El Gobierno de la 4T se ha distinguido, entre otras cosas, por tener un discurso en donde afirman ser de izquierda, es decir, afirman defender los intereses de las mayorías, del pueblo trabajador; uno de sus lemas preferidos es “por el bien de todos, primero los pobres”, y para dejarlo bien claro han desatado una campaña propagandística radical en contra del neoliberalismo o capitalismo rapaz, de los conservadores, los tecnócratas, etc., los acusa de favorecer a los patrones capitalistas que explotando a los trabajadores y por medio de la corrupción han logrado acumular grandes fortunas y han sumido al pueblo en una pobreza extrema. Afirman que la 4T es un cambio real y verdadero y no como otros partidos que prometieron un cambio real en favor del pueblo y cuando llegaron a la conquista del poder no cumplieron, defraudaron la confianza del pueblo.
La campaña propagandística en la forma antes expuesta y aprovechando todo el poder mediático de periódicos, radio, televisión y redes sociales, le han permitido a la 4T conseguir la simpatía y la confianza de una parte importante de la población, como la evidencia el hecho de haber ganado la presidencia de la República por la vía electoral con más de 30 millones de votos. A pesar de que, a 3 años de gobierno, a la mitad del sexenio, el gobierno de la 4T no ha cumplido con la mayoría de promesas de campaña; gracias a la propaganda permanente en los medios masivos de comunicación, todavía conserva un aceptable nivel de aprobación, aunque con la tendencia a disminuir, en la medida de que haya hechos del gobierno de la 4T que contrastan diametralmente con sus discursos y la campaña propagandística. A modo de ejemplo mencionamos un caso reciente:
La represión de la Guardia Nacional, el 12 y13 octubre del presente año, por órdenes del gobierno de López Obrador, con gas lacrimógeno, golpes y balas de goma a 5 mil obreros de la empresa ICA Fluor que trabajan en la construcción de la refinería de Dos bocas en el municipio de Paraíso, en Tabasco. Los trabajadores se encontraban en paro de labores en protesta por los bajos salarios, las largas jornadas de trabajo de hasta 12 horas, lo cual es una flagrante violación a la jornada legal de 8 horas establecidas en la Ley Federal del Trabajo y argumentaban también la falta de protección para evitar contagios de Covid-19. Como resultado de la brutal represión a los trabajadores hubo varios obreros heridos y algunos de los dirigentes fueron encarcelados, así sofocaron el reclamo obrero.
La versión oficial del presidente de la república en la conferencia de prensa mañanera para lavarse las manos y deslindarse de la responsabilidad de la represión policiaca a los trabajadores, que lo evidencian como un incondicional aliado de los intereses patronales, de los capitalistas explotadores, fue que se trató de un pleito entre dos sindicatos por el control de la obra. La verdad es que, en este conflicto, a los trabajadores les asiste la razón al defender sus más elementales derechos laborales, en donde se defienden de la sobre explotación de empresas que buscan la máxima ganancia al costo de abusar de la clase trabajadora.
López Obrador y el partido de la “Cuarta Transformación” que él encabeza, se vio mal al apoyar a los empresarios abusivos del grupo ICA Flour con los cuales tiene estrechos nexos porque han trabajados juntos en muchas obras y luego querer seguir sosteniendo su discurso de defensor del pueblo echando cortinas de humo por medio de campañas propagandísticas para ocultar los verdaderos hechos, pero a pesar de todo el pueblo trabajador se va dando cuenta de cuál es la realidad y descubriendo quienes son sus enemigos. Tiempo al tiempo.
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