Nuestro país atraviesa una situación grave en materia de salud debido al covid-19, que nos ha llevado a que al día de hoy tengamos en México más de 21 mil infectados y más de 2 mil decesos. De acuerdo a las declaraciones de la Secretaría de Salud, ya estamos en la Fase 3, en la que habrá contagios masivos y se dispararán los casos positivos, además de que las actividades sociales quedan prácticamente vetadas.
Desde el inicio de la Fase 1, el Gobierno federal dictó una serie de medidas para combatir la covid-19. Una vez declarada la Fase 2, hizo un llamado enérgico a la población para que se resguardara en casa. Fue así que el gobierno federal recomendó a las empresas transnacionales y nacionales a que empezaran a "descansar" a sus empleados debido a la pandemia: personas de la tercera edad y con enfermedades crónicas. Dos semanas después, "invitó" a las empresas a que descansaran a la mayoría de sus empleados con goce de sueldo, varias empresas hicieron caso; sin embargo, hubo muchas más que únicamente descansaron a sus empleados, dejándolos a la deriva, sin goce de sueldo y aquellos trabajadores que no corrieron con suerte, simplemente fueron despedidos.
Cabe señalar que, en Puebla, hasta inicios de abril, se habían registrado cerca de 13 mil despidos de acuerdo a las cifras presentadas por el Igavim, teniendo el séptimo lugar a nivel nacional con más pérdidas de empleo desde que inicio la pandemia hasta dicha fecha, y a decir de algunos medios (El Universal) se estima que la pérdida de empleos al final de la pandemia será de 1.7 a 7 millones en todo el país.
Sin embargo, los datos antes mencionados solo son la punta del iceberg de los problemas que padece nuestro estado, ya que, si nos vamos más abajo, nos vamos a encontrar con cifras verdaderamente escalofriantes con relación a la calidad de vida de la población.
De acuerdo al Coneval en Puebla hay poco más de 3.7 millones de personas en situación de pobreza que presentan rezagos en algún servicio básico, en ese sentido el "informe de pobreza y evaluación Puebla 2020" del mismo Coneval, señala que al menos 1.5 millones personas tienen un ingreso insuficiente para comprar productos de la canasta básica alimentaria, algo verdaderamente preocupante, ya que refleja que no les alcanza para comprar lo más básico para alimentarse, sin sumar que con la pandemia muchos campesinos y demás trabajadores se han quedado sin empleo debido a la suspensión de actividades económicas.
Otro dato desolador que también desnuda el Coneval y que me interesa manifestar es que 1.3 millones de poblanos no tienen acceso a los servicios básicos de salud, esto tomando en cuenta como lo manifestamos un párrafo atrás porque estamos atravesando la pandemia, hay varios centros de salud en el estado que ni siquiera cuentan con médico ni medicinas. ¿Qué futuro le espera a esta gente en materia de salud ante esta pandemia? Si hablamos de manera en general del sistema de salud, llama la atención que varios médicos y enfermeras en distintas partes del estado se han manifestado a través de las redes sociales por el pésimo estado en que se encuentran laborando en esta crisis sanitaria.
Sin ser pesimista, conociendo estos datos, sabemos que se avizora un panorama desolador para la gente en situación de pobreza y también para la que se encuentra desempleada para enfrentar la pandemia por covid-19. Estamos atravesando la Fase 3 y a decir del gobierno federal, las actividades sociales se reactivan hasta el 1 de junio, sin embargo, a decir de la misma Secretaría de Salud, la pandemia se puede extender hasta el mes de septiembre (Excélsior).
Hace algunas semanas, el Gobierno federal presentó un plan de reactivación económica para la "clase baja", pero su plan se quedó corto a decir de los especialistas en materia económica, ya que le sigue apostando a los apoyos por transferencia monetaria; además, dijo que se crearán dos millones de empleos, sin decir cómo, dónde y cuándo se realizaría esto. Por su parte, el gobierno del estado de Puebla está en las mismas condiciones, sin que al día de hoy se conozca realmente cual es la postura de su gobierno para abatir la crisis económica que prevalece ante esta pandemia.
Con lo dicho anteriormente, sin duda alguna el Gobierno estatal y federal tendrán que hacer y presentar un plan de reactivación económica que tome en cuenta a los sectores marginados, a la gente en situación de pobreza y pobreza extrema, a los desempleados del comercio informal (ambulantes, taxistas, meseros, comerciantes, etcétera). De igual manera creo que es urgente que también se implemente un plan de alimentación que ayude a subsistir en esta pandemia a los sectores mencionados en líneas atrás, que no tienen ingresos fijos ni prestaciones. De lo contrario este panorama desolador que avizoramos se puede convertir en una verdadera tragedia que indudablemente pesará sobre las autoridades en turno.
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