramente esto no se puede cumplir a cabalidad si es necesario que el número de centros médicos aumente.
Por esta razón, la entidad se encuentra en los peores sitios en cuanto a cobertura sanitaria estando a la par con estados como Oaxaca, Tabasco, Chiapas y Guerrero de acuerdo con estadísticas de la Secretaría de Salud.
Esta deficiencia afecta de igual manera al personal que por la falta de más instituciones médicas tiene que atender a una mayor cantidad de pacientes, pues según la OMS recomienda que un doctor reciba a un máximo de 14 pacientes por cada jornada de unas 8 horas, pero en el estado un médico atiende a 38 pacientes, según la media por jornada.
Y en situación de hospitalización la situación se complica, ya que tendría que tener 2.7 camas por cada 1,000 habitantes, hablando del sector público, pero en la entidad solo hay 0.7 por cada mil ya sean hospitales generales, centros de salud, clínicas del IMSS o del ISSSTE.
Por tal motivo lo que muchas veces le queda a los pacientes o familiares es recurrir a clínicas privadas, donde los precios no son accesibles para más de la mitad de la población en Quintana Roo lo que ocasiona que las personas tengan que elegir entre pocas opciones como endeudarse, esperar en el servicio público o sobre llevar sus tratamientos que casi siempre terminan en pérdidas lamentables.
Todo este panorama deja al descubierto que lo que falta en el estado es infraestructura, personal médico en general y sobre todo más médicos especializados, para tratar enfermedades que cada vez son más recurrentes entre la población como la diabetes, hipertensión, cáncer, obesidad, etcétera, al igual que la falta de especialistas en neurología y psiquiatría, que al final de cuentas los pacientes tienen que ser atendidos en otra parte de la República para poder conseguir un tratamiento.
Para solucionar o más bien para empezar a corregir todos estos males en materia de salud es necesario que tanto el gobierno del estado y sobre todo el gobierno federal realicen las inversiones necesarias para atender el sector salud, que se mejore la atención medica de la población más empobrecida de las comunidades y colonias populares que en su mayoría requieren una atención especial y continua.
De qué sirve invertir tanto en un tren si la población sufre desigualdad y enfermedades, que no se deje a la deriva a toda esa gente que necesita recuperar su salud, que se invierta en lo primordial, en lo que realmente importa, la salud de los mexicanos.
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